Por Organización Campesina de Los Perilagos. Ante la inminente venta de tierras públicas en la zona de los diques La Ciénaga y Las Maderas, El Carmen, Jujuy: El 17 de enero de 2022, de una manera furtiva, oculto para la gran mayoría de los pobladores de la localidad de El Carmen, invisible para los y las jujeñas, el Gobierno de la Provincia de Jujuy ha lanzado una licitación para vender veinte lotes frente al Dique La Ciénaga.
El día jueves 3 y viernes 4 de febrero en el salón CulturArte de San Salvador de Jujuy, los funcionarios del “Ministerio de Ambiente” y de la Agencia de Desarrollo Sostenible los Diques abrieron los sobres que contenían las ofertas de dinero de quienes intentarán apropiarse de estos veinte lotes.
En la primera etapa del Proyecto Ecoparque la Ciénaga planean vender 68 lotes, de los cuales veinte han sido ofertados en esta primera licitación.
Lo más probable es que esta nueva licitación sea solo una puesta en escena, y que en realidad ya está arreglado de antemano con algunas empresas inmobiliarias, funcionarios del gobierno, funcionarios de la justicia o testaferros, el negociado y adjudicación de estas tierras públicas.
Recordemos que este es el segundo intento del gobierno de Gerardo Morales para iniciar la licitación de venta de tierras en la zona de los diques La Ciénaga y Las Maderas.
Hasta el momento la lucha de las familias campesinas organizadas ha impedido la realización de este negocio inmobiliario.
En el mercado inmobiliario, el precio de un lote de estas características ronda los 15 millones de pesos, mientras que el precio base que el gobierno ha puesto a los lotes varia de 4 millones a 7 millones de pesos. Las diferencias son más que evidentes. Un empresario inmobiliario, o algún otro interesado, puede comprar un lote a 4 millones y luego de que el Estado provincial invierta millones de pesos en obras como el tendido de energía eléctrica, red de agua, cloacas, calles, alumbrado, y con esto, el valor del mismo lote se triplique, podrán venderlo obteniendo una ganancia extraordinaria.
Esa ha sido la manera como los gobiernos, utilizando recursos públicos, han beneficiado el negocio y enriquecimiento de empresarios inmobiliarios.
Así se mercantiliza la naturaleza. Ese es el precio que le han puesto a todas las formas de vida que habitan el monte. Así se privilegia la ganancia capitalista y se degrada la biodiversidad. De esta forma se va consolidando el despojo de los bienes comunes.
Y mientras aumenta la riqueza de los más poderosos, la clase desposeída, los discriminados, los explotados vivimos cada vez en peores condiciones; los docentes, trabajadores municipales, trabajadores de la salud, etc. con salarios miserables, familiares de mujeres víctimas de feminicidio son intimidadas, multadas o directamente reprimidas por exigir justicia, la policía de la provincia infiltra agentes para espiar a las organizaciones sociales.
Advertimos que el gobierno le está dando autorización a las fuerzas policiales para que éstas realicen prácticas represivas cada día más antidemocráticas.
No vamos a tolerar ni una más de sus mentiras.
Ya en la audiencia pública realizada en el mes de agosto de 2021, ciudadanos, vecinos y vecinas del pueblo de El Carmen, familias campesinas, expresamos nuestro total rechazo al proyecto “Ecoparque Dique la Ciénaga”. De un total de 34 expositores, 31 personas exigieron que el proyecto no se realice.
Solo tres personas defendieron el proyecto, las tres son empleadas del gobierno, militantes de la Unión Cívica Radical y partes responsables del proyecto: Oscar Marcos Gutiérrez (arquitecto encargado del proyecto), Gabriela Vega (abogada de la Agencia de Desarrollo Sostenible los Diques) y Juan Carlos Carlos Contreras (administrador de la Agencia de Desarrollo Sostenible los Diques).
¿Cómo es posible que el gobierno no respete la decisión popular e intente imponer a la fuerza este proyecto?
Aquí queda expuesto de forma escandalosa, el AUTORITARISMO que despliegan de manera sistemática como método de gobierno y sometimiento de la clase desposeída y explotada.
Aquí compartimos algunos fragmentos de las exposiciones que criticaron, rechazaron, y denunciaron el verdadero interés del gobierno.
