Por Miguel López concejal del PTS-FIT en Libertador Gral. San Martín
La semana pasada la comisión directiva del Sindicato de Obreros y Empleados Azucareros del Ingenio Ledesma-SOEAIL- , los delegados paritarios y los abogados asesores, luego de una asamblea minoritaria de 70 trabajadores afiliados (de los cuales un sector rechazó la propuesta patronal) y sin lanzar ningún tipo de plan de lucha, firmaron un acta acuerdo con los representantes del Ingenio Ledesma que lleva al salario de tira final de la categoría 1 de $23.800 a $28.560, este aumento del 20% tendrá efecto de mayo a julio, a su vez de agosto hasta noviembre tendrá efecto un incremento del 5% que llevara al salario a $29.570, y recién de diciembre a abril del 2020 la actualización salarial llegara a $30.944.
A su vez, la patronal pagara los retroactivos de los salarios de los meses de mayo y junio en dos pagos, uno en agosto junto al salario de julio y otro en septiembre junto al salario de agosto.
Un acuerdo que mantiene los salarios en la pobreza
Claramente la paritaria azucarera de Ledesma del 2019, promocionada por la comisión directiva del SOEAIL para que los mandaten para firmar dicha acta, es un acuerdo a la baja, porque el incremento salarial en casi la totalidad de este año va está por debajo del costo de la canasta básica total, hoy en $30.337 según el INDEC, y mucho más por debajo del costo de la canasta de consumos mínimos que actualmente está $38.768,2 en el NOA según los trabajadores de la Junta Interna del INDEC. Es decir que, con la firma de la reciente acta acuerdo gran parte de los obreros del azúcar del Ingenio Ledesma, que generan las enormes ganancias que posicionan a los Blaquier en el puesto 27 del ranking de las familias más ricas del país con una fortuna declarada de US$ 830 millones, seguirán por debajo de la línea de la pobreza en la zafra 2019.
A esta apreciación de las paritarias hay que agregar que al llegar el salario a $30.944 recién para los meses de diciembre del 2019 a abril del 2020, una parte considerable de trabajadores azucareros que son temporarios, quienes en su mayoría quedan parados desde fines de noviembre hasta abril-mayo, no percibirían la tercera cuota del aumento salarial.
Sin cláusula de cese de despidos, obreros desprotegidos
Además, el acuerdo celebrado entre gremio azucarero y la parte empresaria tampoco contempla una cláusula de cese de los despidos. Un punto central para la base azucarera, dado que la empresa Ledesma desde 26 de diciembre del 2017 hasta el día de hoy lleva despedidos solo en el ingenio azucarero más de 150 obreros y empleados, y en su mayoría se tratan de desvinculaciones sin causa, sean estos persecutorios o ligados a una tecnificación de sectores o secciones del ingenio.
Terminar con los despidos es una demanda muy sentida, hoy la central entre los obreros, por la cantidad de despedido que hubo en los últimos años, por la incertidumbre que genera entre los que quedan trabajando y por qué cada despido es aprovechado por la empresa para exigir que los obreros que continúan trabajando en la empresa se esfuercen por aumentar la productividad, lo que significa un negocio redondo para la patronal ya que con mucho menos obreros produce igual o más azúcar, alcohol y biocombustibles.
Es que la “reducción de costos” y “tecnificación de sectores” que empujan como proyecto empresarios como los Blaquier siempre es a costa de despidos, familias en las calles y pérdidas de conquistas en lo salarial y en las condiciones de trabajo de quienes quedan en las líneas de producción, y en pos de ensanchar las ganancias de la empresa.
Una salida tercerizadora al problema de los despidos
Como salida para resolver la situación de parte de los despedidos, la comisión directiva del SOEAIL le propone a la patronal que le permita ingresar una cooperativa impulsada por el gremio, la que integrada por trabajadores despedidos realice tareas internas y externas en el complejo agro industrial de Ledesma, como lo hacen varias de las tercerizadas que operan en Ledesma SAAI. La salida que propone la comisión directiva seria impulsar una iniciativa que vulnera los derechos de estos trabajadores, al impulsar que la patronal avanza en reclutar más trabajo en condiciones de precarización laboral, pero esta vez impulsada por la directiva sindical del gremio azucarero.
