El Índice de Violencia Machista mostrará todos los tipos de violencia hacia las mujeres

Más de 36 mil mujeres de todo el país ya respondieron la encuesta online impulsada por el colectivo Niunamenos con el fin de elaborar el Primer Índice Nacional de Violencia Machista. Jujuy es una de las provincias más rezagadas en cantidad de respuestas, según precisó al programa radial De 3 a 6 Ingrid Beck, una de las integrantes del grupo Niunamenos.

«Argentina cuenta la violencia machista» dice la convocatoria dirigida a todas las mujeres del país para que respondan la encuesta de forma anónima. La idea surgió, relató Beck, “a partir de la pregunta de qué se podía hacer después de la inmensa movilización del 3 de junio del año pasado; no algo superador, porque eso es imposible, pero sí alguna herramienta que sirviera para concientizar y sensibilizar en esto de que el femicidio y la violencia sexual son los últimos eslabones de una larga cadena de situaciones de violencia que vivimos las mujeres diariamente”.

Así fue como un periodista especializado en temas estadísticos, Martín Romeo, propuso buscar el modo de armar un índice de violencia machista. Así se diseñó la encuesta, compuesta por varios capítulos que tratan sobre distintos aspectos de una misma problemática global: violencia social, física, psicológica, obstétrica, simbólica, económica, sexual, reproductiva, filiar, etc.

“Se ve que había ganas de contar”, dice Ingrid Beck a partir de la cantidad de mujeres que ya respondió la encuesta en menos de un mes: 36 mil en todo el país. Es que las preguntas se refieren a situaciones cotidianas, muchas de ellas naturalizadas como “normales”, a pesar de constituir hechos de violencia.

El sentido, explica Beck, es buscar un cambio cultural. “Quizás sea ambicioso, pero hay que ponerse objetivos importantes”, propone.

Es que la naturalización de esas situaciones es quizás lo que hace a las mujeres, sobre todo las más jóvenes más vulnerables a la violencia machista. Los ejemplos sobran y se repiten: “Se pregunta sobre cosas que nos han pasado a todas –repasa-; si alguna vez alguien te tocó en un transporte público, si alguna vez un tipo te mostró sus genitales en público… También situaciones que tienen que ver con la violencia económica, laboral”.

“Son cosas que a todas nos pasaron, y que nunca contamos porque las teníamos incorporadas como parte de la vida. Y la verdad es que no deberían ser parte de la vida”, afirma Beck.

-Muchas veces no se cuentan por vergüenza, porque hay también un sentimiento de culpa frente a esas situaciones, del tipo “¿qué habré hecho yo para que me pasara algo así?”

-Exacto. Por eso esto puede servir también para que las mujeres nos defendamos de esos hechos.

-Y para que toda la sociedad asuma la defensa de cualquier mujer que padece una situación de violencia cotidiana.

-Tal cual. Y vamos en ese camino, que es larguísimo porque son siglos de patriarcado. Es complicado cambiarlo y quizás no lo veamos nosotras, pero me parece que realmente hay un hito en la movilización del 3 de junio, un antes y después, que algunas cabezas empezaron a cambiar. Yo estoy convencida de que ahora no es lo mismo, que no podés ser igual de indiferente que antes si una chica en un transporte público dice “este señor me está molestando”. No reaccionamos igual. Tal vez sea demasiado optimista, pero a mí me parece que pasa esto.

-Ustedes difundieron algunos testimonios de mujeres que respondieron la encuesta, que aseguran que al momento de pensar las respuestas se dieron cuenta de que habían sido efectivamente víctimas de algún tipo de violencia.

-Claro. Me pasó a mí. Yo la respondí varias veces en la etapa de prueba, pero cuando me senté a contestarla de verdad, pensando que estaba todo bien, que yo nunca había padecido violencia, con la cabeza supuestamente clara, me encontré con situaciones de las que no había tomado conciencia. Por ejemplo, en todo el capítulo de violencia obstétrica creo que contesté a todo que sí, y antes nunca lo había pensado desde el lugar de la víctima; lo tenía naturalizado. Y eso que me pasó a mí le puede haber pasado a muchas mujeres. En lo más pequeño y en lo más grande.

-¿Cómo se van a reflejar los resultados en el Índice de Violencia Machista?

– Queremos que sea un mapa federal, así que necesitamos testimonios de todo el país. Y para elaborar el índice estamos haciendo una estratificación. Si bien la encuesta es anónima, pedimos algunos datos personales como edad, lugar de residencia, nivel de educación y nivel socioeconómico. El índice va a estar dividido en subíndices: vamos a tener un índice de violencia sexual, otro laboral, social, reproductiva, física… Eso va a ser lo más interesante. Y además los resultados van a ser de código abierto, es decir que todos vamos a poder entrar y cruzar los datos como queramos.

-¿Cómo se ubica la provincia de Jujuy en el ránking de respuestas, hasta ahora?

-Estamos por debajo de lo deseable, así que nos hace falta que más jujeñas o residentes en Jujuy se animen a llenar la encuesta y se sumen al proyecto. Porque necesitamos saber dónde estamos parados, porque en la Argentina no hay datos sobre este tema.

-Después de la gran movilización del 3 de junio del año pasado, ¿no hubo avances en ese sentido?

-Muy pocos. La Corte Suprema sí creó el Registro Nacional de Femicidios, un avance importante, pero ellos trabajan sobre sentencias. No es el registro que se había prometido desde el Ejecutivo. Hay algunas leyes, como la impulsada por Abal Medina votada por unanimidad en el Senado, de patrocinio jurídico gratuito para víctimas de violencia, pero eso no está financiado. Es muy difícil. En el Consejo Nacional de la Mujer está Fabiana Tuñez, que es una luchadora, una militante por los derechos de las mujeres muy reconocida, pero no tiene presupuesto.

El cuestionario estará disponible hasta el 3 de septiembre en la página niunamenos.com.ar y en contalaviolenciamachista.com. Es anónimo, multiple choice y se puede responder por etapas. Hay también un perfil de Facebook, Primer índice de violencia machista, y una cuenta en Twitter, @Contaniunamenos.

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