Gisela Cisneros
“Parece que pretenden que las campesinas y los campesinos seamos siempre la clase obediente, la clase fácil de callar y someternos. Pero no, eso se terminó”
«Por eso vengo a manifestarles que estoy en contra del ecocidio, que es asesinato de nuestra flora y fauna, y que el gobierno de Gerardo Morales pretende llevar adelante. No se trata solamente de una destrucción del medio ambiente, sino también a la cultura, forma de vida, y trabajo de las pobladoras y pobladores”
Miguel Rodríguez
“Vengo a ratificar mi total desacuerdo con la ejecución de una megaurbanización en los diques, y la destrucción de los últimos montes nativos públicos que quedan en la zona; hogar de muchas especies aves, reptiles, pequeños mamíferos, infinidad de insectos que a diario veo en el predio. Especies en recuperación como el “caraguay” o las “charatas” que llegaron hace poco tiempo escapando de otras zonas depredadas buscando refugio”
“Gobierno provincial, Gobernador Gerardo Morales: ¡Respete la Pachamama! ¡Basta de atropellos al territorio de los Perilagos! ¡Vamos a seguir defendiendo todo lo que sea necesario! ¡Cuántas veces intente sobrepasarnos las mismas veces estaremos ahí resistiendo, haciendo valer nuestros derechos adquiridos! ¡Somos parte de la naturaleza, la defendamos!»
Esperanza Pereyra
“Cuatro proyectos hemos parado ya: Ecoparque, Parque ecológico, Ciudad Cultural, o como le quieran poner; nosotros lo hemos parado, lo hemos detenido; campesinos y campesinas ignorantes como nos tratan a veces. Nosotros si apostamos al progreso y el progreso está en la agricultura familiar, el progreso esta en los y las estudiantes que día a día nos formamos, tenemos formación dentro del movimiento, apostamos a la soberanía alimentaria, apostamos a una formación pluricultural”
Ricardo Guanuco
“Yo les voy a contar porque yo me crie y nací ahí y ahí fui a la escuela. En el año 69’ (1969) se empezó el Dique (Las maderas) y en el 79’ (1979) hemos tenido un desalojo, pero por el agua que ya empezaba a embalsar y había muchísima gente ahí, sacaron la escuela y éramos muchísimos: estábamos nosotros, los Juárez, los Mamani, los Cruz, los Miranda, y muchísima gente. Y ahora otra vez tenemos otro gran atropello que nos quieren sacar de nuestra tierra y nosotros no estamos de acuerdo, no vamos a permitir que otra gente pudiente venga a adueñarse de lo que nunca ha sido de ellos y por esa misma razón no estoy de acuerdo con eso”
Diego Patricio Soto
“Hay gente que vivía en el espejo de agua de Las Maderas y los sacaron directamente. A algunos les dieron lugares para que se vallan para parte de Los Naranjos, Las Lanzas, Los Cedros, El Algarrobal, y algunos directamente los sacaban de ahí y les decían: “bueno, alojate en donde vos puedas que ahora ese lugar es de la Nación”. Y ahora nos quieren quitar estos lugares, y eso yo no acepto, no estoy conforme con eso, y las cosas que quieren hacer con el nuevo proyecto tampoco estoy de acuerdo”
“Así que yo no lo acepto, realmente yo no lo acepto, no estoy conforme. Yo pienso que todos los campesinos de El Carmen, de Los Naranjos –algunos viven en El Carmen- apoyan todos que no hagamos destruir los campos, ni cortar los arboles del lugar”
Claudia Mamani
“Me llamo Claudia Raquel Mamani, soy poseedora, vivo en Los Naranjos desde hace cuatro décadas y soy miembro de la OCP (Organización Campesina de los Perilagos) y vengo aquí a reivindicar nuestro modo de vida y cultura y producción, y para ello es necesario que el medio ambiente que nos rodea se mantenga tal cual como esta, porque de otro modo se perderá. La urbanización, para nosotros, significa un brutal cambio en nuestras vidas y seguramente un desarraigo que nos llevara a abandonar nuestras tierras”
Laura Lamas
“Vengo en representación mía correspondiente al paraje Las Lanzas y quiero hacer saber que estoy en contra de las autoridades que quieren quitar los espacios verdes; espacios que, por cierto, nos quedan muy pocos. Dejen nuestra flora y fauna que hagan su curso naturalmente; ya no le quitemos más espacios a nuestros animales ni repriman a las personas que tenemos un espacio para trabajarlo y por la cantidad de años que habitamos alrededor de los perilagos”
Néstor Fernández
“Buenas tardes señores, mi nombre es Néstor Eduardo Fernández, sesenta y ocho años hace que vivo en el Dique La Ciénaga y estoy en contra del negocio inmobiliario porque entraron máquinas y recortaron la loma y cuando llueve se viene todo para abajo; tierra, piedras y todo eso, donde nosotros tenemos la casa a orilla de la ruta, y nos viene todo para la casa”
Cecilia Fernández
“Una pequeña reseña de histórica de mi familia. Ellos se criaron en el Dique La Ciénaga donde trabajaron la tierra, el maíz. Tenían sus animales, cuidaban la flora y la fauna y como carmense y heredera de tanta riqueza intangible que nuestra Pachamama nos brinda, manifiesto mi descontento con el Proyecto Ecoparque La Ciénaga, porque no hay garantía de que todo lo que aducen bienestar, logrando su objetivo, sea un beneficio para todos los ciudadanos comunes y corrientes. Si veo un gran beneficio para los que más tienen, los que tienen una buena posición económica, menospreciando nuestra producción, la cría de animales, el cultivo, etc.”
