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La Corte Suprema de Chile elevó las penas de nueve militares retirados de la dictadura de Augusto Pinochet que participaron en la llamada “Caravana de la muerte”, ocurrida durante las primeras semanas de la dictadura y que condujo al asesinato de 15 personas partidarias de Salvador Allende.
El aumento de las sentencias comprende al brigadier Pedro Espinoza y el coronel Juan Chiminelli, sentenciados previamente a cinco años de cárcel. Ahora enfrentan 15. Otros seis militares también recibieron aumentos de penas de entre cinco y diez años.
De igual manera, el general retirado Juan Emilio Cheyre, por su complicidad en el caso, fue sentenciado a cinco años de prisión, pero se le entregó el beneficio de cumplir su sentencia en libertad vigilada, además de que todavía enfrenta cargos por malversación de fondos públicos.
Asimismo, la justicia chilena ordenó a la administración fiscal pagar a los 32 familiares de las víctimas una reparación de 3,6 millones de dólares. Esta revisión del caso se da en el contexto del aniversario 50 del golpe de Estado.
Luego del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, Augusto Pinochet ordenó «recorrer diversas ciudades del país, para acelerar los procesos que afectaban a detenidos políticos y (…) proceder a ejecutarles», para lo cual designó una comisión militar encabezada por el general Sergio Arellano.
La comitiva recorrió el país en helicóptero y en la región de La Serena 15 partidarios del derrocado Gobierno de la Unidad Popular fueron llevadas a un polígono de tiro, donde de acuerdo con el tribunal fueron «ajusticiadas sin juicio previo, mediante disparos efectuados por personal del Ejército, algunos de ellos rematados con un tiro de gracia».
