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Una emotiva charla protagonizó el reconocido director de fotografía jujeño Felix Chango Monti ayer, en la última jornada del Primer Festival Internacional de Cine Ventana Andina que se desarrolló durante toda la semana en la provincia de Jujuy. El especial encuentro contó con una moderadora de lujo, la productora Lita Stantic, quien hizo las veces de reportera y coordinó la reunión.
“El jujeño Felix Monti y el salteño Miguel Rodríguez formaron a todos los directores de fotografía del cine nacional en los últimos cincuenta años, a lo mejor es la luz del norte la que crea grandes profesionales”, dijo Lita Stantic durante el encuentro.
Monti, oriundo de La Quiaca, habló sobre sus inicios en el mundo del cine y sobre cómo se inclinó hacia la dirección de fotografía: “Los caminos no son siempre directos, vamos buscando una huella. Mi primera intención era la plástica, después la escenografía en teatro, pero por la amistad de mi familia con Hugo del Carril fui una vez a los Estudios San Miguel durante el rodaje en 1954 de ‘La Quintrala‘ y quedé atrapado por el trabajo del director de fotografía que era Pablo Tabernero. Al entrar al estudio estaban rodando la escena de un terremoto con un gran despliegue, con gran fuerza de imagen y movimiento. Pablo era una especie de mago que manejaba todo y él se convirtió en mi maestro, ahí comencé en año intenso de formación”.
Destacando la figura de Tabernero dijo: “Él nos permitía desarrollarnos, pensar, comprender la diferencia entre un hecho común y la magia que ese hecho nos produce. Por ejemplo, en las montañas de La Quiaca donde nací yo percibí que el sol nace por el oeste, porque la luz aparece en las montañas, al contrario de todo el mundo, el amanecer va hacia el oeste y además la luz baja. Son sensaciones que te van alimentando y crean la necesidad de buscar la luz, la sombra, el color, la construcción de una oración”, indicó.
Después explicó que en los años 60 el cine en estudios tuvo su ocaso y comenzó una nueva etapa más vinculada a las locaciones: “En esta época trabajábamos analizando cada escenario como a un personaje más, fue un período de enriquecimiento. En este lapso estuve muy ligado a un gran amigo Miguel Rodríguez, con quien experimentábamos con la imagen”, expresó y emocionado con lágrimas y voz quebrada evocó al salteño que fue otro gran artista de luz.
En este punto intervino Stantic y subrayó la trayectoria de Monti y Rodríguez: “Uno es jujeño, el otro es salteño; a lo mejor es la luz del norte la que crea grandes directores de fotografía”, manifestó, resaltando que ellos fueron quienes formaron de alguna manera a todos los que se dedicaron a esta actividad en los últimos cincuenta años de la historia del cine argentino. “Son figuras realmente muy importantes”, señaló.
Retomando la charla, Monti relató que en los 60 buscó el camino del aprendizaje en el medio publicitario donde conoció al director Luis Puenzo con quien luego trabajo en el film ganador de un Oscar en 1986 “La historia oficial”. Sobre esta producción contó: “Esa es la primera película por la que me siento responsable como autor aunque antes había hecho otras cosas”, reveló. Y dijo que la tarea del director de fotografía se cristaliza cuando: “todo lo técnico está subordinado y al servicio de la expresión y la creación”.
Asimismo brindó detalles específicos relacionados con su labor: “La mirada es lo importante es decir las imágenes tácitas -una cama, una mesa vacía una puerta que se cierra-, son elementos que construyen un tempo, construyen una oración y transmiten un mensaje”. Y definió a la luz como “la música muda”: “Es intensa, suave, trágica, romántica, amable, agresiva, la luz transmite como en una construcción musical los sentimientos internos que van llevando la historia”, expresó.
Seguidamente respondió inquietudes de la nutrida concurrencia presente en la ocasión y se despidió entre manifestaciones de cariño de jujeños y visitantes.
