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Después del bocinazo que hicieron el domingo a la noche, los comerciantes jujeños lograron la autorización del gobierno para volver a abrir sus negocios, bajo protocolos estrictos que se comprometen a cumplir.
Cristian Boglione, de la Cámara de Gastronómicos, Hoteleros y Afines de Jujuy, detalló en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5) las razones que les presentaron al Ministerio de la Producción y a la Municipalidad de San Salvador para llegar finalmente al acuerdo.
«Los comercios no somos los principales focos de infección, ni mucho menos; tenemos un nivel bajo de contacto», explicó, y mencionó los bancos y las ferias como ejemplos de actividades en las que sí se producen aglomeraciones de personas, con el riesgo que esto implica.
La recomendación del COE es que la gente concurra a los comercios del barrio, para disminuir lo más posible el traslado de personas. Alejandro Bustamante, de la Cámara de Comercio de Jujuy, reflexionó: «En la fase 1 se habilitan los negocios de cercanía, en los barrios, y nosotros entendemos que el centro también es un barrio, entonces deberíamos tener la posibilidad de abrir».
«Además hay muchos rubros que no hay en los barrios, entonces para algunas cosas la gente puede venir al centro», agregó.
En la mañana de este martes, el centro de la ciudad mostró un ritmo habitual. Quizás un poco menos que en tiempos prepandémicos, pero tampoco estuvieron las calles desiertas. «La poca ente que circula por su trabajo o por la numeración de su DNI, algo va a consumir. Lo poco que entre sirve para pagar los sueldos y empezar a pagar las deudas acumuladas en estos meses», señaló Boglione.
En el caso de los locales gastronómicos, la norma es habilitar solo la mitad de las mesas para asegurar el distanciamiento, disponer de alcohol en gel y lavandina, desinfectar el local y establecer prácticas específicas en la manipulación de alimentos. Además, el personal debe usar barbijos o máscaras de manera permanente.
Después de casi seis meses de restricciones, con un breve intervalo intermedio en el que los comercios abrieron, la situación se tornó insostenible. Muchos no terminaron de pagar los aguinaldos a sus empleados, porque habían empezado a abonarlos en cuotas y llegó un nuevo cierre.
Si bien se sintió el alivio en el sector, tampoco es que salieron a festejar. «No tenemos mega expectativas», graficó Bustamante ante la consulta de El Submarino Radio, y agregó: «Lo poco que podamos vender nos sirve para ir juntando, ver si podemos arreglar el pago a los proveedores. Todo suma».
«Es auspicioso que podamos trabajar, cumpliendo las normas y protocolos. Porque no somos tan irresponsables de querer que la gente se contagie y el virus se propague -continuó-. Cuidamos a nuestros empleados, a los clientes y a nosotros mismos. Y la gente también tiene que asumir la responsabilidad de que se tiene que cuidar, porque no se puede subestimar a este virus con un índice tan alto de contagio».
«Cerrar de nuevo sería una catástrofe, porque además tenemos mucha mercadería que es perecedera», sumó Boglione, y agregó: «El virus ya está, hay que aprender a convivir y cuidarse con todos los medios de protección».
Por su parte, Bustamante comentó: «Con un comercio abierto tenés el optimismo de poder salir adelante, pero si está cerrado no hay ninguna posibilidad».
Sobre el tono con el que hablan con el ministro de Producción Exequiel Lello Ivacevich, el titular de la Cámara de Comercio aseguró que tienen «un diálogo muy fluido» porque «siempre tiene la mejor disposición».
«Pero dentro del gobierno provincial no solo define el ministro sino que tiene mucha influencia lo que opina el COE -aclaró-. A veces nosotros vamos con las propuestas y protocolos para asegurar que no haya riesgo de propagación, pero el COE decide otra cosa y echa por tierra el trabajo que intentamos hacer».
