Omar Gutiérrez / Ana Alcoba. Archivo.

El sistema de salud de Jujuy en alerta: Podrían reabrirse salas de terapia intensiva si crecen los casos

La ocupación de camas de terapia intensiva en el Hospital San Roque alcanza el 70 por ciento. Así lo informó Ana Alcoba, la directora del establecimiento, y lo confirmó Omar Gutiérrez, director del Comité Operativo de Emergencia (COE) provincial. En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5) Gutiérrez aclaró que ese porcentaje «se va ajustando» en relación a las camas críticas que podrían habilitarse si fuera necesario.

«Hemos tenido una etapa fuerte el año pasado, hubo que abrir  muchas camas que después se fueron cerrando. Ahora hay salas de terapia intensiva que no están abiertas, así que ese 70 por ciento depende de si tenemos que abrir más salas. Esperamos que no, pero no quiero transmitir una falsa seguridad», señaló.

«Que tengamos camas de terapia intensiva disponibles no quiere decir que está todo bien, que no haya que cuidarse. Al contrario, como tenemos camas disponibles hay que aprovechar para cuidarnos lo más posible, porque si no, no va a hacer nunca camas suficientes», agregó.

Alcoba precisó que el Hospital San Roque tiene habilitadas 39 camas de terapia intensiva y 25 de terapia intermedia. «Ahora recibimos solo pacientes moderados a críticos, preferentemente sin obra social, pero si no hay cama en el sector privado los ingresamos acá», indicó, y agregó que el San Roque sigue siendo exclusivo para pacientes covid, sospechosos o infectados con cierta complejidad.

La profesional aclaró que la ocupación de las camas de intensiva y de intermedia «varía muchísimo en el día, porque diariamente hay pacientes que son extubados o se recuperan, y al mismo tiempo otros ingresan. «Es muy dinámico», describió. Y apuntó que, al día de hoy, están trabajando «con cierta tranquilidad, con cierto margen».

Mientras, se esperan los resultados de los análisis de las muestras que se enviaron al Instituto Malbrán para saber si se trata de alguna de las nuevas variantes del covid-19. «Estamos aguardando. Tenemos que esperar un poco porque les llegan muestras de todo el país. Pero sabemos que la transmisión es la misma, así que las medidas recomendadas son las de siempre, más allá de la cepa que se trate», aclaró Gutiérrez.

‘Cuestión de tiempo’

Sobre el aumento de casos, Gutiérrez advirtió que, si bien en Jujuy el número está relativamente estable, «es cuestión de tiempo, se prevé que puede haber problemas en todos lados».

-¿Estamos en un pico de la primera ola o en el inicio de la segunda ola?

-Estamos viendo diferencias en relación al año pasado, cuando tuvimos un aumento importante en septiembre y octubre. En ese momento las personas afectadas eran las que hacían actividades esenciales, gente que tenía que salir y exponerse por su trabajo, pero la mayoría de la gente se quedaba en su casa. Ese grupo que salía fue el primero en sufrir el impacto, y dentro de este grupo también estaban los mayores de 70 años y con factores de riesgo, que son quienes tuvieron la peor evolución. Ahora vemos que hubo un cambio en el comportamiento epidemiológico. Hay una tendencia hacia que se vea afectado otro grupo personas, más jóvenes. Aumentan los casos en cantidad, pero no tienen el mismo impacto en el número de casos graves. Es un fenómeno epidemiológico diferente al del inicio que todavía no podemos confirmar. Es una tendencia.

En un sentido similar, Alcoba explicó el cambio en el  perfil de los pacientes. «En 2020 la mayoría eran adultos mayores, de 70 años en adelante, con y sin comorbilidades, y en este momento la población que recibimos es más joven variable, de 30 años en adelante, y muy pocos adultos mayores».

La profesional planteó que esta situación «es un llamado de atención para que pensemos que si nos exponemos al virus nos puede tocar a cualquiera, independientemente de la edad».

Respecto de las razones de este cambio, Alcoba consideró que «es muy precoz para decir que sea por la vacunación», y analizó: «Creo que las personas mayores son las que más se han cuidado, que han estado más protegidas en sus familias, y tal vez eso contribuye a que en este momento estén menos expuestas al virus».

Vacunas

Sobre la vacunación, Gutiérrez señaló: «A veces se genera una falsa expectativa, es importante tener en cuenta que en esta etapa el objetivo es salvar vidas, no es para frenar la epidemia ni evitar contagios. Por eso se hace escalonado».

«Una persona vacunada puede infectarse y puede transmitir el virus. La transmisibilidad está en estudio en Estados Unidos, por ejemplo, y podría ser inferior. Pero ellos tienen otras vacunas, y no se pueden homologar todo al cien por ciento», explicó.

