La ONU denunció hoy un «fuerte aumento del odio» en el mundo desde que comenzó la guerra entre el grupo islamista palestino Hamas e Israel el 7 de octubre y que «tanto judíos como musulmanes no se sienten seguros».
«El impacto de esta crisis conmocionó a todas las regiones, deshumanizando tanto a palestinos como a judíos», dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk.
«Asistimos a un fuerte aumento de los discursos de odio, violencia y discriminación, profundizando las fracturas sociales y la polarización», agregó, según replicó la agencia de noticias AFP.
«El impacto de esta crisis ha sido dramático, a nivel regional y global», lamentó el representante de la ONU y denunció la tendencia a «deshumanizar» tanto a los judíos como a los palestinos, en un comunicado reproducido por la agencia de noticias Europa Press.
Asimismo, declaró que teme que «aumenten las fracturas sociales y la polarización», por lo que apeló a la contención y a poner límite a cualquier forma de discriminación, también a través de Internet.
«Tanto judíos como musulmanes cuentan que ya no se sienten seguros, y esto me entristece», agregó Türk, con el foco puesto en los actos que se puedan cometer, en la persecución de símbolos y en las palabras que puedan pronunciar líderes políticos y que, «sin duda», tienen consecuencias.
En este sentido, recordó que el derecho internacional es «claro» y prohíbe «cualquier defensa del odio por motivos de nación, raza o religión que constituya una incitación a la discriminación, la hostilidad y la violencia»
Al mismo tiempo, instó a las autoridades a respetar la libertad de expresión y el derecho de reunión, después de que en algunos países se hayan impuesto límites sobre las concentraciones a favor de israelíes o de palestinos, en gran parte de casos alegando cuestiones de seguridad nacional o la necesidad de contener determinados discursos.
Sin embargo, manifestó que entiende que hubo «restricciones generalizadas o desproporcionadas» sobre el derecho de manifestación y que limitaron de forma «predominante» la convocatoria de movilizaciones pro palestinas.
Los gobiernos deben acometer medidas de manera «proporcionada» y «garantizar que haya un espacio seguro para la participación y el debate», sin restringir las declaraciones críticas o las «expresiones de solidaridad» con alguna de las partes, expresó.