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Por Roberto Pellegrino. “Como sea, Velázquez ahora va a ganar” dicen los políticos quiaqueños, pero agregan “esto le va a durar poco porque va barranca abajo”. El intendente Dante Velázquez tiene una prueba de fuego el martes que viene, cuando debe realizarse la incorporación de los nuevos concejales y la elección de las autoridades del cuerpo.
Al igual que el 27 de octubre pasado el intendente puede perder o ganar todo en la nominación del nuevo presidente, y pone en juego también su cabeza al frente del municipio, ya que si gana un concejal adverso se enfrentará seguramente a un juicio político que lo terminará desplazando de su puesto.
En una medida insólita, una sesión del jueves pasado suspendió hasta abril del año que viene a dos concejales: Hernán Rodríguez y José Vázquez, al primero por una denuncia de una gresca con lesiones leves, ocurrida hace un año y medio y al segundo por haberse llevado el Libro de Entradas del Concejo en el momento que ejercía la presidencia del cuerpo deliberativo.
Justamente estos dos concejales están enfrentados con el intendente y conforman una mayoría opositora que serán un dolor de cabeza para Velázquez, junto con los que ingresarán esta semana: Miguel Tito y la radical Alejandra Elías.
El agravante es que estos dos ediles fueron suspendidos por otros tres que tienen mandato hasta este martes, y a pesar de ello uno integra la Comisión Investigadora que deberá sustanciar el juicio político hasta abril próximo, como figura en la resolución 163: luego de aprobar en media hora el juicio político convoca para el 9 de abril del 2014 a horas 16 “a sesión pública para escuchar la acusación y la defensa” (contra Rodríguez y Vázquez). La Comisión Investigadora es presidida por la concejal Luisa Gutiérrez y la integra también el edil saliente Juan Carlos Flores (artículo 6to.).
Actualmente el cuerpo está integrado por Gutiérrez, Flores, Jacqueline Sánchez, Roberto Toconas, más los suspendidos Rodríguez y Vázquez, todos justicialistas, pero enfrentados entre sí por el apoyo o la crítica al intendente Velázquez. Estos conflictos tienen paralizado el Concejo desde junio de este año y ha provocado una tensión política sin precedentes en la ciudad fronteriza.
Se suponía que todos estos enfrentamientos iban a culminar el 27 de octubre, pero contra todos los pronósticos Velázquez ganó por poco, aunque el resultado favorable no le alcanzó para mantener la mayoría en el Concejo Deliberante: los tres concejales que terminan su mandato pertenecen a su sector, y en las elecciones pasadas sólo consiguió ingresar uno, Valeria Brajeda, contra un bloque opositor de cuatro: Rodríguez y Vázquez, el propio Tito y la radical Elías. Los dos de Velázquez se completan con Luisa Gutiérrez, que responde a las órdenes de Guillermo Jenefes.
¿Qué pasará este martes? Según Luisa Gutiérrez, la actual presidente, están dadas las condiciones para que se incorporen y presten juramente todos los nuevos ediles. Tito sostiene lo contrario y ya anunció que jurará sólo ante el presidente suspendido, mientras que la radical Elías dijo que prestará juramento, pero que no sabía qué iba a hacer frente a la elección de autoridades. “Contra Brajeda y Gutiérrez que apoyan a Velázquez estaríamos yo y Tito. Si me abstengo, gana el intendente y si voto a favor de Tito también, ya que habría un empate y la presidencia le correspondería a Brajeda, que fue la más votada en octubre pasado”, dijo Elías.
¿Pero este triunfo no sería solamente hasta abril del año que viene, cuando regresarán los suspendidos?, le comento a la edil radical. ¿Ud. estaría de acuerdo en elegir entonces nuevas autoridades? le pregunto. “Por supuesto, eso es perfectamente posible”, responde Elías.
Mientras tanto para este lunes a la tarde, el Concejo viejo fue convocado por órdenes del intendente, para tratar algo que se mantiene en secreto. “Es otra jugada de Velázquez, que está intentando poner más piedras en el camino que impidan su alejamiento del municipio”, señala la concejal radical electa, quien mostró su preocupación por posibles enfrentamientos en la sesión, destacando que “yo no invité a mis amigos, parientes y correligionarios porque se espera que personas que apoyan a Tito y los militantes de la Tupac realicen disturbios”.
