Se espera que este jueves esté el resultado del análisis genético sobre el último de los cuerpos rescatados del incendio en el Ingenio La Esperanza, con lo que habrá terminado la tarea de identificación de las víctimas fatales. Mientras tanto, el abogado del sindicato prepara una demanda penal por lo que denominó un “crimen” al que consideró que le correspondería la figura de estrago doloso agravado.
“Es un crimen, no podemos hablar de tragedia”, definió Enrique Wandschneider, abogado del Sindicato de Obreros y Empleados Azucareros del Ingenio La Esperanza (Soeaile), y criticó la actuación del fiscal Ernesto Liam Resúa, “un fiscal reticente a caratular como corresponde esto que ha pasado, que decía que estaba haciendo ‘actuaciones informativas’ mientras tenía la morgue llena”.
En diálogo con el programa Día 6 (FM Conectar 91.5), el abogado explicó que la figura penal que correspondería a la explosión y posterior incendio que se produjeron el pasado miércoles 20, que se cobró la vida de ocho trabajadores, debería ser “estrago doloso agravado”.
A fines de 2017, los trabajadores se movilizaron para reclamar por el mantenimiento de los puestos de La Esperanza ante un dudoso proceso de venta que finalmente quedó en la nada. El gobierno provincial desplegó entonces una inusitada represión tras la cual más de veinte delegados y obreros pasaron la Navidad detenidos. “Por romper unos vidrios pasaron las fiestas presos, y ahora con todos los muertos que hay, no hay nadie preso”, reflexionó Wandschneider.
La mayoría de las víctimas fatales del incendio en el Ingenio debieron ser identificadas mediante estudios genéticos, por el estado en que quedaron los cuerpos, completamente carbonizados. Resta ponerle nombre al último de los obreros. Se prevé que el análisis estará terminado este jueves.
Desde su traspaso al Grupo Budeguer, el Ingenio La Esperanza es una empresa totalmente privada. Sin embargo, para Wandschneider, “la provincia carga con una culpa indubitable, dado que lo estaba administrando hasta hace pocos meses y transfirió un ingenio que estaba sin el más mínimo mantenimiento, no solo en lo referido al funcionamiento industrial sino también por la falta de garantías sobre higiene, seguridad y medioambiente laboral”.
En ese mapa de responsabilidades, está también la cuestión de los controles. Y aquí aparece la provincia junto a la nación y el municipio.
Por tratarse de una destilería de alcohol, explicó el abogado, el Instituto Nacional de Vitivinicultura debe realizar inspecciones periódicas, como en todos los ingenios. “Entonces, si el ingenio estaba con pérdidas de alcohol, como refieren los compañeros, con el piso chorreado todo el tiempo con alcohol, hay una responsabilidad también de nación”, precisó.
La provincia, además de su responsabilidad por la falta de mantenimiento previa a la venta, debe realizar a través del Ministerio de Trabajo y Empleo inspecciones sobre seguridad, higiene y medioambiente del trabajo, por aplicación de la normativa nacional. Finalmente, la municipalidad local tiene también alguna inejerencia, aunque menor, relacionada con algunas habilitaciones.
“Así como estaba, el ingenio no se podía habilitar”, afirmó Wandschneider, y describió: “Es algo tan grueso como que a la par de las hileras de tanques de alcohol, exactamente, hay cuatro calderas enormes, de las que se quemó solo una, la número 5, más o menos pequeña, salvándose las otras tres solamente porque el piso estaba inundado con agua, entonces las lenguas de alcohol no pudieron pasar. Así que podría haber sido muchísimo peor”.
-La empresa Budeguer se hizo cargo del ingenio hace pocos meses. ¿Esto pudo haber ocurrido antes?
-Podía haber pasado antes.
-Es decir que no se hizo nada, ni antes ni en estos meses.
-Nada. Es sencillo. Estamos hablando de cañerías, de metal, de cables, de mangueras. Si en un año no se hace nada, a los dos años está todo estar peor. Y acá estamos hablando de muchos años que no se hizo nada. Ahora entró una empresa, que por otra parte es una empresa azucarera, y no hizo una reparación como debía, y de lo único que se preocupó es de moler.
-¿Saben cuándo el ingenio va a retomar la actividad normal?
-Entiendo que por este año ya no pueden moler. Lo que sí pueden encarar es todas las tareas de reparación que hay que hacer. Las normales que no se hicieron y las que tienen que ver con el acondicionamiento ahora sí de higiene y seguridad. Y las extraordinarias, como la reparación de la caldera 5, y temas menores como chapas, estructuras, paredes. Eso sí: como técnico en Higiene y Seguridad, le digo que esa destilería ya no se puede reparar más, hay que construirla en otro lugar, más alejado, con las distancias que la ley prevé.