Por Gabriela Tijman. Las elecciones legislativas provinciales del 11 de mayo despiertan un interés renovado, al menos en los analistas y consultores políticos, por la entrada en escena de un nuevo actor: el armado local de La Libertad Avanza. La hegemonía radical-peronista en la cámara de diputados -que se refleja en que todas las bancas que se renuevan pertenecen a unos o a otros- se enfrenta así a uno de los mayores temores del oficialismo: que el recinto incorpore a nuevos espacios con los que lidiar y -si fuera necesario- negociar.
El panorama general muestra que hay cuatro fuerzas en condiciones de superar el piso del 5% que rige para tener chances de incorporar legisladores: el Frente Jujuy Crece (UCR), La Libertad Avanza, el Frente Justicialista (PJ) y el Frente de Izquierda y Trabajadores – Unidad (FIT-U).
El primer puesto está peleado entre radicales y libertarios, y para el tercero corren el peronismo y la izquierda. El resto enfrenta el desafío de romper el piso o, de mínima, ganar algún lugar en concejos deliberantes.
En esta elección, bajo el nuevo nombre de Frente Jujuy Crece, el radicalismo gobernante pone en juego 18 bancas. Para mantener la mayoría en la Legislatura, necesita cerca de 100 mil votos, si se considera una participación del 75%, que es más o menos lo que viene ocurriendo en cada acto electoral. Pero además, debe superar al segundo en un número que en términos futbolísticos podría describirse como una goleada.
En ese camino, se apostó por encabezar la lista con tres diputados en ejercicio que van por la renovación: Adriano Morone, Gisel Bravo y Omar Gutiérrez, e incluir en la boleta el rostro sonriente y el nombre de Carlos Sadir.
Desde el espacio oficialista estiman que están para ganar diez de las 18 bancas que ponen en juego. “Con suerte, 12”, agregan. Esa docena es la que necesitan para conservar la supremacía que tienen desde 2015.
Pero más allá de los números, es clave quiénes ocuparían los espacios perdidos por los radicales. Si pierden bancas a manos de La Libertad Avanza, la cuestión puede ponerse brava en términos de manejo político. Sadir, al frente del Ejecutivo, hace grandes esfuerzos para no pegarse a Milei al mismo tiempo que evita provocarlo, porque nadie más que él sabe cuánto depende Jujuy de los favores nacionales. Hasta ahora, esa contradicción no había tenido reflejo en el Legislativo provincial, algo que puede cambiar si entran diputados libertarios.
La pregunta, en ese caso, es si los oficialistas van a terminar dividiéndose -formal o solapadamente-, como reflejo de lo que ocurrió en el congreso nacional, entre radicales con y sin peluca.
Por otro lado, si el oficialismo pierde diputados a manos del peronismo, será un bochorno, después de casi una década de reinado, y un traspié para Carlos Sadir, que en parte enfrenta esta elección como un primer examen de su gestión. Pero en términos prácticos, puede que en este caso el escenario legislativo no se sacuda demasiado ya que el acuerdo entre el PJ y la UCR está vigente, sobre todo luego de que desde Buenos Aires se legitimara la conducción partidaria de Rubén Rivarola.
Esos acuerdos se plasman no solo en votaciones en la Legislatura, donde la UCR viene contando con el apoyo del PJ de manera casi excluyente, sino también el día de las elecciones. Es cuando los candidatos peronistas podrían llamar a su gente a cortar boleta, votar a los candidatos de Jujuy Crece para diputados provinciales y a los propios para las concejalías. O viceversa. Nunca se sabe.
El acuerdo UCR-PJ, además, tendría el objetivo de blindar la entrada de los debutantes libertarios a la Legislatura. Ya se sabe que radicales y peronistas jujeños tienden a ser conservadores, mucho más si se trata de mantener su hegemonía compartida.
El Frente Justicialista, con el apoyo de la conducción nacional del PJ, se juega con caras menos conocidas, como Noemí Isasmendi y Juan Soler encabezando la lista de candidatos a diputados provinciales.
Con el Partido Justicialista todavía intervenido, el histórico Rubén Rivarola recibió el perdón y la bendición de Buenos Aires, seguramente a cambio de que aceptara que el sello quedara asociado nada menos que a La Cámpora -a través de su referente local, la diputada nacional Leila Chaher-, una organización que en Jujuy es tanto o más resistida que en el sur, sobre todo por la vetusta dirigencia pejotista.
Quizás para equilibrar de algún modo esas grietas internas es que en la boleta aparecen los rostros de Juan Perón, Evita Perón y Néstor Kirchner.
Consultadas para conocer cómo están viendo el camino hacia las elecciones, las figuras más conocedoras de la cuestión justicialista en Jujuy prefirieron no hacer ningún análisis anticipado, lo que podría interpretarse como cautela pero también como autoconfianza. Pero quién sabe.
