El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) se transmite a través de alimentos contaminados por la bacteria Escherichia coli que puede encontrarse en carne sobre todo molida y con escasa cocción; en lácteos o jugos no pasteurizados o que perdieron la cadena de frío y en frutas y verduras crudas.
El contagio también puede darse por el consumo de agua no potabilizada, por la falta de higiene de manos de quien manipula o prepara alimentos y/o en piletas o piletines no clorados.
¿Cuáles son los síntomas?
Esta patología produce diarrea, con o sin sangre; vómitos; palidez, irritabilidad e incluso convulsiones. También puede presentarse anemia e insuficiencia renal, es decir daño en los riñones, manifestada en principio, en la disminución de la cantidad de orina y puede provocar la muerte. Por ello, es fundamental acudir a la consulta médica inmediata al centro de salud más cercano al domicilio.
¿Cómo se puede prevenir?
Primero, con el lavado de las manos con agua y jabón antes de comer o manipular alimentos; y después de tocar carnes crudas, ir al baño o cambiar pañales. Los más chicos también deben hacerlo.
Es imprescindible cocinar las carnes de manera completa hasta que no queden partes rojas o rosadas
Evitar siempre el contacto de la carne cruda con otros alimentos. Para cortar alimentos, no usar el mismo cuchillo o superficie (tablas, mesadas) utilizado para cortar carnes crudas sin antes lavarlo bien con agua y detergente
Lavar bien las frutas y verduras
Los lácteos deben comprarse y consumirse con adecuadas fechas de vencimiento y sin que pierdan la cadena de frío
Siempre utilizar agua segura para beber, cocinar e higienizarse
En la heladera, el pescado, el pollo y demás carnes crudas se deben guardar en estantes bajos y dentro de recipientes cerrados para evitar que los jugos contaminen o caigan en otros alimentos
Evitar que los niños coman en puestos ambulantes o comidas rápidas como hamburguesas o panchos
Cuidar que el agua de piletas y piletines se renueve con frecuencia, recordando el uso de productos para clorar.