Según el último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en marzo, 4823 personas perdieron sus puestos de trabajo.
El análisis investigativo del CEPA explica que la industria y los servicios continúan expulsando trabajadores. Por su parte, la construcción, que llegó a los 60 mil despidos, frenó su debacle pronunciada.
Sin embargo, la sangría laboral continúa sin descanso. Los trabajadores afectados en marzo fueron más que los de febrero. Y a pesar de que el Gobierno Nacional siempre se encargó de demonizar al trabajo estatal y vanagloriar a los privados, la gran mayoría de los casos de despidos se dieron en este último sector productivo: 4008 despedidos, 560 suspendidos.
Cabe destacar entonces, que en el primer trimestre de 2017, los despidos alcanzaron a 9599 trabajadores, además de 2594 suspensiones, todo en el campo del empleo formal.