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“Hablan de poner alarmas y más móviles y bicipolicías. Pero eso no arregla la situación. Lo que arregla la situación es ocuparse de las personas, poner los medios de contención y mejorar así la calidad de vida de la gente”. Así se refirió en diálogo con El Submarino Radio (91.5) Beatriz Luque, vecina del barrio San Francisco de Alava e integrante de la ONG Nuevo Amanecer a los últimos episodios de violencia ocurridos en ese sector de la ciudad, luego de que vecinos denunciaran a supuestos traficantes de drogas.
Con experiencia en el trabajo de prevención y rehabilitación de adicciones, Luque afirmó que “esta problemática no es de ahora, existe desde hace muchísimo”, y aclaró: “En este momento no hay políticas públicas que puedan contener a la gente”.
“El problema no son solo las drogas, el paco o la marihuana, sino también el alcohol, la prostitución infantil…”, describió Luque, y analizó: “La parte económica influye muchísimo”.
Según su lectura de los últimos episodios de violencia, ocurre que “la gente se está empezando a animar a denunciar, a decir basta, porque ya es insostenible”, aseguró, y si bien consideró positivo este aspecto, lamentó que en algunos casos, como sucedió recientemente, los denunciantes sufran las consecuencias.
“En este tema influye mucho la parte económica -analizó-, porque el que se mete en esto tiene un mejoramiento económico notable, y eso hace que en poco tiempo la otra persona diga ‘pará un poco la mano’”.
Para Luque, es posible hablar con los que consumen y los que alquilan o prestan sus casas como quioscos para la venta de droga. “Cuando tenés una conducta y tus vecinos te conocen, podés reclamar; y cuando hay políticas públicas de contención, se puede denunciar. Pero si no hay políticas públicas, surgen los problemas entre vecinos y lamentablemente surgen pequeñas venganzas, quién vende más, quién menos, quién cobija a quién, quién lo conoce a quien”, describió.
El año pasado, el propio gobernador Gerardo Morales participó del acto de inauguración de la nueva subcomisaría en San Francisco de Alava. “Ese día estuvimos como quince madres, haciendo hincapié en los problemas que hay para contener a los chicos, porque no hay espacios para el tema del consumo de sustancias”, recordó Luque.
“Se inauguró la nueva comisaría y hay móviles. Está bien el esfuerzo logístico, pero no hay una campaña donde se contenga a la familia, al chico con problemas y en situación de consumo de sustancias”, señaló.
La inauguración de la subcomisaría, en octubre del año pasado. Hace dos meses, se fugaron de allí cuatro presos, que fueron recapturados.
Luque y otras mujeres del barrio mantuvieron conversaciones con el ministro de Seguridad Ekel Meyer. “Hablan de poner alarmas y más móviles y bicipolicías. Pero eso no arregla la situación -opinó la mujer-. Lo que arregla la situación es ocuparse de las personas, poner los medios de contención y poder así mejorar la calidad de vida de la gente”.
“Lamentablemente en Jujuy las políticas sociales no existen en ninguno de los barrios. Con la psicóloga de la salita no alcanza. Pasa lo mismo con la violencia de género, con la niñez, en todos los ámbitos. Y en el caso de la venta de droga, el Estado tiene las herramientas necesarias para saber quién es quién, pero siempre apuntan al vecino al más débil”.