Por el contrario, el sindicato debería impulsar la organización y lucha para que los obreros que trabajan para empresas tercerizadas en el ingenio, cobrando menos que los obreros de planta y con menos derechos en las condiciones laborales, pasen a convenio azucarero y a la planta del ingenio Ledesma. Lucha contra la precarización laboral y tercerización que se emprendió en el Ingenio Ledesma allá por el 2014 con los obreros de El Talar a la cabeza.
Ledesma no esta crisis, despide y paga bajos salarios para engrosar su ganancia
La demandas, de cláusula de cese de despidos y un aumento que actualice los salarios de los meses de mayo y junio en los que la paritaria 2018 ya se encuentra vencida, fue tomada por una anterior asamblea del SOEAIL como un reclamo por el cual disputar con la empresa Ledesma, porque los obreros se enteraron que el Centro de Empleados del Azúcar del Ingenio Rio Grande y la patronal de dicha empresa ubicada en la localidad jujeña de La Mendieta- Dpto. San Pedro rubricaron un acta acuerdo en la que la parte empresaria se compromete al mantenimiento de las fuentes laborales y se abstiene de producir despidos sin causa, además de otorgar un adelanto que va de $15.900 hasta $23.974, según categorías, por los meses de abril, mayo y junio del 2019.
Tal anticipo de haberes va a cuenta de los meses en los que ya se encuentra vencida la paritaria 2018, la cual fijo un aumento salarial en 6 cuotas que llevo al sueldo de la categoría 1 a $25.000 en abril del 2019. A su vez, tal adelanto ya lo cobraron los obreros del Ingenio Rio Grande el pasado 12/07/19 y tiene vigencia hasta que se cierre un acuerdo paritario por la zafra 2019 entre las partes.
Si la patronal del Ingenio Rio Grande, una empresa que produce 70 mil toneladas de azúcar por zafra, se compromete ante el sindicato a no despedir y otorga zafra a zafra un aumento mayor al del Ingenio Ledesma, que produce 281 mil toneladas de azúcar y 115 millones de litros de alcohol, mucho más de lo que produce Rio Grande, queda en evidencia que los más de 150 despidos en la empresa, que cuenta con la gerencia general de Javier Goñi y el directorio repleto de miembros de la familia Blaquier-Arrieta, no son por una crisis de la rama productiva. Muy por el contrario los despidos en Ledesma se deben a un aprovechamiento por parte de la patronal de Ledesma del ajuste económico en curso, de la política reaccionaria y anti obrera del gobierno de Macri y del gobierno de Morales, de la posición abiertamente pro patronal del ministerio de producción y trabajo de la nación, y de las treguas que les conceden las comisiones directivas de los sindicatos-dirigidos en su mayoría por el PJ y el kirchnerismo- al gobierno y los empresarios, para que estos a su vez aumenten la productividad y márgenes de ganancias, en base a múltiples a ataques a la clase obrera azucarera.
La tregua da vía libre a los ataques de la patronal
La comisión directiva del SOEAIL encabezada por Rafael Vargas, ex candidato a intendente y vice gobernador por el Frente Patriótico de la diputada peronista Alejandra Cejas, viene dejando pasar más de 150 despidos y firmando su segundo acuerdo salarial a la baja, esta política sindical de subordinación la lleva adelante avalando con su tregua, con la patronal y el gobierno nacional y provincial, una remuneración muy por debajo del costo de vida para una familia obrera, y haciendo la vista gorda a los despidos que no solo significan familias en la calle, sin trabajo y con riesgo de perder su casa del barrio Papa Francisco, sino incertidumbre, mayor sometimiento, aumento de tareas en las jornadas extenuantes, que caracterizan al trabajo en el ingenio en tiempos de zafra, para los obreros que quedan trabajando en Ledesma SAAI, y una mayor persecución a los obreros que impulsan la organización y son referentes de sus compañeros en las secciones.
