El macrismo consiguió las primeras fotos tras la convocatoria del presidente Mauricio Macri a firmar un acuerdo que le permita llegar a las elecciones. Pero también recibió los primeros reclamos, que van desde la revisión de las tarifas de los servicios públicos hasta el congelamiento de los despidos. «El mercado necesita señales, pero los argentinos necesitan respuesta de manera inmediata» advirtió, también por carta, Sergio Massa.
El Gobierno comenzó su ronda de diálogo con gobernadores en torno a los 10 puntos que propuso el presidente Mauricio Macri en su carta, enviada también a precandidatos presidenciales, empresarios, cultos y la CGT. Luego de una racha de rechazos tanto de dirigentes opositores como de gobernadores, hoy el oficialismo tuvo un respiro. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, consiguió mostrar las primeras fotos de reuniones: fueron con el gobernador de Chaco, Domingo Peppo, con el de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y con el precandidato Daniel Osvaldo Scioli, que inauguró la ronda de presidenciables.
Sergio Massa, por su parte, les envió otra carta, llena de reproches. Hasta ahora no hay certezas de si habrá encuentros con Cristina Kirchner o Roberto Lavagna.
La agenda de la convocatoria presidencial -que ya cambió varias veces de forma- se va armando día a día. No hay un cronograma que el oficialismo haya informado.
Hoy Frigerio mostró su muñeca política y consiguió las primeras fotos con gobernadores. El primero en llegar fue el peronista Peppo. «La Argentina debe dar una señal de confiabilidad al mundo y para eso debemos estar todos juntos», dijo el gobernador de Chaco. Música para los oídos oficiales, luego de días de rechazos permanentes. «Nadie puede no estar de acuerdo con los diez puntos de coincidencia que plantea el Presidente», se alinéo Peppo, quien en verdad había ido a coordinar programas de ayuda por las inundaciones, pero terminó quedando como el primero en inaugurar la ronda de conversaciones.
No obstante, Peppo también advirtió: «Hay dos cosas que me gustaría incorporar que tienen que ver con la realidad actual del país: uno es el tema tarifario y otro la posibilidad de congelar despidos, porque esto también hace a la incertidumbre».
El siguiente en la lista de visitantes fue Bordet, que va camino a revalidar su cargo, a juzgar por el aplastante resultado de las PASO entrerrianas. «Siempre que se llama al diálogo hay que hacerlo», consideró Bordet.
Scioli, por su parte, fue el primero de los precandidatos presidenciales en asistir al diálogo propuesto por Macri. El ex contrincante en 2015 ya había dicho que estaba dispuesto a poner su experiencia al servicio de encontrar una salida a la crisis económica. Hoy llegó con una carta, que se sumó al nutrido intercambio epistolar de estos días.
Otro que salió con su propia carta fue Sergio Massa, cargada de reproches: «Hoy cumple usted 1245 días como presidente y la realidad pone en evidencia que ha elegido un mal camino». Le pidió que su mensaje incluya «alguna autocrítica» y le reclamó medidas «inmediatas y urgentes». «El mercado necesita señales, pero los argentinos necesitan respuesta de manera inmediata», sostuvo. También le reprocha que no haya convocado formalmente a un encuentro y le habló de «marketing electoral y falta de respeto a la oposición». Y le dijo que armará su propia convocatoria, con opositores.
Más respuestas
Entre los otros gobernadores, la recepción sigue siendo dispar. Los gobernadores de Formosa, Gildo Insfran, y La Rioja, Sergio Casas, ya habían sido críticos. A esto se sumó el de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, quien pidió consenso pero entre opositores: «Se debe lograr una gran unidad nacional de todos los sectores que no estamos de acuerdo con esta forma de gobernar la Argentina desde hace tres años, y buscar una opción para sacar nuevamente al país adelante, y con Cristina adentro». «La Nación ha tomado algunas medidas que no son buenas y han afectado el poder adquisitivo de la gente», los cuestionó.
«Me da la sensación que acá se comenzó al revés porque empezó a circular un documento que elaboró el Gobierno buscando acuerdos», cuestionó el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, quien no se mostró del todo cerrado al diálogo. Pero se permitió una ironía: «Siempre es buena una convocatoria al diálogo si hay vocación de modificar el plan económico me parece excelente». «Hay que pensar en una política que traiga soluciones al problema de la pobreza, del empleo y la inflación», remarcó el gobernador socialista.
En la misma línea, el de San Juan, Sergio Uñac, sostuvo que un acuerdo debe incluir «medidas activas para el desarrollo de actividades como la minería y la industria, que son sectores que generan empleo». Además, indicó que el documento «está a destiempo porque se mezcla con el panorama que se avecina por las elecciones nacionales».
A favor el Gobierno contó con algunos aliados habituales: el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, dijo que hay que llegar a «acuerdos básicos en que estén por delante al país, a la Patria y al pueblo argentino». Lo mismo sostuvo el de Río Negro, Alberto Weretilneck. El de Salta, Juan Manuel Urtubey, continuó en su línea de apoyar a la distancia: «Faltan un montón de temas entre los que están planteados ahí, pero la Argentina tiene que empezar a mostrar», remarcó.
Frigerio seguirá convocando gobernadores, mientras que el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, está a cargo de las conversaciones con Sergio Massa. De la que sigue sin haber novedades es de la ex presidenta. En su entorno mantienen silencio sobre qué dirá sobre el llamado. Puede que se devele en la presentación de su libro «Sinceramente» mañana en la Feria del Libro.
«Primero tenemos que ver la reacción a la carta. Después no descarto que el Presidente se reúna con todos aquellos que tienen pretensión de gobernar el país en el futuro», sostuvo Frigerio sobre la expectativa en la Rosada de cuál será la movida de CFK. Algunos fantasean con que quedará aislada en una negativa. Claro que para eso sería necesario que todo el resto aceptara la propuesta de Macri.
Página/12