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Tardaron tres horas en dar aviso a la justicia de que se les había muerto un interno. Maltrataron al ayudante del fiscal y dieron explicaciones confusas. Por estas razones, el subdirector del penal de Villa Gorriti, Diego Ruiz, y otros siete agentes penitenciarios fueron detenidos por orden del fiscal Gustavo Araya, quien investiga las circunstancias en que murió Nelson Cardozo, el joven que apareció muerto en su celda este martes por la mañana. También quedaron detenidos dos internos, compañeros de celda de Cardozo.
Araya denunció que las autoridades del Servicio Penitenciario retrasaron la información: “Me avisaron tres horas después de la muerte de Cardozo, y el ayudante fiscal Sergio Valdecanto fue tratado de manera displicente por el personal del Servicio Penitenciario, entre ellos Ruiz».
Araya rechazó de plano el comunicado brindado por el Servicio Penitenciario de la provincia que habla de suicidio: «No me consta nada, si fue suicidio u homicidio». La respuesta aparecerá luego de la autopsia, que realizan esta mañana los forenses Robles Abalos y Guzmán, junto a peritos de partes, en representación de la familia.
La justicia no solo investiga la muerte de Cardozo sino además la actuación de los penitenciaros en las horas que siguieron al hallazgo de su cuerpo, ahorcado en su celda. Es que familiares del joven llegaron hasta el penal para saber qué había pasado, y ante la falta de respuestas claras por parte del personal penitenciario se generaron momentos de tensión, que tuvieron réplicas dentro del establecimiento.
Llegó la policía, hubo gases, bombas de estruendo, confusión y un comienzo de motín detrás de los muros que fue sofocado por los guardiácarceles y la Infantería.
El saldo: 40 personas heridas, entre familiares, internos y personal penitenciario; balas de goma y gases lacrimógenos contra personas que solo querían saber qué había pasado con su pariente dentro de su celda, y ocho uniformados detenidos e imputados, entre ellos el subjefe del Servicio Penitenciario.
Los hechos
Nelson Mariano «Pocho» Cardozo, de 21 años, fue hallado sin vida dentro de su celda antes del mediodía de este martes. Lo encontraron sus compañeros, ahorcado. Los internos se enfrentaron con los guardiacarceles y hubo un inicio de motín que fue desactivado por la fuerza, mientras fuera del penal los familiares reclamaban explicaciones sin que nadie se las diera.
Unos 15 internos quedaron heridos, algunos con fracturas en las piernas y principio de asfixia, y fueron atendidos en el hospital Pablo Soria, al igual que una decena de uniformados que presentaban golpes y contusiones.
Del lado de afuera, ante la falta de información oficial, hubo incidentes entre los infantes policiales apostados y los familiares de Cardozo, con balas de goma, petardos y lluvia de piedras. Llegó la calma, pero los incidentes volvieron un rato antes de la medianoche, con represión incluida, en las inmediaciones del penal.
Familiares del joven Cardozo fueron repelidos por balas de gomas y quedaron internados en el Soria con custodia policial, por estar detenidos e imputados por resistencia a la autoridad.
La requisa que se realizó en los pabellones dio como resultado el hallazgo de más de un centenar de facas y otros elementos punzocortantes. Algunos hablan de tumberas, pero esto no es oficial.
El joven Cardozo era sobrino de Alberto Beto Cardozo, dirigente de la organización social Tekuré, uno de los presos políticos por causas vinculadas con la Tupac Amaru. Nelson estaba alojado en el penal de Gorriti desde el mes de agosto, procesado acusado de ser uno de los autores del homicidio de Sergio «Gitano» González, hecho ocurrido el 25 de diciembre de 2014 en San Francisco de Alava.