Consultado sobre las características de las vacunas Covishield, Sputnik V y Sinopharm que se están aplicando en Argentina, Gutiérrez explicó que «son similares para el objetivo primordial, que es salvar la vida del paciente».

En este sentido, mencionó la importancia de que se tenga en cuenta el contexto mundial. «Todos los países están en una disputa por conseguir la vacuna y esto lleva a que los más desarrollados y con más influencia están acaparando las dosis existentes y las que se van a fabricar, en desmedro de los que están en peores condiciones -describió-. La Argentina está haciendo gestiones muy intensas para conseguir vacunas, está buscando por todos los medios y de cualquier marca, tratando de conseguir lo más posible. A medida que llegan, se distribuyen y se aplican. Pero no es sencillo, como ir al mercado y comprar las vacunas».

La disponibilidad de las vacunas, precisamente, es lo que determina el ritmo de aplicación y la decisión de diferir la segunda dosis para más adelante. «Hubo un corrimiento del momento de la segunda dosis, apuntando a vacunar a la mayor cantidad de personas aunque sea con una sola dosis. Hay estudios en los que se basaron para decidir esto. El nivel de protección de la segunda dosis no depende de que se aplique a los 21 o a los 28 días, sino que, si se espacia más, unas 10 o 12 semanas, da un refuerzo mayor», precisó Gutiérrez.

El funcionario llamó la atención sobre las medidas de confinamiento que han tomado algunos países a pesar de haber avanzado con la vacunación. «En Chile, por ejemplo, que tiene un alto porcentaje de vacunación, no se llegó a un grado suficiente como para evitar el confinamiento. Estados Unidos anuncia que en dos semanas va a empezar a lanzar la vacuna para todos los mayores de 18. Sin embargo, uno ve el embate que está produciendo el covid y es tremendo, al igual que en otros países», afirmó.

Alcoba reveló que el 95 por ciento del personal del Hospital San Roque recibió las dos dosis de la vacuna. «Hubo una muy buena adherencia del personal, recordemos que es voluntario», aclaró. De todos modos, reiteró que la vacunación «es una herramienta más para evitar la gravedad, pero no evita que nos enfermemos».

En este sentido, recordó que personas vacunadas pueden contraer el virus, aunque son quienes desarrollan los cuadros clínicos más leves y con menos complicaciones.

Confinamiento

En las últimas horas, especialistas plantearon que en la Argentina habría que imponer un aislamiento tipo fase 1 durante 14 días para frenar el rebrote. Para Gutiérrez, sería «una medida extrema»; porque, además, «su utilidad es limitada», aseguró.

Y amplió: «Venimos de una etapa larga, de un año de lucha en el que la gente ha sufrido el impacto no solo de la enfermedad sino en lo que implicó para en el trabajo, en la vida social. Es difícil ahora hacer que se tolere un confinamiento extremo. Hay que preservarlo para una situación en la cual tengamos un sistema sanitario que lo necesite urgente porque no tiene capacidad de respuesta. Previo a eso, hay que extremar las medidas lo más posible y dilatar lo más posible el llegar a eso».

-¿No se está considerando la posibilidad de un confinamiento en Jujuy, entonces? 

-No decimos que no se vaya a hacer; puede llegar a pasar. Pero uno insiste mucho con mantener las medidas de prevención y mientras tanto avanzar lo más rápido posible con la vacunación y así evitar tener las camas de terapia intensiva recargadas con casos graves. El caso leve se atiende ambulatorio, no recarga el sistema. Incluso se trata en el domicilio. También es importante intensificar mucho el rastreo de contactos para disminuir los casos y bloquear algún posible brote. Esto depende del comportamiento de la gente. No hay sistema sanitario que soporte un gran aumento de casos graves. Ha pasado en los países más desarrollados del mundo y nos puede pasar a nosotros también.

Recomendaciones

La directora del San Roque recordó las recomendaciones que se deben tener en cuenta. «Primero, no verse como un espectador de la película pandemia, sino como un protagonista. Pensar que nos puede pasar a cualquiera, que si nos exponemos, nos podemos enfermar. Y que la posibilidad de no contagiarnos o de que nos vaya lo mejor posible, depende de las conductas personales en todo momento, no solo en el trabajo sino sobre todo en la vida familiar, que es donde se da la mayor cantidad de contagios».

«Se piensa que en el núcleo familiar no se contagia, pero no es tan así. Todos tenemos una vida, trabajamos en distintos lugares, tenemos amistades. Entonces es fundamental que nos cuidemos dentro de la familia», señaló Alcoba.

Y enumeró: respetar la cantidad de personas en una reunión, mantener el distanciamiento recomendado, usar barbijo salvo cuando se come, y en este caso hacerlo con distancia para exponerse lo menos posible; lavarse las manos permanentemente y airear los ambientes.

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