Los trabajadores de Minera Aguilar están de paro, con una permanencia frente a las oficinas de la empresa, donde organizaron una olla popular junto a sus familias. No están reclamando por salarios, dicen, porque tienen otras urgencias: «Están mezquinando cosas esenciales, arriesgando la vida de los compañeros», afirmó a El Submarino Radio (91.5) Carlos Trejo, secretario general de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) de Jujuy.
«Hace más de un año y medio que venimos reclamando por cosas básicas, esenciales. Hace más de un año y medio que reclamamos ante las autoridades de la empresa y del estado, porque tenemos antecedentes de compañeros que han muerto en el interior de la mina. Hace un año y medio vemos que por el achique de costos perverso que está aplicando la empresa, se está arriesgando la vida de los trabajadores mineros», describe Trejo.
La ventilación y el sostenimiento de la mina, y la provisión de elementos de protección personal para los trabajadores son los puntos centrales del reclamo. «Están mezquinando cosas esenciales, arriesgando la vida y la salud de los trabajadores», afirmó el sindicalista.
Hace un año y medio que reclaman, además, que cesen los malos tratos. «Ya no somos esclavos, estamos en el siglo 21. Tenemos que conversar, no necesitamos garrotazos. Y estamos reclamando que el trabajo sea digno, más allá de la raza que sea uno», continuó.
El mes pasado los trabajadores decidieron en asamblea iniciar una medida de fuerza, pero inmediatamente el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria. «La acatamos. Y con orgullo, porque los trabajadores mineros somos pacientes. Pero no tuvimos respuesta», relató Trejo.
Así es como, finalmente, este miércoles decidieron el paro de 24 horas. Están en asamblea permanente, apostados frente a las oficinas de la empresa, donde además organizaron una olla popular. «Estamos junto a nuestras familias, expresando nuestra bronca y nuestra desesperación por cómo nos trata el patrón», explicó.
«Por supuesto que el patrón lo hace con la compicidad de alguien», afirmó Trejo.
-¿Cree que la empresa es apañada por el Ministerio de Trabajo, por el gobierno?
-No sé, no me atrevo a decirlo, pero sí creo que si fueran administrativamente más competentes, tendrían que ser imparciales a la hora de las negociaciones. Porque al menos los trabajadores tendríamos que sentirnos apoyados y favorecidos por el Estado. Queremos que el Estado haga garantizar a la empresa que no va a matratar más a los trabajadores.
-¿Cuáles son los problemas principales por los que están reclamando?
-Le doy un ejemplo. Un trabajador minero entra a la mina y denuncia a su supervisor. Le dice «hermano, mira, no voy a ir a trabajar allá porque está mal, está demasiado el humo y yo me voy a asfixiar; está mal el sostenimiento, hermano, capaz que se venga abajo, se derrumbe». Y le contesta «andá, y si no vas, te vas a otro lado».
-Hace tres años murieron dos trabajadores en Aguilar. ¿Hubo algún cambio después de eso?
-Siempre hay algún cambio cuando pasa alguna desgracia, el Estado busca inspectores y todo eso. Estuvimos bien un año, un año y medio. Pero hace un año y medio cambiaron algunos ejecutivos de la minera y trajeron la idea de que hay que achicar costos, hay que sacar más producción y no hay que hacer más ventilación, hay que sacar más mineral y no hay que hacer sostenimiento. Se contrató gente exclusivamente para eso, para que apure a la gente a sacar el mineral, a producir y no a cuidar el ambiente ni el trabajo, no cuidar el sostenimiento ni la ventilación. Se hacen cosas, pero mínimamente, para disimular. La mina es una trampa mortal para los trabajadores.
-¿La situación es tan grave?
-Mire, esperemos que no, pero si seguimos así , vamos a perder otros compañeros en la mina.
-¿Cómo está la cuestión salarial?
-El acuerdo salarial lo hicimos en mayo, y en agosto tendríamos que estar hablando de nuevo. Pero no estamos en condiciones de hablar del salario, porque hoy por hoy, más allá de que es importante la plata para nosotros, creemos que nuestro reclamo más importante es por la salud, la dignidad y la vida de los trabajadores. Es lo que más nos importa. A nosotros la plata nos hace falta, tenemos familias, pero creemos que más importante es preservar la integridad física de los compañeros. La plata la conversaremos en otro momento. Ni siquiera tenemos tiempo de conversar sobre eso.
-¿El diálogo está cortado?
-No, nosotros siempre fuimos dialoguistas, tenemos esa característica. Hace mucho tiempo que no tenemos conflicto. Pero esto lo veníamos sospechando desde junio, cuando pusimos las cosas arriba de la mesa y vimos que al gerente general Javier Ruiz Díaz no le importaba mucho, solo le importa producir. Este no es un reclamo de ayer, es de hace más de un año. Se intensificó porque no tuvimos respuesta en junio. Ayer incuso hubo una reunión y hoy debíamos tener otra, pero la gente está agotada de conversar y conversar.
-¿Cuántos trabajadores emplea hoy la mina?
-Somos 660, aproximadamente. Con los contratistas, 700. Y el resto es personal jerárquico de la compañía.
-¿Hubo cambios en la empresa?
-El director ejecutivo es el mismo, los capitales son los mismos. Lo que pasa es que la dirigencia gerencial ha cambiado. La cara visible de este ajuste es la contadora Estela Bustamante.
-¿Están cortando el acceso a la mina?
-No, no hay corte de entrada y salida, sigue siendo libre. No hay nada compulsivo. Solo el paro. Está todo transitable. Hicimos una olla popular frente a la oficina y estamos en asamblea permanente.