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Un remisero fue detenido el viernes por policías de San Pedro, tras haber sido denunciado de intentar abusar contra al menos tres menores de edad.
El sujeto habría llevado a su última víctima, una jovencita, hacia un descampado y luego de amenazarla con un arma blanca intentó abusar sexualmente de ella, quien se arrojó del automóvil en movimiento y logró escapar de las manos del agresor, con la ayuda de una familia, mientras el abusador se fugó.
Los vecinos dieron aviso a la policía y al cabo de unos minutos fue montado un operativo de búsqueda en toda la zona, hasta que un grupo de efectivos de la Seccional 26 advirtió al vehículo pasando por el barrio y emprendió una persecución hasta que lograron interceptarlo y detenerlo.
La Fiscalía de Investigación de José Alfredo Blanco le imputó el delito de “secuestro y tentativa de abuso”.
La segunda denuncia, presentada en la misma comisaría, la hizo la madre de una menor de 16 años, que denunció que el jueves pasado, cerca de las 7 de la mañana, su hija tomó un remise compartido con otra estudiante, en el barrio Belgrano.
La mujer describió vehículo como un Chevrolet Corsa blanco, con franja amarilla.
Otra vez, el remisero abusador tomó otro camino, pero la joven pudo advertirle a su madre, vía celular, lo que estaba sucediendo. La actitud de la estudiante hizo que el sujeto regresara y la dejara en el acceso norte de la ciudad, después de haberle manoseado las piernas.
El último abuso fue contra otra estudiante de la misma ead, domiciliada en el barrio Guemes, que tomó el remise en Tarcos y Martín Fierro, y pidió ser llevada a la Escuela de Comercio José Ingenieros. El conductor le dijo a la pasajera que primero iría hasta Arrayanal a retirar a un pasajero y que luego la trasladaría hasta la escuela, pero en el trayecto cambió de rumbo y se internó en un camino de vecinal, de tierra, que pertenece al Ingenio la Esperanza, hasta internarse en un sector de cañaverales.
En ese momento, la víctima aprovechó un descuido, escapó y pidió ayuda a los ocupantes de una Trafic perteneciente a una obra social del sindicato azucarero, que la llevaron hasta la Escuela Comercial. Desde allí llamaron a la madre, quien se dirigió luego con su hija hasta la sede de la comisaría 9 a radicar la denuncia.