Capítulo aparte -e incógnita- es el referido al Frente Somos Más, liderado por la senadora nacional Carolina Moisés, que armó su espacio por fuera del PJ después de haber buscado, sin éxito, el aval de Cristina Fernández de Kirchner para presidir el partido local. Con una propuesta de candidatos novedosa, la boleta de este frente recién parido lleva el rostro de la senadora Moisés y ninguna referencia visual al justicialismo.
Lo más importante: en Somos Más están confiados en romper el piso del 5%. Y se ven peleando “cabeza a cabeza” con el peronismo del Frente Justicialista. Pero las expectativas son dispares según la zona: muy buenas en el ramal y en la capital, menores en quebrada y puna, y resignadas en los valles, donde al radicalismo no hay con qué darle, dicen.
Las otras expresiones que abrevan en el justicialismo son el Frente Amplio, de los hermanos Palmieri, y el Frente Primero Jujuy, de Carlos Haquim, que no aparecen como actores determinantes en la posible distribución de las 24 bancas que se renuevan en estas elecciones. Los Palmieri enfrentan el desafío de romper el piso del 5% de los votos para tener chances, mientras que el ex vicegobernador hace la plancha porque conserva por dos años más sus dos escaños.
En este panorama, los libertarios estarán buscando apoyo entre los votantes tanto del radicalismo como del peronismo, con las remanidas consignas antipolítica y anticasta, lo que no les estaría resultando sencillo puesto que los dos referentes nacionales, el senador Ezequiel Atauche y el diputado Manuel Quintar, no cuentan con la adhesión de muchos potenciales votantes de LLA.
El otro sector que podría desbalancear el recinto es el Frente de Izquierda, que ya cuenta con tres diputados que tienen mandato hasta 2027. Si repite la performance de las legislativas de 2023, donde superó el 10% de los votos, podría sumar entre dos y cuatro bancas más. Y entre sus referentes hay optimismo.
Con el protagonismo del actual diputado nacional Alejandro Vilca como primer candidato a legislador provincial -y único rostro en la boleta-, la performance del FIT de hace dos años aparece como favorable. De todos modos, algunos votos de entonces podrían en esta oportunidad migrar hacia propuestas que podrían llamarse progresistas, de corte popular y con referentes combativos, como el Frente de los Trabajadores Jujeños y el Frente por un Nuevo Jujuy.
De todos modos, desde el FIT creen que van a recibir apoyo de votantes del peronismo y también “del sector más popular que votó a Milei, que está como arrepentido”.
Los números de 2023
En la primera vuelta de las presidenciales de 2023, Milei sacó en Jujuy 171 mil votos (37,35), Massa 148 mil (32,26) y Bullrich (JxC) 91 mil (19,96), con una participación del 79%.
En el balotaje, Milei trepó al 58% con 259 mil votos, mientras que Massa sacó el 42%, con 202 mil. La participación bajó apenas un poco, 77%.
En las legislativas provinciales de 2023, que se celebraron cinco meses antes que las nacionales, el FCJ sacó 164.500 mil votos (43%), el FJ 85.800 (22,5%) y tercero salió el FIT, con 43.100 votos (11,3%).
En esa elección, La Libertad Avanza aún no tenía armado local. El único espacio que podía identificarse con Milei fue VIA + Libertarios, que sacó 12.279 votos, el 3,22 %, sin llegar al piso del 5% necesario para acceder a una banca.
El debut de LLA
Los números procesados en la última semana de abril muestran al oficialismo en punta, con entre 30 y 45% de los votos, seguido por LLA (entre 16 y 32). El tercer puesto está peleado entre el Frente Justicialista (entre 10 y 15), el FIT (entre 8 y 15) y Somos Más (entre 7 y 12).
Según adelantaron consultores locales que vienen monitoreando la intención de voto en Jujuy, LLA cayó luego de que se conocieran los nombres locales y provinciales que participan del espacio. Encabezan la lista Kevin Ballesty, María Fernanda Checa Monaldi y Emiliano Vera Robinson, bajo la mirada atenta de Javier Milei y acompañados además por la imagen de un león.
Además, surge que muchos libertarios están enojados con los referentes Ezequiel Atauche y Manuel Quintar, a pesar de que “aman a Milei”. Ante la falta de opciones, este universo se divide -por ahora- entre quienes buscan a otros de tinte libertario pero no oficiales y los que están pensando en otras alternativas.
Las estimaciones -aún provisorias- muestran que casi un 50% de quienes decían querer votar a LLA antes del cierre de listas, ahora cambian de opinión cuando se les pregunta por Ballesty. “No quieren votarlo, el problema es que no encuentran opciones”, comentó la fuente.