La Cámara de Diputados convirtió hoy en ley el proyecto de Boleta Única de Papel para cargos nacionales, sistema que empezará a utilizarse en las elecciones intermedias del año que viene.
La iniciativa, que impulsaron en conjunto La Libertad Avanza, el PRO, la UCR, Encuentro Federal, Innovación Federal y la Coalición Cívica, cosechó 143 votos a favor, 87 en contra y cinco abstenciones.
Unión por la Patria se inclinó por el rechazo, tal como había anunciado, en tanto que el Frente de Izquierda se abstuvo.
Luego de varios días de negociaciones, finalmente hubo un acuerdo para aceptar los cambios que introdujo el Senado, que adoptó el modelo mendocino y que no incluye el casillero de voto a lista completa.
En un primer momento, el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, se mostró permeable a avanzar en ese sentido, pero chocó con el descontento de los gobernadores de Río Negro, Misiones y Salta con los que el oficialismo había establecido un acuerdo de palabra en el Senado.
Como el oficialismo y sus aliados circunstanciales no tenían la garantía del número (129 votos) para insistir en la media sanción original, tomó intervención en el asunto la Jefatura de Gabinete, que decidió cortar por lo sano y jugar a lo seguro, respetando la letra del proyecto del Senado.
El proyecto
La iniciativa propone condensar toda la oferta electoral para cargos nacionales en una única planilla de papel, la cual se divide en filas horizontales para cada una de las categorías a cargos electivos, y columnas o franjas verticales para cada una de las agrupaciones políticas que compiten.
Por cada tramo y por cada alianza electoral habrá un casillero vacío.
El elector deberá seleccionar solamente una opción por cada categoría: si marca dos o más casilleros el voto se considerará nulo.
En tanto, si no marca ningún casillero se considerará voto en blanco en esa categoría específica.
No habrá un casillero específico para el voto en blanco.
Si una agrupación política no presenta candidatos en alguna de las categorías se incluirá en ese espacio la inscripción «No presenta candidato».
La BUP tendrá impresos los nombres de los primeros cinco candidatos de la lista de diputados nacionales, y se incluirán fotografías a color de los primeros dos candidatos (de acuerdo a la ley de paridad de género serán un hombre y una mujer, o viceversa).
En la categoría de senadores nacionales, aparecerán con foto los dos candidatos titulares, al igual que el candidato a presidente y vicepresidente.
Las listas completas de candidatos deben ser publicadas en afiches o carteles en cada cabina de votación, asegurándose que tengan una adecuada visibilidad.
Los discursos
Al abrir el debate, el miembro informante, Nicolás Mayoraz (La Libertad Avanza), felicitó al oficialismo por haber puesto el tema en agenda y destrabarla del Senado donde estaba “durmiendo en sueño de los justos”.
Por su parte, el diputado nacional de Unión por la Patria Carlos Castagneto le pidió al presidente Javier Milei que “vete” la ley de Boleta Única de Papel porque es muy mala para la democracia».
Al exponer en el recinto, el legislador kirchnerista defendió el actual sistema electoral que ya “lleva 40 años” y que “en ningún momento hubo denuncia de fraude” y además “hubo alternancia en los gobiernos”.
Según Castagneto, con esta reforma “se quieren destruir los partidos políticos”.
“Y si esto sale, le pido al presidente -que en eso sí le voy a acompañar- que vete esta ley porque es muy mala para la democracia”, apuntó.
Su compañera de bancada Carolina Gaillard indicó que “no hay evidencia empírica de fraude en nuestro país desde el 83 a la fecha, pero sí hay evidencia empírica en las provincias que han implementado la voluntad única papel, que se ha incrementado muchísimo, hasta un 8% en el caso de Santa Fe, los votos impugnados”.
En tanto, Eduardo Valdés (Unión por la Patria) advirtió hoy que el sistema propuesto por el oficialismo y de la oposición amigable “es una tilinguería” y “cuesta el quíntuple” que “el sistema actual” de boleta partidaria.
En contraposición, la diputada nacional del PRO Sabrina Ajmechet acusó al kirchnerismo de defender “un sistema viejo, obsoleto, costoso, propenso al robo de boletas, al voto en cadena y propenso a las trampas”.
“Somos todos conscientes de que hay muchos lugares en nuestro país donde no hay una democracia completa. Y el objetivo de esta ley es que no haya un solo elector que no tenga la posibilidad de votar por el candidato que prefiere. No importa donde esté, que nunca le falte la boleta que quiere votar”, consideró la legisladora.
Su compañera de bancada Florencia de Sensi afirmó que el proyecto de Boleta Única que “va a mejorar el proceso democrático en la Argentina”.
“Este es un proyecto que viene presentando nuestro partido desde hace 17 años, con mucho esfuerzo y valentía. Dos décadas después, podemos hacer este cambio tan importante para nuestra patria. Dejemos atrás un modelo pobrista y oportunista”, instó la bonaerense.
La diputada nacional del PRO Silvia Lospennato aseguró que con la Boleta Única de Papel “se va a eliminar la parte más vergonzosa de la política” que “reparte electrodomésticos, bolsones de comidas y zapatillas con la boleta partidaria”.
Para Lospennato, la BUP “es un sistema más transparente que asegura más integridad porque disminuye el peso del dinero en la contienda electoral”.
Por el radicalismo, Karina Banfi celebró que se haya podido alcanzar un acuerdo pluiripartidario para avanzar con la Boleta Única, aunque reconoció que se queda con el “sinsabor” de no haber podido reunir los consensos suficientes para incluir en el proyecto el casillero de lista completa.
La diputada nacional de la Coalición Cívica Marcela Campagnoli consideró que la Boleta Única de Papel era necesaria porque ofrece mayor “transparencia, con menor impacto ambiental por el ahorro en papel y también por el ahorro en recursos que generará en la impresión de una sola boleta”.