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El infectólogo Carlos Remondegui advirtió que en Jujuy se deberían hacer 10 veces más pruebas PCR por coronavirus, para tener una muestra más cercana a la realidad. En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), puso el ejemplo de Formosa, «una provincia tan pobre como la nuestra, donde hacen más de 3500 PCR por día, mientras en Jujuy estamos cerca de los 200».
Explicó que «no sería complicado» aumentar la cantidad de testeos, pues el Instituto Malbrán tiene capacidad para procesar miles de muestras por día. Sobre la posibilidad de que esas pruebas se realicen en la provincia, señaló que «tecnológicamente estamos en condiciones de hacer más cantidad».
«Hoy hay provincias tan pobres como la nuestra, por ejemplo Formosa, que hacen más de 3500 PCR por día. Y acá estamos cerca de los 200. Esto se tendría que mejorar, volver a invertir», precisó, y detalló las ventajas que tendría el aumento de testeos: «Eso da un manejo de la situación, además de la genovigilancia, que es ver cuáles son las cepas que circulan y en qué momento cambian».
Remondegui reveló: «Yo lo sugerí hace meses, no sé si se esta haciendo actualmente».
Para el especialista, «no es complicado» reforzar los testeos: «El Instituto Malbrán lo puede hacer, se mandan muestras de laboratorio todos los días».
Si bien en Jujuy se están procesando muestras en el Hospital de Niños, en el Ministerio de Salud y en el Hospital Pablo Soria, Remondegui no conoce las razones por las que no se intensifica el trabajo.
Volviendo al caso de Formosa, expresó: «Obviamente que hay errores, pero hay que ver toda la película. Ellos tienen una positividad muy baja porque hacen 3500 PCR por día».
Consultado sobre su lectura de la situación general de la pandemia, consideró que «a nivel país estamos en la puerta de la segunda ola». Y respecto de Jujuy, remarcó: «Estamos con cierta tranquilidad, pero la situación es inquietante porque tenemos una tasa de positividad importante».
En este sentido, sentenció: «No podemos hacer la siesta, para nada. Al contrario, estamos preocupados por lo que pasa en la nación y en el mundo, y la llegada de nuevas cepas a Jujuy sería una cosa muy peligrosa».
El profesional graficó cómo se da la aparición de diferentes variantes o cepas del virus: «Ahora ya estamos lejos de la cepa primitiva de China. Es como un árbol, precisamente el árbol genético del virus. A medida que, por la multiplicación y por errores en la reproducción, el virus se va alejando del tronco, se van formando nuevas variantes, cada vez más distintas a la original. Hasta que en un extremo de la rama más chiquita, es prácticamente otro virus, aunque con una genética similar».
-¿La aparición de estas variantes va a hacer que la pandemia sea más larga?
-Hay que verlo como si estuviéramos dentro de una mamuschka: son epidemias dentro de otras epidemias. La cepa británica es cada vez más prevalente en Sudamérica, como ya pasó en Europa, donde es entre el 60 y el 70 por ciento de los casos. Y tiene más mortalidad. Después siguen la brasileña, la amazónica y la de Sudáfrica, de entre un 3 y un 4 por ciento en la distribución mundial. Ahora parece que la británica va a ser la dominante. Lo negativo de esto es que se transmite más fácil y tiene más mortalidad que las otras cepas.
-¿Esta segunda ola va a ser peor que la primera?
-Va a ser peor si entra esta cepa británica o la de Manaos, por la mayor contagiosidad que tienen. Eso causaría más complicaciones, internaciones, etcétera, como pasó en muchos países de Europa.
-¿Las personas vacunadas pueden infectarse?
-Hay estudios recientes que muestran que personas que han tenido la primera dosis se han infectado, pero son muy pocos los casos. No es un problema para sobredimensionar.
