El senador nacional por Jujuy Guillermo Snopek (Unidad Ciudadana-Frente de Todos), advirtió sobre la posibilidad de que el gobernador Gerardo Morales impulse la reforma de la Constitución provincial «para perpetuarse en el poder». En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), encuadró en esa intención la ofensiva de Morales contra miembros del Superior Tribunal de Justicia (STJ). «Está claro que no hay una respuesta directa a los pedidos del gobernador por parte del Superior Tribunal, entonces él ha decidido promover los juicios políticos, escoltado por la supuesta oposición, y buscar la destitución», afirmó.
Los pedidos de juicio político que forzaron las renuncias de tres miembros del Superior Tribunal de Justicia son, para Snopek, un síntoma más del «uso de la justicia para disciplinar políticamente con causas judiciales», un «modus operandi» que se inició en 2016, apenas asumido Gerardo Morales en la Gobernación.
La novedad, a su entender, es que «hoy parece que la justicia no le responde a Gerardo», lo que derivó en los pedidos de juicios políticos de Clara Langhe de Falcone, Beatriz Altamirano y Sergio González, quienes ya presentaron sus renuncias.
Para Snopek, esta avanzada de Morales para lograr la destitución de estos jueces está acompañada «por la supuesta oposición». En este sentido, afirmó que el PJ de Jujuy utiliza «el mismo modus operandi que tiene Gerardo Morales, que es el de las denuncias penales y la persecución de los compañeros».
Respecto de la posible reforma de la Constitución provincial, el legislador, que preside la Comisión de Asuntos Institucionales del Senado, no tiene dudas de que Morales «va a avanzar en una perpetuidad en el poder, primero con una Corte que le garantice esa perpetuidad y después la reforma constitucional».
En este contexto ubicó la ofensiva del gobernador hacia miembros del Superior Tribunal de Justicia: «Su preocupación es si la Corte, después de la reforma, lo habilita o no a reelegirse».
Para Snopek, «están dadas todas las condiciones» para reflotar su proyecto de intervención del Poder Judicial de Jujuy, que comenzó a discutirse en comisiones del Senado en 2020. La iniciativa no prosperó, pero el senador asegura que «hay un sinnúmero de hechos nuevos que habilitan tranquilamente al planteo».
La entrevista
–¿Qué lectura está haciendo de la situación planteada por los pedidos de juicio político y las renuncias de miembros del Superior Tribunal de Justicia?
–Esto obedece a un planteo que hicimos hace un par de años por las modificaciones de la Corte jujeña y el uso sistemático de la justicia con fines políticos. Lo primero fue quebrar el poder político, lo que quedó demostrado con el quiebre del bloque Justicialista de la Legislatura, en 2016, con seis diputados que pasaron al Frente Cambia Jujuy, y dos más de otras fuerzas políticas, Mabel Balconte y Emilio Cayo. Ahí empieza el uso de la justicia para disciplinar políticamente con causas judiciales. Y después se dio el hecho icónico que fue la detención del exgobernador Eduardo Fellner. Uno creía que era solo con los opositores, pero también se ve desde hace más de seis años con el silencio del intendente de la capital, Raúl Jorge, que cada vez que quiere hablar o tener una iniciativa política para disputarle espacio a Gerardo Morales, revive la megacausa en la cual se encuentra comprometido. Hoy parece que la justicia no le responde a Gerardo. No sabemos cuáles son las causas efectivas, pero está claro que no hay una respuesta directa a los pedidos del gobernador por parte del Superior Tribunal, entonces él ha decidido promover los juicios políticos, escoltado por la supuesta oposición, y buscar la destitución.
–¿El PJ tiene algo que ver? Se habla mucho del pacto Rivarola-Morales.
–Hay que ver. Cosas que uno suponía, hoy están concretadas, y eso en su momento fue certificado por la hoy renunciante o sometida a juicio político, la doctora Falcone, que dijo que ellos trabajaban para un partido político. Se van confirmando algunos hechos. Estas suposiciones van a estar claras en el proceder en la Legislatura por quienes ocupan las bancas del PJ.