A su vez, los asesores del SOEAIL, como el abogado Juan Giusti (ex candidato a Intendente de San Pedro por la lista de Guillermo Snopek y ex asesor de la diputada peronista Alejandra Cejas, devenido en votante de Julio Ferreyra en las PASO, en detrimento de su archienemiga, Carolina Moisés), son una máquina de desmoralizar obreros que quieren organizarse para luchar, así como también son fervientes aduladores de la fórmula del kirchnerismo-pejotismo.
Abogados y políticos como este quieren que la clase trabajadora se vuelva a comer el sapo, de votar a peronistas para echar a Cambiemos, aunque luego no cambie nada de fondo nada.
Giusti al plantear en cada asamblea que no se puede luchar ahora, que no hay condiciones, que la base trabajadora tiene miedo y que lo que queda para los trabajadores es esperar ir a votar al peronismo para que gane Alberto Fernandez -Cristina Fernandez de Kirchner, y de ahí recién expresar los reclamos que la clase obrera tiene. El problema es que hasta las elecciones nacionales de octubre de este año, ya la patronal de Ledesma avanzo en despedir a más 150 trabajadores azucareros en Ledesma y tiene planificado con la implementación de nuevas maquinarias en secciones como fraccionado y deposito llevar acabo un nuevo ataque a los azucareros con reubicaciones y despidos de más trabajadores.
Los mineros del Aguilar y las/os docentes de Salta, no se resignaron a la idea que busca instalar el kirchnerismo y el peronismo en los sindicatos de desechar toda lucha en defensa de derechos y esperar hasta que se vaya Macri por la vía electoral del voto al PJ-Frente de Todos, no se comieron el verso del “hay 2019” que vociferaron los dirigentes sindicales hoy impulsores de la candidatura presidencial del lobbista de los empresarios de Alberto Fernández. Los mineros y los/as docentes se organizaron, lucharon y luchan contra la prepotencia de empresas multinacionales y gobiernos radicales macristas, como Morales, y peronistas lavagnistas, como Urtubey, y sus peleas contaron y cuentan el apoyo del pueblo trabajador.
Confiar en nuestras propias fuerzas y organizar la defensa
Muy por el contrario, desde el PTS en Frente de Izquierda y de los Trabajadores-FIT- proponemos impulsar la organización y la lucha de los trabajadores para terminar con la conciliación con una empresa que no cesa de golpear a la clase obrera azucarera, y busca mostrarse como ejemplo de intransigencia empresaria ante el resto de los capitalistas de la rama productiva y de la región.
Por eso decimos que es preciso seguir exigiendo una cláusula de cese de los despidos en el Ingenio Ledesma, la reincorporación de los obreros despedidos, y un salario igual al costo de la canasta familiar. Así como también defender las viviendas de los compañeros despedidos, contra todo atisbo de desalojo impulsado por la patronal, el poder judicial y la policía provincial.
Estas peleas en defensa de los puestos de trabajo, los salarios y las viviendas de los compañeros despedidos, deben darse con independencia de clase de los partidos del régimen –UCR y PJ- que cuentan con referentes que desmoralizan a las bases trabajadoras, las desorganizan y los llaman casi religiosamente a creerse que por el hecho de que vuelva el kirchnerismo y el peronismo, se van a cambiar las condiciones sociales y económicas de las mayorías populares.
Los trabajadores y las trabajadoras tenemos que confiar en nuestras propias fuerzas, ninguna de las conquistas logrados fueron regalos ni de la empresa, ni de los partidos patronales, menos aún obras de beneficencia de algún alma caritativa, cada logro fue producto de la organización y la lucha mancomunada de los obreros junto a la familia azucarera y al pueblo pobre de Libertador y localidades colindantes.
En el PTS-FIT los trabajadores del azúcar y sus familias saben que tienen compañeros/as y amigos/as para emprender la defensa de nuestros intereses y nuestra organización frente a la ofensiva de la empresa Ledesma y las conciliaciones de la dirección sindical que tiene una tregua con la patronal.