Docentes pidieron que la Legislatura interceda para que se suspenda el plan de regreso a clases

La Comisión de Educación de la Legislatura provincial recibió este martes a representantes de docentes autoconvocados que les detallaron las demandas del sector, sobre todo las vinculadas con el plan del gobierno para el regreso a las clases presenciales. Esta semana se inició el esquema dual en las escuelas rurales, mientras que próximamente lo harán las urbanas. El tema del abono para el transporte es central, pero también reclaman insumos adecuados para garantizar las condiciones sanitarias, además de otros aspectos.

«Por ahora no obtuvimos más que promesas, por eso decidimos continuar movilizados por nuestras demandas», advirtieron desde la Corriente Nacional Docente Conti-Santoro, nuclea a maestros de primaria y profesores de secundaria. Estuvieron presentes además representantes de la Corriente Sindical Marina Vilte, de docentes de medias y superior.

Tanto en el documento que entregaron en la Legislatura como en las expresiones que se escucharon en la calle, el rechazo a las dirigencias de los sindicatos apareció como una coincidencia porque, afirman, esos dirigentes no representan al conjunto de la docencia jujeña. En este sentido, pidieron audiencia con la ministra de Educación Isolda Calsina.

Los planteos presentados son la suspensión del retorno a clases porque aún no están dadas las condiciones sanitarias. Piden también que se resuelvan los problemas de conectividad para poder llevar adelante el sistema dual -presencial y virtual- en todos los establecimientos de la provincia, y que cada alumno y docente tenga su computadora e internet gratis y de calidad.

La cuestión de la infraestructura, un reclamo que viene de arrastre desde hace años, también está en la lista de demandas. Y acentuada en el marco de la pandemia, donde es preciso suficiente espacio para garantizar el distanciamiento social, servicios básicos como agua, luz y gas, y transporte público seguro, entre otroas condiciones.

La apertura de las paritarias docentes y un bono extra para cubrir los insumos tecnológicos para el dictado de clases virtuales son otros dos reclamos incluidos en el documento.

Mercedes Sosa, profesora referente de la Corriente Sindical Marina Vilte, relató el encuentro con los legisladores. «Describimos la situación, no solo de ahora sino la que venimos padeciendo desde antes de la pandemia. En este contexto estamos sosteniendo el teletrabajo con nuestros recursos y nuestro esfuerzo, además del padecimiento por salario, donde un mes nos descontaron el presentismo, otro mes nos desdoblaron el pago… Vivimos sometidos a distintos manoseos en nuestro salario y y con este magro salario sostenemos la educación virtual», señaló a El Submarino Radio (FM Conectar 91.5).

Para la docente, el programa de regreso a la escuela diseñado por el gobierno es endeble y llena de inconsistencias. Por ejemplo, con la cantidad de horas que deben trabajar: «Por un lado sigue virtual, pero por otro lado tenemos que apersonarnos en las escuelas; eso no está claro».

Pero también se les hace peligroso: «Estamos expuestos, la pandemia avanza, crecen los casos, y mientras tanto hablan de volver a la escuela con una infraestructura edilicia debilitada, sin calefacción, sin insumos de higiene», detalló.

«Estamos con mucha congoja, desazón y preocupación, con docentes llamando el fin de semana sin saber si tenían que ir o no a la escuela, con los bolsos listos. Es una improvisación constante, que provoca mucha angustia», describió Sosa.

La profesora dio un ejemplo: «Para los docentes que están hoy en fase 1, el 29 de este mes empieza la fase 2. Pero nosotros no trabajamos en una sola escuela. Con el sistema de 20 x 10, te tenés que quedar en la escuela albergue, cuando antes volvías semanalmente a tu casa. Porque además ahora te dan el abono una sola vez, no podés regresar. Entonces cuando progresivamente se vayan sumando las fases siguientes, no sabemos bien cómo vamos a hacer para trabajar y responder bien en todas las instituciones en las que estamos. Algunos docentes están en seis o siete, sobre todo los docentes especiales que para tener una carga horaria importante tienen que trabajar en varias escuelas.»

«Por otro lado, tenemos que dar las clases de apoyo sumadas a la conexión que mantenemos con nuestros estudiantes. En las clases de apoyo cada uno tiene distintas demandas, y por cada uno de ellos tenemos que armar un diagnóstico, una planificación, una intervención didáctica y un informe. Y algunos tienen otro docente, así que tenés que contactarte con ese docente. Y todo con insumos propios, mientras seguís atendiendo a tus propios alumnos vía remota, porque no es obligatorio que vayan a la institución».

