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Un informe de la organización feminista Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) la región del norte del país tiene la tasa más alta de femicidio.
La tasa de un caso cada 100.000 habitantes en lo que va del año, la lidera el norte del país con Salta, Tucumán, Catamarca y Misiones, luego le sigue Jujuy, Santiago del Estero y San Luis, con 0,8.
Según la organización Mumalá, el 2020 se registró un femicidio cada 29 horas, desde el 1 de enero al 30 de junio, 143 en total.
La organización solicitó al Estado Nacional que priorice recursos para la atención integral de mujeres e integrantes del colectivo LGTBIQ+ y promoción de políticas públicas para prevenir, sancionar y erradicar las violencias de género.
En el mismo informe, advierten que se produjeron otros 18 crímenes que se encuentran en investigación, fallecimientos que, de confirmarse, generaría un aumento aún mayor en el número de femicidios.
En lo que va del año, hubo 128 asesinatos directos de mujeres, mientras que los femicidas también tomaron la vida de siete mujeres o niñas y de seis varones o niños, lo que se conoce como feminicidios vinculados. Debido a estos asesinatos, provocaron la orfandad de 177 niños y adolescentes.
Además de los 128 femicidios, se detectaron otros 135 intentos de asesinato en todo el territorio. El aumento de agresiones contra mujeres lleva a que en Argentina se cometa un feminicidio cada 29 horas, cuando en meses anteriores el promedio era un asesinato cada 31 horas.
Desde el inicio del confinamiento, el pasado 20 de marzo, por la pandemia del coronavirus, se registraron 80 femicidios y 79 intentos de femicidios. «La situación grave continúa a pesar de la cuarentena», afirman desde el colectivo feminista.
Según el informe, el 41% de los femicidas era pareja de la víctima, y un 22%, ex pareja. Enfatizan que los femicidios son el único crimen que no han descendido en el marco de la cuarentena.
El 68% de los feminicidios se cometieron en el propio domicilio de la mujer o en la vivienda que compartía con su agresor. Los femicidios son los únicos delitos que no descendieron durante la cuarentena.
