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El Centro Modelo Integral de Rehabilitación “Sergio Chorolque” atiende en forma gratuita a discapacitados motriz y mental, que está ubicado, en el barrio de la Tupac Amaru, de Alto Comedero y tiene un anexo en la ciudad de Humahuaca. Es el único centro público gratuito que no tiene requisitos de admisión. En la actualidad, sólo en la ciudad de San Salvador, se atienden a más de 110 niños, jóvenes y adultos con problemáticas físicas, neurológicas y motrices.
El Ce.M.I.R. se creó hace 6 años, a partir de la necesidad de un espacio de atención profesional para contener la gran cantidad de niños y jóvenes con problemáticas de discapacidad que se iban detectando en el trabajo comunitario y social que la Tupac Amaru realiza en las “Copas de Leche” ubicadas en los distintos barrios.
“El Ce.M.I.R pertenece a la organización Tupac Amaru y se sostiene con el trabajo de los compañeros cooperativistas. Brinda un servicio único, gratuito, abierto a toda la comunidad y donde trabajamos con todas las patologías”, afirmaron desde la coordinación del centro. Y agregaron: “abordamos la rehabilitación de toda persona que lo necesite después de hacer una evaluación en conjunto con todos los profesionales, en un trabajo intra e interdisciplinario”.
El plantel de trabajo del Ce.M.I.R., está integrado por 30 personas entre profesionales médicos, enfermeros, personal administrativo, cocina y limpieza. Cuenta con gabinetes de clínica médica, fonoaudiología, fisioterapia, psicología, estimulación temprana, pedagogía, educación física, agente sanitario y talleres de arte.
Mabel Bertolone, profesora del taller de artes detalló: “hacemos artesanías con materiales reciclables, cestería china, pintura sobre tela con retazos que nos dona la fábrica textil y con eso fabricamos alfombras, hacemos modelados en distintos materiales, porcelana rusa, pasta con miga de pan y collage”. Y afirmó que los asistentes al taller, además del aprendizaje de las técnicas artísticas, fortalecen sus vínculos sociales entre sí. “En nuestros talleres también tenemos el espacio para la danza en donde niños y jóvenes a través de la música y el baile pueden expresarse en esas disciplinas con la coordinación de profesores”, señalaron.
Por su parte, la fonoaudióloga Marcela Maurín explicó: “trabajamos en dos turnos y nuestra labor no termina en la atención que se brinda en nuestra institución, sino que de acuerdo a pautas elaboradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y toda la normativa que trata la discapacidad, lo hacemos en forma integral porque hacemos el seguimiento de los casos trabajando en forma conjunta con los familiares y en el entorno en el que el niño, joven o adulto se desenvuelve”. Y agregó que “esta tarea de campo la realizan los agentes sanitarios por solicitud de los profesionales intervinientes quiénes recomiendan las visitas a los domicilios o centros educativos”.
Maurín destacó también el trabajo que se realiza en la atención de adultos: “es importante la cantidad de personas con secuelas de accidente cerebro vascular (ACV) que asisten a nuestra institución y son atendidas”, afirmó la profesional del Ce.M.I.R.
Virginia Leytón, mamá de Claudia, una de las pacientes del Ce.M.I.R, relató: “hace tres años viene mi hija, y me siento mucho más que satisfecha ya que recibe todo lo que un chico especial puede necesitar y porque no existe una escuela estatal que los reciba. En cambio acá los reciben con distintas patologías y nos dan contención para los chicos y los papás”.
El edificio en el que funciona el Ce.M.I.R cuenta con 1000 metros cuadrados y tiene todas las normas de seguridad y accesibilidad para los pacientes. Además de los consultorios y especialidades mencionadas, posee un gimnasio, una plaza de juegos adaptados, una cámara gesell, comedor, farmacia, oficinas administrativas, una combi especial para traslados, aulas de talleres artísticos y juegos didácticos y el acceso a la pileta climatizada del barrio.
