Por Ciriaco Agostini. De acuerdo a mi linaje y por directas enseñanzas de mi abuela, la ceremonia de la Pachamama ha sido tergiversada por la colonización.
Origen de la celebración
Nuestros ancestros iniciaban el año solar en el momento en que la tierra se preparaba para la siembra, en agosto. Fue siempre un oráculo para los agricultores.
Se cavaba en la tierra un pozo de 40 centímetros de diámetro por 45 de profundidad, en el fondo se lo sectorizaba y en cada sector se colocaban semillas que se sembraban en el lugar. Se las cubría con pedazos de frutas. Aparte de esto, lo único que se le ofrendaba a la Madre Tierra era coca, tabaco y chicha. Luego de ello se colocaba una laja cubriendo completamente el pozo.
Al cabo de una luna ‒28 días‒ los agricultores sacaban la laja y observaban:
– la semilla que había germinado y estaba fuerte y potente, era lo que más se sembraba.
– la semilla que había germinado y su crecimiento no era tan fuerte, se sembraba en menor escala.
– la semilla que no había germinado, se desechaba como cultivo de ese año.
Nuestros ancestros tenían esta maravillosa manera de comprobar experimentalmente para qué estaba fértil nuestra madre en ese año, y se guiaban por su oráculo.
Cuando llegaron los españoles y vieron este ritual, surgió la etiqueta de «Le están dando de comer a la tierra», tergiversando el sentido oracular y popularizando una celebración signada por orgiásticas ofrendas de guisos, locros, y actualmente hasta Coca Cola, que no tienen nada que ver con la verdadera celebración de la Pachamama.
Recomendacion para una celebración lo más cercana a la original
Ofrendas: Tres tipos de semillas; tres tipos de frutas; hojas de coca; tabaco; agua; carbones y tres sahumerios, incienso siempre y los otros dos a elección.
Procedimientos: Cave un pozo en la tierra, y si no tiene tierra, hágalo en una maceta grande. Sahume el pozo un buen rato y colóquele una manta arriba, cosa que el humito penetre en la tierra. Prepare al lado del pozo todas su ofrendas en platitos o cuencos.
El dueño de casa se arrodilla frente el pozo, saca la manta, y el sahumador comienza a brindarle a la tierra las ofrendas: primero prende el cigarrillo sin pitar y lo coloca en la montañita de tierra que quedo al cavar el pozo; una a una coloca las semillas en el fondo luego las frutas partiditas; el agua; las hojas de coca.
En el caso de tener invitados a la celebración, el dueño se coloca al costado y guía a sus invitados dándole en mano todos los elementos de la ofrenda, respetando el orden en que se colocaron.
Para concluir se cubre todas las ofrendas con tierra o se cubre el pozo con una laja, agradeciendo permanentemente a la Pacha.
Por lo general se marca el lugar con tres piedras grandes juntas y trianguladas, a las que nuestra familias originarias adornaban con papel picado y serpentina, propinados en abundancia a los participantes. Así se inician el banquete y la fiesta.