Marisol Guanuco
“Soy hija de una familia campesina/gaucha de la zona de Las Pircas, Pozo el Algarrobo, la cual vive desde hace más de setenta años en la zona”
“Ante todo, expreso mi rechazo a este proyecto inmobiliario Ecoparque Dique La Ciénaga, y pido su nulidad. Me veo en la necesidad de alzar mi voz y el de toda mi generación. A mis veinticinco años me toca vivir en un mundo destruido ambientalmente; explotado por el capitalismo y el consumismo; contaminado hasta más no poder. Nos toca ser los y las que pagan los platos rotos, pero también somos la generación del cambio y la que dice: ¡Basta! ¡Basta de desmontes y contaminación ambiental! ¡Basta de destrucción de nuestros espacios verdes! ¡Basta de desigualdad! ¡Basta de hostigamiento a los y las que defendemos nuestros territorios!»
Todas estas historias, todas estas expresiones genuinas de personas que son conscientes de la violencia con la que actúa la clase social dominante, propietaria, y racista de Jujuy, han sido una vez más invisibilizadas, ignoradas, y subestimadas por un gobierno que se muestra cada vez más represor y violento.
Ya hemos expresado en muchas ocasiones y de muchas formas nuestro rechazo al proyecto de privatización de las tierras públicas y reducción de las áreas de uso comunitario. Hemos denunciado la complicidad del ministerio de ambiente de Jujuy en la reducción de las áreas boscosas mediante autorizaciones para desmontar miles de hectáreas durante la gestión de la ministra María Inés Zigaran. Y denunciamos que el gobierno ordenó a los trabajadores de la Agencia de los diques incendiar el monte, precisamente en el mismo lugar donde hoy están avanzando con la venta.
Víctor Hugo González, el máximo funcionario de la Agencia de Desarrollo Sostenible de Los Diques, sostiene que después de la audiencia pública, ellos han tomado en cuenta las observaciones críticas, y modificaron el Proyecto de tal forma que ahora sí tiene en cuenta las necesidades de las familias campesinas. Esa afirmación es absolutamente falsa, nuestra exigencia principal es que NO SE PRIVATICEN TIERRAS PUBLICAS, que no se venda la tierra pública, que no se transformen tierras de pastoreo comunitario en propiedades privadas de individuos o empresas particulares. Sobre esta exigencia puntual, el proyecto “Ecoparque la Dique Ciénaga” no ha cambiado nada, es decir, que el objetivo de privatizar tierras públicas continua exactamente tal como en un principio.
La experiencia colectiva nos va haciendo reconocer que el gobierno de Gerardo Morales expresa y representa los intereses, políticos y económicos de la clase dominante de Jujuy, esa clase que a lo largo de la historia ha explotado y despojado a nuestro abuelos y abuelas, esa clase que ha sido capaz de asesinar, torturar y desaparecer personas para defender sus privilegios.
Expresamos nuestra decisión terminante de enfrentar e impedir que se concrete la venta y privatización de la tierra pública. Para ello vamos a utilizar todos los métodos de lucha que sean necesarios.
No vamos a permitir que se abran nuevos caminos, y vamos a impedir por la fuerza que cualquier comprador construya casas lujosas sobre el monte, y sobre las áreas de pastoreo comunitario.
Nunca más vamos a someternos a su poder, y no vamos a tolerar ni una humillación más.