Las escuelas más aisladas

Mirta Cuevas es docente en la Escuela Secundaria 44 de Varas, en el departamento de Humahuaca, cerca del límite con Salta. Es una escuela rural en la que actualmente están inscriptos 42 alumnos en situación de vulnerabilidad.

«Tenemos docentes que asisten desde El Carmen, San Salvador de Jujuy, Palpalá y Humahuaca. Cada uno de ellos se trasladaba con el abono, pero ahora que no contamos con eso se nos va hasta la mitad del sueldo para pagar el transporte», describe Cuevas.

En el marco del plan de vuelta a clases diseñado por el gobierno provincial, la cuestión es crucial, sobre todo en los establecimientos más aislados. «Nos dijeron que no de va a dar abono porque se quiere evitar el traslado, pero por otro lado la provincia liberó el turismo; no nos parece coherente», analizó la docente.

El aislamiento y la lejanía de la escuela se reprodujeron también en la forma virtual. Para mantener la continuidad pedagógica, los y las docentes tuvieron que ingeniárselas y, sobre todo, poner insumos y recursos de sus bolsillos. «Allá tenemos señal de internet comunitario, una antena para toda la comunidad. Es libre pero muy lento; no se pueden bajar pdf, imágenes o videos», relató la profesora Cuevas.

La señal de telefonía móvil tampoco es lo suficientemente estable. Así que los profesores usaban las llamadas vía celular o el whatsapp. Así lograban enviar las cartillas armadas por ellos mismos para cada una de las materias. «Sobre todo inglés y matemática, que es lo que más les cuesta», dijo Cuevas.

Sobre lo que se viene, «no hay nada cierto», afirmó.

Junto a Mirta Cuevas está una compañera suya que da clases de primaria en la localidad de Oratorio, cerca de Santa Catalina. «Nosotros somos escuela de frontera, por lo que tendríamos que estar trabajando en la fase 1, pero no empezamos por los casos de coronavirus que aparecieron en Villazón», explicó.

Aquí también, como en todas las zonas aisladas, la cuestión del transporte es lo que más preocupa a los docentes. En el plan del gobierno provincial no está prevista la entrega de abonos, por lo que tienen que costearse el modo de llegar a la escuela. Antes de la pandemia, algunos docentes que vivían más o menos cerca recibían el importe del boleto diario; los que venían de más lejos y por esa razón se quedaban toda la semana, recibían un abono semanal. Ahora no hay nada.

«No nos dan abono ni transporte, dicen que para revenir el contagio. ¿Entonces por qué nos mandan a trabajar?», razonan.

Es que el virus está circulando, sobre todo en la zona cercana a la frontera con Bolivia, y entonces los docentes suman la preocupación por la situación sanitaria.

Coinciden además en que no se organizó bien la vuelta a clases. En el caso de los establecimientos rurales, el plan habla de 20 x 10 días. Pero estar 20 días ininterrumpidos en un lugar como Oratorio no es tan fácil. Por ejemplo, cuando se corta la luz, el mensaje a Ejesa de La Quiaca tarda más de una hora en llegar. Así es como pueden estar hasta dos días sin energía eléctrica, sin poder usar el calefactor que cada docente tiene en su habitación. Cuando lo plantearon, directivos les dijeron que podían usar una salamandra. Pero allá arriba, allá lejos, no hay leña.

«Nosotros aceptamos esa zona porque trabajamos de lunes a viernes y el fin de semana nos dedicamos a proveernos de material e insumos para poder sobrellevar la semana allá, pero quedarnos 20 días es distinto. El comedor de la escuela no tiene una alimentación rica, completa, con las vitaminas y todo lo que necesitamos para aguantar el frío que estos días es de 8 a 10 grados bajo cero», explicaron.

‘Suspensión de las medidas’

El diputado provincial Eduardo Hernández (FIT), integrante de la Comisión de Educación de la Legislatura, habló con El Submarino Radio al finalizar la reunión: «Escuchamos la problemática y por qué están pidiendo la suspensión de este programa que en realidad no es de vuelta a clase. Tienen argumentos sólidos. Lo sanitario es primordial, y nosotros compartimos sus inquietudes porque no están garantizadas las condiciones para volver».

Sobre el resto de las demandas, Hernández advirtió que la medida tiene «otras implicancias que son un avance de hecho en las condiciones laborales y significan perder derechos consagrados».

La presidenta de la Comisión de Educación, la diputada Mary Ferrin, se comprometió con los delegados docentes a presentarle un escrito al gobernador Gerardo Morales y a los responsables del COE «sugiriendo por lo menos la suspensión de las medidas», reveló Hernández.

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