La Reserva Federal estadounidense (FED) mantuvo hoy sus tasas de interés de referencia en un rango de entre 5% y 5,25%, con lo que interrumpió una racha de diez subas consecutivas que se pusieron en marcha en marzo de 2022 para controlar la inflación, aunque advirtió sobre posibles nuevos incremento para lo que resta del corriente año.
Así lo decidió en forma unánime el Comité de Política Monetaria (FOMC) del regulador de la política monetaria estadounidense, con el objetivo de “recabar información sobre los efectos de la suba de tasas de los últimos meses”, de manera de no impactar negativamente sobre el nivel de actividad, detalló en un comunicado.
No obstante, «la casi totalidad de los participantes» del encuentro que finalizó hoy en Washington «ve probable que sean necesarias nuevas alzas de tasas este año para llevar la inflación a 2%», dos puntos porcentuales menos que el 4% interanual vigente, el objetivo del organismo, declaró en conferencia de prensa el presidente de la Fed, Jerome Powell.
Powell sostuvo que la FED “está preparada” para “ajustar” su política monetaria si “emergen riesgos que impidan la consecución de los objetivos centrales del organismo”, al tiempo que aclaró que las eventuales próximas subas se harán a «un ritmo moderado», consignó la agencia AFP.
Luego de que la FED anunciara que planea nuevas subas de tasas, los principales indicadores de Wall Street revirtieron la tendencia alcista previa.
Trascendió que un miembro del FOMC espera incluso tasas de interés de referencia de 6%-6,25% para fin de año, mientras que dos integrantes prevén un marco de estabilidad, para luego comenzar a bajar gradualmente en 2024.
La FED llevaba diez subas consecutivas de sus tasas de interés, herramienta eficaz pero de efecto retardado para detener la escalada de precios al encarecer el crédito para consumo e inversión y bajar así la presión sobre los precios en la economía.
La FED tiene un objetivo de inflación de 2% anual, considerado sano para la economía.
Por otra parte, el organismo monetario también aumentó a 1% su proyección de crecimiento de la economía estadounidense en 2023 frente a 0,4% de marzo, y rebajó ligeramente a 3,2% su pronóstico de inflación, contra el anterior 3,3%.
Ayer se conoció que la inflación se moderó fuertemente en mayo en Estados Unidos a un mínimo en más de dos años: Los precios al consumo aumentaron 4% a 12 meses frente al 4,9% de abril, según el IPC publicado el martes por el Departamento de Trabajo.
En junio de 2022, la inflación estaba en un máximo en 40 años, en 9,1%; mientras que el de mayo de 2023 es el nivel de incremento de precios más bajo desde marzo de 2021.
En tanto, hoy se conoció que los precios mayoristas medidos por el índice PPI en Estados Unidos bajaron más de lo esperado en mayo respecto a abril, principalmente por un descenso de precio de los bienes, según datos del Departamento de Trabajo.
El informe indicó que los precios de venta de bienes manufacturados en Estados Unidos y de servicios prestados por empresas estadounidenses cayeron un 0,3% en mayo, una señal positiva adicional para la Reserva Federal.
Por otro lado, el organismo monetario también decidió mantener los planes de reducción del presupuesto con la excepción de los US$ 95.000 millones mensuales, entre bonos del Tesoro y títulos hipotecarios, fijados recientemente por el Parlamento.