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En medio de la crisis, la sorpresa y el vértigo con que se sucedieron los últimos cambios en el gabinete nacional, con los cuales el presidente Macri intenta vover a tomar el control de unas variables económicas desbocadas, hubo algunos detalles que quedaron de lado.
Uno de ellos es la normativa legal que obliga a que el pliego del presidente del Banco Central de la República Argentina sea aprobado por la Cámara de Senadores de la Nación para que la designación puede hacerse efectiva de manera plena.
En ese punto, Luis Caputo, el candidato de Macri que ya está provisoriamente en funciones, no las tendría todas consigo. Una de las razones es que, a diferencia de su antecesor, Federico Sturzenegger, no ostenta un curriculum académico ni antecedentes que acrediten su idoneidad para ejercer un cargo tan importante.
Pero además, la ex ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires Silvina Batakis dio otro motivo: «Va a ser difícil que pueda pasar el pliego de Caputo, no solo por su falta de experiencia y condiciones académicas, sino por todas las respuestas que debe dar en base a las offshore que tiene”.
Lo cierto es que el funcionario tiene allí un problema grande, si es que los senadores se ponen rigurosos. Pese a que intentó negarlo a nivel local, documentos presentador por la offshore Noctua ante las autoridades de Estados Unidos confirman que Caputo era dueño de esa compañía y que no lo reflejó en su declaración jurada como correspondía.
También podría exigírsele que diera cuentas de las operaciones que desde el gobierno favorecieron a Axis, otro fondo de inversión del cual Caputo fue fundador y en el cual tiene derivadas buena parte de sus finanzas personales.