–Algunos analizan que esta avanzada de Morales es para lavar su imagen en la escena nacional, porque quiere ser precandidato a presidente por Juntos por el Cambio. ¿Coincide?
–No tengo ninguna duda. Él busca que parezca que en Jujuy hay división de poderes, que hay un rol de oficialismo y oposición, lo cual está absolutamente mezclado. En su momento estuvo diferenciado, cuando la policía de la provincia tomó el Partido Justicialista, el día que arrastraron a la compañera Rita Robles. Y el peronismo estaba fundido en la fórmula gobernador-vicegobernador. El año pasado, el PJ no permitió un proceso electoral ni la participación, y se autoproclamaron las autoridades con el mismo modus operandi que tiene Gerardo Morales, que es el de las denuncias penales y la persecución de los compañeros. O sea, no nos extraña. Pero sí, él va a tratar de darle un viso de republicanismo a su perpetuidad en el cargo, que es lo que busca. Para eso quiere reformar la Constitución, actualizarla, y algunos medios locales presentan como la gran necesidad. Pero la única necesidad constitucional que hay es cumplirla.
–¿Cree que va a haber reforma constitucional en Jujuy?
–Va a avanzar, no le quepa ninguna duda.
–El oficialismo tiene los números, pero no le van a dar los tiempos. Manda el proyecto a la Legislatura, se aprueba en 30 segundos pero después hay que convocar a elecciones, llamar a los constituyentes… Todo esto nos lleva a fin de año.
–Sí, pero cuál es el apuro, si la elección la van a hacer a principios del año que viene, despegada del proceso nacional.
–¿Y si el gobierno nacional adelanta las elecciones?
–Para adelantar las elecciones nacionales hay que modificar la ley de las PASO, cosa que no se pudo hacer ni en pandemia. Lo veo muy difícil. No creo que haya modificación del contexto nacional. Así que Morales lo puede hacer, antes o después, como lo hizo Urtubey en su momento. Veamos lo que le está pasando a Gerardo: está todos los días fuera de Jujuy, descuidando la gobernabilidad y esas son las consecuencias que sufrimos los jujeños, además de los recursos que destina a eso. Entonces Morales se descuida y pasan estas cosas: se le escapa la justicia de las manos, tiene problemas, impone el número y somete a los maestros sin abrir la discusión paritaria, cuando él mismo la reclamaba antes de 2015 y hoy los aprieta para que no reclamen. Y volvemos al manejo de la justicia: todos los dirigentes gremiales están con alguna causa. Si la tienen, avanzan. Y si no la tienen, se la inventan.
–La gobernabilidad está asegurada. Morales se va a Buenos Aires y se queda el vicegobernador Haquim con el respaldo de Rivarola. No pasa nada.
–No, a Haquim no lo dejan ni entrar al despacho de la Casa de Gobierno. Siempre está en la Legislatura.
–Además de esa concentración de poder que usted describe, el gobernador sigue manejando la cuenta única.
–Sí. Él se jactaba de que iba a rendir todos los años cuentas en la Legislatura pero una sola vez hizo un acto de presentación, por no decir una puesta en escena, y nunca más.
–¿Cómo cree que va a seguir el panorama en la política de Jujuy?
-En Jujuy veo que él va a avanzar en una perpetuidad en el poder, primero con una Corte que le garantice esa perpetuidad y después la reforma constitucional. Su preocupación es si la Corte, después de la reforma, lo habilita o no a reelegirse.
–Públicamente, Morales dijo «quiero que venga otro gobernador porque quiero ser presidente».
–Yo escucho poco lo que dice pero sí veo su accionar, que es claro: perpetuarse en el poder y para eso precisa tener una Corte adicta.
–¿Cree que la situación da para reflotar el proyecto de intervención del Poder Judicial?
–Sí, están dadas todas las condiciones. No sólo se confirmó lo que planteamos en ese momento sino que hay un sinnúmero de hechos nuevos que habilitan tranquilamente al planteo.
–Y usted está tomando nota de todos esos hechos.
–Yo voy siguiendo y voy reconfirmando todo lo que fue sucediendo. En principio me lo cuestionaban con planteos abstractos, y hoy están confirmados.