Ana Juárez Orieta, titular de la Dipec.

Al medir el empleo, el gobierno provincial incluye a vendedores ambulantes, empleados en negro y los que hacen changas

Con bombos y cornetas se anunció que, en contrario de lo que ocurrió a nivel nacional, el desempleo bajó en la provincia de Jujuy. Sin embargo, al acercar la lupa a los datos de la Dirección Provincial de Estadística y Censos (Dipec), se advierte que las mediciones de personas con trabajo incluyen a vendedores ambulantes, monotributistas y empleados en negro, reflejando el modo en que la crisis opera en la provincia. El festejo se desluce además porque los datos corresponden solo a San Salvador de Jujuy y Palpalá, dejando afuera las zonas más castigadas. La industria, el servicio doméstico y el comercio son los sectores que expulsaron a mayor cantidad de trabajadores.

La titular de la Dipec, Ana Juárez Orieta, brindó una conferencia de prensa para ampliar la información difundida por el Indec sobre el mercado laboral jujeño. «A pesar de que a nivel nacional la desocupación ha subido un 0,9 por ciento, en la provincia de Jujuy hemos bajado la desocupación», confirmó la funcionaria.

En Jujuy, la desocupación en el primer trimestre del año había medido 7,1 por ciento, mientras que para el segundo trimestre el número bajó a 5,8. «El mercado ha absorbido no solo lo que quedó fuera del mercado formal, sino un poco más», amplió Juárez Orieta, y precisó que son 8000 las personas «que buscan trabajo y no lo consiguen».

La diferencia entre los porcentajes correspondiente al primer y al segundo trimestre corresponde a 4000 personas que fueron absorbidas por el mercado laboral. Según Juárez Orieta, entre estos hay vendedores ambulantes que hacen aportes, como los monostributistas, y lo que denominó «asalariados sin aportes jubilatorios», y dio como ejemplo a los vendedores ambulantes, cuentapropistas, personas que hacen changas y trabajadores en relación de dependencia a los que sus empleadores no les hacen aportes. Es decir, trabajadores en negro.

«Hay personas que se han descolgado del mercado formal, que se han quedado sin trabajo, pero afortunadamente en la provincia de Jujuy el mercado informal ha podido absorberlos, cosa que no ha pasado a nivel nacional», celebró la funcionaria.

Por otro lado, aumentó un 3,4 por ciento la subocupación horaria, que es la que corresponde a las personas que trabajan menos de 36 horas semanales. «Hay una serie de empresas que están disminuyendo la cantidad de horas trabajadas para pagar menos sueldos, explicó la titular de la Dipec.

Si bien en Jujuy es incipiente, la industria manufacturera es la que más ha expulsado a trabajadores, a igual que en el resto del país. Le siguen el trabajo doméstico y el comercio.

Para explicar la incorporación de esas 4000 personas al mercado laboral, aun en condiciones precarias, Juárez Orieta indicó que la inserción se dio a través de los convenios del Ministerio de Trabajo con el sector privado y del plan de inserción laboral. «Tiene que ver con la gestión del gobierno, sabiendo que estamos en una crisis, para que las personas no se queden sin un ingreso que les garantice poder alimentarse», señaló.

Consultada sobre el índice de pobreza, aclaró que el número se conocerá la semana próxima, y recordó que la última medición, correspondiente al año pasado, alcanzó en Jujuy el 24,2 por ciento.

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