Venezuela denunció este sábado como una «amenaza colonialista» a su soberanía la advertencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de un cierre total del espacio aéreo venezolano. Así lo indicó en un comunicado de la Cancillería en una nueva escalada de tensiones con el presidente Nicolás Maduro.
“Venezuela denuncia y condena la amenaza colonialista que pretende afectar la soberanía de su espacio aéreo, una nueva agresión extravagante, ilegal e injustificada contra el pueblo de Venezuela”, señaló un comunicado difundido en Telegram por el ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil.
“Este tipo de declaraciones constituye un acto hostil, unilateral y arbitrario, incompatible con los principios más elementales del Derecho Internacional y que se inscribe en una política permanente de agresión contra nuestro país, con pretensiones coloniales sobre nuestra región de América Latina», remarcó.
venezuela-comunicado-29nov2025“Responder con dignidad”
Además, el Gobierno de Maduro denunció que tales afirmaciones representan una amenaza explícita del uso de la fuerza, que, asegura, está prohibida de forma clara por la Carta de la Naciones Unidas, y consideró que se trata de un intento de intimidación. “Venezuela exige respeto irrestricto de su espacio aéreo, protegido bajo las normas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)”, agregó la nota, que subrayó igualmente que este país sudamericano no aceptará órdenes, amenazas ni injerencias provenientes de ningún poder extranjero.
“Ninguna autoridad ajena a la institucionalidad venezolana tiene facultad para interferir, bloquear o condicionar el uso del espacio aéreo nacional”, agregó.
En ese sentido, la Administración de Maduro aseguró que con la declaración de Trump, Estados Unidos ha suspendido, de manera unilateral, los vuelos de migrantes venezolanos. “A esta altura se han realizado 75 vuelos de repatriación de 13.956 migrantes venezolanas y venezolanos que han sido recibidos con amor y solidaridad absoluta”, mencionó la Cancillería, en referencia al acuerdo alcanzado en enero pasado por ambas naciones, que no mantienen relaciones diplomáticas desde 2019.
“Hacemos un llamado directo a la comunidad internacional, a los gobiernos soberanos del mundo, a la ONU y a los organismos multilaterales correspondientes, a rechazar con firmeza este acto de agresión inmoral que equivale a una amenaza contra la soberanía y seguridad de nuestra Patria, del Caribe y el norte de Sudamérica”, declaró. “Venezuela sabrá responder con dignidad, con legalidad y con toda la fuerza que otorgan el derecho internacional y el espíritu antiimperialista de nuestro pueblo”, enfatizó.
La presión de Trump
En su amenaza, Trump escribió en su red social, Truth Social: “A todas las aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas: les rogamos que consideren que el espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores permanecerá cerrado en su totalidad», sin aclarar ninguna circunstancia relacionada con el cierre.
El mandatario estadounidense difundió el mensaje después de que el diario The New York Times informara de una presunta conversación telefónica que sostuvo con Maduro para explorar un posible encuentro, aunque ese contacto no ha sido confirmado ni desmentido oficialmente por ninguna de las partes.
La noticia de la conversación se conoció un día después de que Trump advirtiera que sus Fuerzas Armadas actuarán muy pronto en tierra contra supuestos narcotraficantes de Venezuela, mientras mantiene el despliegue naval en el Caribe.
El pasado 21 de noviembre la Administración Federal de Aviación (FAA) de EE.UU. instó a extremar la precaución al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe ante lo que considera “una situación potencialmente peligrosa” en la zona, lo que desató una seguidilla de cancelaciones de vuelos desde y hacia Venezuela, que, en respuesta, revocó las concesiones de operación a seis aerolíneas internacionales.
La advertencia de Trump se produce en el contexto de los bombardeos estadounidenses contra lanchas en el Caribe, que han causado varios muertos y que Washington defiende como parte de su lucha contra el narcotráfico, pero que Caracas denuncia como una amenaza que busca propiciar un cambio de gobierno.
Doctrina Monroe reformulada
El politólogo y docente de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), Sergio Guzmán, explicó a Página/12 que todas estas acciones de Trump forman parte de una reformulación de la doctrina Monroe, versión siglo XXI. Esta doctrina, propuesta por el presidente estadounidense James Monroe en 1823, sostenía la idea de “América para los americanos”, en rechazo a la intervención europea en los asuntos del continente americano.
“Es una injerencia en los asuntos internos de otro país con la excusa siempre del narcotráfico, pero además de eso lo que intenta Trump no es otra cosa que la instalación de una agenda internacional que siempre pretende llevarla él adelante”, sostiene el analista. “Él marca los temas: si no es Ucrania, es Gaza, es Rusia, es China, pero él siempre pretende llevarse toda la atención de la prensa mundial hacia ese tipo de temas y no hacia la gravísima crisis política que tiene internamente en momentos en los que por presión ha tenido que desclasificar los archivos que lo involucran con la situación de Jeffrey Epstein”, subrayó.
En ese marco, el politólogo sanjuanino indicó que el envalentonamiento de Trump es siempre en esta región del mundo y con adversarios o enemigos selectos, en este caso Nicolás Maduro. “Hace un par de semanas se reunió con el presidente chino Xi Jinping para tratar cuestiones comerciales y con el presidente ruso Vladimir Putin en Alaska: hay algunos líderes a los que se le anima y a otros que no, y a esos los respeta”, afirmó.
Denuncia de los demócratas
Mientras tanto, un conjunto de congresistas demócratas acusaron al secretario de Defensa, Pete Hegseth, de cometer homicidio y crimen de guerra después de que el viernes la prensa estadounidense revelara que Estados Unidos atacó dos veces una misma embarcación en el Caribe para matar a los sobrevivientes.
Según el diario The Washington Post, que citaba a dos fuentes con conocimiento directo de la operación, después de que el primer misil impactara en el barco los comandantes se percataron de que había dos tripulantes que se aferraban a los restos de la embarcación. El comandante a cargo del operativo ordenó entonces un segundo ataque para cumplir con las instrucciones de Hegseth, que había ordenado matar a todos los presentes en el barco.
Sam Liccardo, congresista por California, aseguró en la red social X que si las acusaciones son verídicas, Hegseth debería considerarse plenamente responsable de homicidio. El demócrata respondió a una publicación del funcionario en la que defendía la legalidad del primer ataque contra una lancha de presuntos narcotraficantes en el Caribe el pasado 2 de septiembre.
Seth Moulton, congresista por Massachusetts, se unió a las críticas contra el Gobierno de Donald Trump y aseveró en X que matar a los sobrevivientes era totalmente ilegal. “La idea de que los restos de una pequeña embarcación en un océano inmenso supongan un peligro para el tráfico marítimo es claramente absurda”, apuntó. “Aunque llevará tiempo, los estadounidenses serán juzgados por ello, ya sea como crimen de guerra o como asesinato a sangre fría”, agregó.
Por Axel Schwarzfel, en Página/12
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