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Una familia de cuatro miembros necesitó en septiembre 1.176.852 pesos para no ser pobre, según el relevamiento mensual del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La cifra refleja el costo de la Canasta Básica Total, que mide los bienes y servicios esenciales para cubrir las necesidades de un hogar compuesto por dos adultos y dos niños. En el mismo período, la Canasta Básica Alimentaria, que define la línea de indigencia, se ubicó en 527.736 pesos.
De esta forma, ambas canastas registraron un aumento de 1,4 por ciento respecto de agosto.
En los últimos doce meses, la Canasta Básica Total avanzó 22 por ciento, mientras que la Alimentaria lo hizo 23,1. En el acumulado de los primeros nueve meses del año, las subas fueron de 14,9 y 17,5 por ciento, respectivamente.
En todos los casos, los incrementos se ubicaron por debajo del Índice de Precios al Consumidor de septiembre, que alcanzó 2,1 por ciento, lo que implica que los alimentos y servicios esenciales tuvieron una variación más moderada que el promedio general de precios.
La medición del organismo estadístico permite dimensionar las diferencias según el tamaño del hogar. Un grupo familiar de tres integrantes necesitó 936.911 pesos para cubrir la Canasta Básica Total, mientras que para un hogar de cinco personas el umbral ascendió a 1.237.789 pesos. En el caso de la Canasta Básica Alimentaria, los montos fueron de 420.140 y 555.063 pesos, respectivamente.
Si bien términos interanuales, los precios de los bienes esenciales se incrementaron por debajo de la inflación general, su impacto sigue siendo determinante en el poder adquisitivo de los hogares con menores recursos.
