Jueza Marisa Malvestiti

Un fallo reconoce a los dos padres de un niño de 9 años y ordena anotarlo con ambos apellidos

Una jueza santafesina ordenó a través de un fallo anotar a un niño de 9 años (A.A.) con dos apellidos paternos, el de su padre biológico, al que conoció hace dos años, y el socioafectivo, con el que se crió, además del de su madre.

El fallo de la jueza de Familia de la localidad santafesina de San Cristóbal, Marisa Malvestiti, implica que no se aplique el artículo 558 del Código Civil y Comercial que establece que ninguna persona puede tener más de dos vínculos filiales.

«No podemos negar que estas nuevas formas de construir vínculos familiares, más allá de la sangre o el parentesco ‘legal’, ponen en evidente crisis y tensión el ‘binarismo filial’ en el que está basado nuestro ordenamiento jurídico», señala la resolución judicial difundida hoy.

El caso se inició cuando la madre del niño, que había mantenido una relación extramatrionial al momento de quedar embarazada, le contó a esa persona que tenía dudas sobre la paternidad de su hijo. Según la sentencia, ese hombre, identificado como P., se sometió a un análisis de ADN que determinó que el niño era su hijo biológico.

El test volvió a repetirse judicialmente en el Instituto Médico Legal cuando P. inició una demanda por «impugnación de filiación» para anotar al niño como su hijo biológico.

Durante el pleito, la jueza Malvestiti decidió escuchar al niño, quien manifestó que quería mantener el apellido que tenía porque a su padre socioafectivo lo sigue visitando. «Para mí es mi papá –dijo A.A.–. Le sigo diciendo papá y él está contento con eso. Lo sigo queriendo igual».

Además, el nene sostuvo que en la escuela «todos me conocen así, con ese nombre, y mis amigos también» por lo que, afirmó, «no quiero que eso cambie».

Hace dos años el niño comenzó a relacionarse con su padre biológico, al que ve fin de semana de por medio y con quien también estableció un buen vínculo.

En el fallo, la jueza de Familia señaló que «al aplicar sin más las previsiones del artículo 558 del CCyCN, principalmente su último párrafo, que prohíbe a las personas tener más de dos vínculos filiales, cualquiera sea la naturaleza de la filiación, estaríamos obligándolo a que deje de tener a su papá socioafectivo para que sólo tenga a su papá biológico».

«Es decir que estaríamos recortando su derecho a vivir y disfrutar no sólo de su familia biológica, sino también de su familia afectiva, y de su identidad dinámica tal como él mismo la percibe y ha expresado, de su integridad personal, libertad de pensamiento y expresión, a tener un nombre y apellido que lo identifique y con los que se sienta identificado», prosigue el fallo de la jueza.

Como remedio al intríngulis jurídico, la magistrada consideró que «la aplicación directa de la Constitución y los Tratados de Derechos Humanos vigentes en nuestro derecho positivo nos permiten romper este binarismo filial, respetar la dignidad de las personas involucradas y, fundamentalmente, tener en miras lo que es mejor para los niños atravesados por estas situaciones».

Además, sostuvo que «el amor familiar, el amor que cimenta y construye los vínculos y lazos más allá del parentesco sanguíneo, no puede ser encasillado, encorsetado, en la letra fría y textual de una norma que -entiendo-, ofrece un estándar mínimo, pero no único para la vida de las personas y sus múltiples posibilidades de formar sistemas familiares».

En otro tramo de la sentencia, la jueza indicó que luego de una audiencia en la que escuchó a las partes, «pude advertir la genuina preocupación y el sincero amor que tanto la mamá como el papá biológico y el papá socioafectivo sienten hacia A.A., sus deseos de apoyarlo en la decisión que ha tomado, en acompañar, involucrarse y estar presentes a lo largo de este proceso».

Respecto al sentimiento del pequeño, el fallo rescató lo dicho por el apoderado de la madre: «El niño tiene una madurez suficiente para su edad y nuestra parte entiende que lo manifestado en la audiencia es su sentir y nuestra intención es que respete su decisión y su voluntad».

«Pude advertir la genuina preocupación y el sincero amor que tanto la mamá como el papá biológico y el papá socioafectivo sienten hacia A.A., sus deseos de apoyarlo en la decisión que ha tomado, en acompañar, involucrarse y estar presentes a lo largo de este proceso que, si bien se ha iniciado en lo judicial, impacta, sin lugar a dudas y de forma rotunda, en la constitución de un sistema familiar ampliado, con la incorporación de nuevxs integrantes, que no necesariamente han de excluir a lxs que ya estaban, y que son importantes para A.A.», explicó la magistrada.

