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Ante las frecuentes lluvias y las altas temperaturas que se registran en esta época del año en gran parte del territorio provincial, el Ministerio de Salud recuerda que se deben mantener y reforzar los hábitos de limpieza para evitar los criaderos del mosquito transmisor de dengue, zika y chikungunya.
El agua, la humedad ambiente y las altas temperaturas son condiciones ideales para el desarrollo del ciclo natural del mosquito aedes aegypti. Por este motivo, es imprescindible eliminar todos los elementos donde se acumule el agua, como latas, botellas, neumáticos o trozos de plástico y lona.
En el caso de que se traten de recipientes en uso que no puedan eliminarse, la recomendación es renovar el agua permanentemente, como en el caso de bebederos de animales o floreros, o darlos vuelta, como baldes o palanganas.
Además, hay que limpiar de forma permanente las canaletas y desagües de las casas, extrayendo hojas o basura que se pueda acumular, y mantener limpios y tapados los tanques de agua.
Todas estas medidas son para evitar que prolifere el mosquito. Pero también es importante prevenir las picaduras, colocando mosquiteros en las ventanas y puertas, poniéndose repelente sobre la piel expuesta y sobre la ropa cada 3 horas, usando mangas largas y pantalones largos si se desarrollan actividades al aire libre y utilizando espirales o tabletas en los domicilios.
Identificar los síntomas
Lo más importante es la prevención. Sin embargo, ninguna medida elimina en un cien por ciento el riesgo de contagio. Por ello, es necesario aprender a identificar los síntomas para acudir al médico ante la menor sospecha.
En el caso del dengue, provocan fiebre que dura menos de 7 días, acompañada de dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones; náuseas y vómitos; cansancio intenso; aparición de manchas en la piel, picazón y sangrado de nariz y encías.
La fiebre chickungunya comparte con el dengue estos síntomas, pero tiene la particularidad de que los dolores articulares y musculares son tan intensos que la persona afectada no puede siquiera levantarse.
El zika se presenta con fiebre leve, sarpullido, dolor de cabeza, en articulaciones y muscular; malestar general y conjuntivitis no purulenta, que ocurre entre tres a doce días después de la picadura.
Ante cualquiera de estos cuadros, es de vital importancia no automedicarse y consultar a un profesional médico.
Para más información sobre el mosquito y las enfermedades transmitidas por él, está disponible la línea gratuita 0800 222 1002, perteneciente al Ministerio de Salud de la Nación.
