Cumbre del ALBA arrancó con reproches a EEUU por su «egoísmo» durante la pandemia de coronavirus

La vigésima cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) comenzó hoy en La Habana con fuertes críticas «al egoísmo político» de Estados Unidos, y con la intención de avanzar en una estrategia que garantice la autosuficiencia alimentaria y de medicamentos a los 10 países de esta alianza.

«Consciente de la dramática situación generada (por la pandemia de coronavirus), el imperialismo estadounidense no solo no detuvo sino que reforzó sus planes de dominación hegemónica sobre nuestra región», denunció el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en su discurso de apertura de la cumbre del ALBA-TCP, en el Palacio de la Revolución.

La primera cumbre presencial del ALBA desde 2019 inició con la participación de seis jefes de Estado de la alianza, fundada hace 17 años por los fallecidos comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez para contrarrestar el intento de Estados Unidos de crear el ALCA, un proyecto de acuerdo comercial regional que nunca llegó a cristalizarse. La alianza se integra por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominicana, Antigua y Barbuda, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves y Granada.

De acuerdo con el presidente cubano, la «terrible» emergencia global de la salud no impidió «que se continuaran tomando decisiones neoliberales», informó la agencia de noticias AFP. «Por puro egoísmo político y frío cálculo económico se desaprovechó la velocidad con la que los científicos encontraron vacunas para inmunizarnos contra el virus con el sar-cov-2», agregó.

Díaz-Canel lamentó que la cooperación internacional haya quedado relegada, privilegiando intereses nacionales de países que disponían de mayores recursos para enfrentar la pandemia.

Cuba, el único país latinoamericano que creó sus propias vacunas contra la covid-19, compartió los inmunizantes con varias de estas naciones aliadas.

En tanto, en su primera participación en una cumbre del ALBA, el presidente de Bolivia, Luis Arce, pidió aprovechar la resistencia de la alianza, que sobrevivió a diferencia de otros foros «neoliberales», para avanzar hacia la autonomía alimentaria y médica en especial en un contexto de «un neoproteccionismo absolutamente selectivo».

Asimismo, habló del riesgo que representa la pandemia, no solo para la vida y la economía mundial sino para la seguridad alimentaria y médica. «Por eso nos animamos a proponer ser autosuficientes en la generación y producción de medicina para nuestros pueblos y apuntamos a garantizar la seguridad alimentaria» en el ALBA-TPC, expresó Arce.

Al llegar a Cuba en la madrugada, el boliviano traía consigo en el avión 15 toneladas de alimentos y cinco de medicamentos de ayuda para Cuba, que sufre una fuerte escasez. «Ante el recrudecimiento del bloqueo criminal impuesto por Estados Unidos a Cuba la respuesta de Bolivia siempre será más solidaridad», escribió Arce en Twitter a su llegada.

En la misma red social respaldó la propuesta de los países del ALBA sobre la liberación de patentes y que la ONU y los gobiernos trabajen conjuntamente para evitar el acaparamiento de vacunas y fomenten su acceso universal.

A su turno, Maduro cuestionó que los poderes capitalistas utilicen las nuevas variantes de la covid-19 para manipular y especular. «Será que los poderes de capitalismo mundial y los medios de comunicación y los laboratorios poderosos del mundo utilizan a veces algunas variantes para aumentar sus ganancias, para manipular la opinión pública, para manipular los precios de commodities», dijo Maduro, quien remarcó que cuando apareció la variante Ómicron el precio del petróleo pasó de 82 a 56 dólares en un día.

Por su parte, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien a último momento decidió acudir al encuentro, aseguró que la ALBA supo aportar, pese a las agresiones del imperialismo «que se caracteriza por predicar la paz y practicar la guerra, el terrorismo», señaló al hacer un largo recuento de lo que, dijo, fue una hostilidad sin precedentes contra su país, así como contra Bolivia y Venezuela. «Atacan, agreden, calumnian, difaman y cometen terrorismo, porque estamos construyendo un nuevo camino», enfatizó.

Esta cumbre del ALBA tiene lugar cuatro días después de que concluyera la Cumbre por la Democracia organizada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que recibió fuertes críticas de los integrantes de la alianza y a la que no fueron invitadas ocho naciones de América Latina, entre ellas Cuba, Nicaragua, Bolivia y Venezuela.

Agenda estratégica

El secretario ejecutivo del ALBA-TCP, Sacha Llorenti, presentó en la XX Cumbre el plan de trabajo para el próximo año, tras lo cual quedó aprobada la Declaración Final del encuentro.

Señaló que el plan pospandemia comprende distintas decisiones estratégicas en varias áreas, entre ellas la multilateral, con proyección de ampliar, afianzar y profundizar las relaciones con plataformas multilaterales de otras zonas geográficas. Entre otras proyecciones, se fortalecerá la presencia internacional en la defensa de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, la denuncia contra los bloqueos y la judicialización de la política.

Llorenti explicó que se vinculará la agenda social del ALBA-TCP con la agenda 2030 de las Naciones Unidas, y se mantendrá el apoyo al reclamo de reparación a los pueblos caribeños y originarios por los daños ocasionados por siglos de colonialismo, neocolonialismo y esclavitud.

Se trabajará para diseñar un plan integral de desarrollo económico, financiero y comercial de la Alianza, que se complementará con la reactivación de sus mesas técnicas para abordar numerosos asuntos e iniciativas, como el proyecto de Zona Económica ALBA-TCP. También se relanzará Pesca ALBA, Agricultura ALBA y PetroCaribe.

Agregó que en lo que respecta al área social, se relanzarán las misiones del ALBA-TCP y se convocará de modo permanente al Consejo Social para retomar el cumplimiento de compromisos anteriores.

Los propósitos de mantener la batalla de las ideas (con énfasis en las redes sociales) y de continuar trabajando en el ALBA Cultural, por su impacto en la defensa de la identidad, figuran entre las principales acciones en el área de la comunicación, cultura e identidad.

Además, se prevé reactivar los programas ALBA Salud y ALBA Alimentos, así como el fortalecimiento del transporte Intra ALBA.

La Secretaría Ejecutiva propuso crear un Observatorio contra la Injerencia. Recordó que en la denominada Cumbre por la Democracia, convocada por EE.UU., se habló de dedicar 400 millones de dólares para la injerencia. Se dijo que sería entregado a las llamadas ONG, cuando en realidad cumplen la política exterior de esos gobiernos.

El Observatorio elaborará un mapa sobre el destino de esos fondos y la aplicación de las políticas injerencistas contra los países del área, las cuales violan la Carta de las Naciones Unidas.

Durante su intervención, Llorenti recordó el espíritu con que los líderes revolucionarios Fidel Castro y Hugo Chávez crearon el ALBA en 2004. En ese sentido, citó a Fidel al expresar: «Tenemos la convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo que pueda derrotar la fuerza de la verdad y de las ideas».

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