La jueza consideró que «estxs adultos han sabido ir más allá de sus intereses y sentimientos personales. Han puesto la mirada en lo que es mejor para A., antes de lo que sea mejor para ellxs mismxs. Esto es, nada más y nada menos, que respetar la identidad del niño».

Por este cúmulo de razones, la jueza Malvestiti señaló que hará «lugar a la demanda de filiación peticionada por P., declarando que el niño también es su hijo, sin desplazar al progenitor socioafectivo reconociente, ordenando en consecuencia que se confeccione una nueva acta de nacimiento y un nuevo documento de identidad que reflejen los vínculos familiares plurales -manteniéndose el mismo número de documento nacional de identidad (DNI)-, nombres y apellidos con los que ya es conocido, teniendo en miras, conforme A. lo ha expresado, que esta decisión es la más justa y equitativa para su vida y la que mejor respeta su interés superior».

Carta de la jueza al niño

La magistrada escribió una carta dirigida a A.A. para que su madre le lea, en la que le explicó que “los vínculos no se tratan de historia o sangre; es mucho más fuerte que eso; necesitás el sentimiento de amor para crearlos”.

El texto de la misiva está incorporado al fallo bajo el subtítulo “Palabras finales” y expone la sensibilidad de esta magistrada de Familia.

“Dedico en este apartado unas palabras para A.A., para contarle brevemente de qué se trata lo que aquí he decidido, solicitando a su mamá que se las lea en el momento que ella considere más adecuado”, explicó.

El texto completo

Te escribo para decirte que ya llegamos al final del trámite que te comenté cuando viniste a mi oficina, en diciembre del año pasado, para charlar con Hugo y conmigo.

¿Te acordás que esa mañana te dijimos que él y yo estábamos para escucharte, para saber lo que vos pensabas de este tema y para hacer lo que te hiciera sentir mejor?

Bueno, eso es lo que ahora te está leyendo tu mamá, lo que ese día nos dijiste que querías.

Vos ya sabés que A. es el papá con el que viviste desde que naciste, tenés su apellido, te ama mucho, te cuida, te acompaña y al que vos también amás y querés que eso siga igual.

También sabés que R. es tu papá de sangre, que también te ama mucho, que quiere ser parte de tu vida, cuidarte, acompañarte.

Es verdad que con él hace menos años que estás, pero con paciencia y con mucho amor, se van a ir conociendo cada vez más.

Me enteré que Naruto Uzumaki es tu héroe favorito. Yo también lo conozco, porque cuando mis hijos eran chicos, lo miraban, y ahora, que ya son muy grandes, siguen siendo fanáticos de Naruto.

Después de escucharte, y de volver a leer todo lo que me dijiste, me doy cuenta que tenés muchas de las cualidades lindas de Naruto: el optimismo, la determinación para lograr sus metas y siempre estar cuidando a sus amigos, a las personas que quiere, como vos hacés con A., tu abuela M., R.

Y hay algunas frases que Naruto dice que también parecen hechas para vos.

Por ejemplo, “Cuando las personas están protegiendo algo realmente especial para ellos, pueden volverse…tan fuertes como pueden ser”: vos te volviste muy fuerte y nos dijiste qué querías.

Y otra que dice “Los vínculos no se tratan de historia o sangre. ¡Es mucho más fuerte que eso! Solamente necesitas el sentimiento de amor para crearlos”. Bueno, vos nos mostraste que con tu amor y el de A., crearon un vínculo que va más allá de la fuerza de la sangre.

Hay otra frase en la que no estoy tan de acuerdo con Naruto: “Los niños no pueden elegir a sus padres, pero sí pueden elegir a sus amigos”, porque vos sí has elegido a tus padres; has tenido la valentía, el coraje y la voluntad para decirme que elegís tener dos papás, A. y R., y que querés seguir llevando los mismos apellidos que tenés, sin cambiarlos.

Por eso te felicitamos, por ser un niño tan valiente y animarte a decir lo que sentís, y por tener tanto amor en tu corazón, que en vez de elegir a un solo papá, dejaste al que estaba y agregaste a uno más. Vos también sos un héroe para tu familia y tus amigos.

Para terminar, así no te aburrís con tantas palabras, te cuento que vas a tener un acta de nacimiento nueva (el papel en el que dice tu nombre, apellido, día que naciste, quienes son tu mamá y tus papás) y un documento de identidad nuevo, donde además de A. también va a figurar R. como tu papá, así, cuando los leas, te quedás tranquilo que hicimos lo que vos nos pediste, y que no tenés que cambiar tu apellido.

Te mando un beso enorme, seguí disfrutando de las historias de Naruto y de tu familia, que ahora es más grande que antes”.

Marisa.

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