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“Que no se olvide el gobernador de que he trabajado para que él esté sentado ahí; no voy a permitir bajo ningún punto de vista que me falte el respeto”. Quien pronunció palabras tan duras es Raúl Ortiz, el titular del Sindicato Obreros y Empleados Azucareros (SOEA) de La Esperanza, que agregó: “Si piensa que nos va a atropellar de la misma forma que lo hizo con la Tupac Amaru, está equivocado”.
El enojo de Ortiz se relaciona con el proyecto de ley que pretende regular la venta del Ingenio. Este jueves los trabajadores marchan en San Pedro para manifestar su repudio. “Los compañeros ya se querían venir para la capital”, advirtió el sindicalista en diálogo con El Submarino Radio.
Junto a otros miembros de la Comisión Directiva del sindicato, Ortiz se reunió con diputados provinciales para expresarles su preocupación. “Les hicimos llegar nuestro parecer con respecto a los puntos del proyecto que van en contra del trabajador, que están causando malestar, y no le vamos a permitir al gobernador que avance”, dijo Ortiz.
Precisó que lo que más preocupa es lo que aparece en el punto 6, que establece que el gobierno tiene la facultad de trasladar a los trabajadores que se queden afuera del ingenio a «entidades públicas de la provincia donde haya proyectos productivos u obras que tengan que ver con la construcción».
Ortiz relató que representantes de una empresa de Bahía Blanca y otra mexicana recorrieron el complejo industrial. “No nos hicieron saber aún cuál es el objetivo, pero sí si sabemos que pretenden manejarse solamente con 700 trabajadores, cuando contamos con una masa de 1350”.
En principio, Ortiz pretende que si la intención es trasladar a los trabajadores «sobrantes» a la gobernación, los funcionarios responsables se pongan en contacto con la comisión directiva del sindicato “para dialogar y buscar la forma de que el daño sea el menor posible”.
“No vamos a permitir que una parte de los trabajadores se tenga que ir con otro sueldo ni con otros convenios, porque el trabajador tiene un convenio azucarero que se debe cumplir”, aseveró, y explicó que el malestar se relaciona además con que el proyecto no establece la participación de los trabajadores: “No figuramos como comisión directiva ni mucho menos como trabajadores, y pedimos la inclusión como corresponde”.
“No se olvide”
Ortiz le pasó factura a Morales: “Que no se olvide el gobernador de que he trabajado para que él esté sentado ahí; no voy a permitir bajo ningún punto de vista que me falte el respeto”, advirtió, y fue más allá: “Si el gobernador piensa que nos va a atropellar de la misma forma que lo hizo con la Tupac Amaru, está equivocado. Yo lo llamo a la reflexión, porque gracias a nosotros, gracias al voto popular, ha sido gobernador”.
Se quejó además de que el diputado radical Fabián Tejerina no lo haya convocado: “Es llamativo que no se haya comunicado, cuando al principio estuvimos en contacto para buscar una alternativa”, afirmó y agregó: “En algún momento van a tener que dar la cara, no solo con la comisión directiva sino con la masa de trabajadores”.
Morales viene calificando la situación del ingenio como “muy complicada y crítica”, aunque siempre aclara que reafirma su compromiso para sostener el complejo en producción y asegurar la fuente laboral.
Desde incluso antes de las elecciones que lo ungieron gobernador, ha mantenido diversas reuniones con el sindicato.
A principios de marzo, el gobierno informó que estaba buscando nuevos inversores para el ingenio porque los actuales administradores de la planta fabril “se fueron”. Por esos días, Morales mantuvo un encuentro con los trabajadores del ingenio, que plantearon la preocupación de quiebra, las posibilidades de reactivar el mismo para garantizar las fuentes laborales y el inicio de la zafra 2016.
Ese encuentro dejó conforme a Ortiz. “Junto a los 35 delegados de los distintos sectores vamos a trasmitir a los demás trabajadores la tranquilidad que nos brindó el gobernador”, dijo entonces.
De la reunión participaron, además del gobernador y representantes del sindicato, los intendentes de San Pedro, Julio Bravo, y de La Esperanza, Bernardo Ramón Carrizo, y el diputado Tejerina.
En la ocasión, Morales explicó: “Se han ido los inversores y hay problemas con una situación de quiebra que hace más de una década que no se resuelve”, y adelantó que reflotaría un proyecto elaborado en 2003 para “garantizar la fuente de trabajo y buscar nuevos inversores”. Esa es la iniciativa que impulsa ahora para que trate la Legislatura provincial y que tanto ha enojado al sindicato.
Dijo además que tenía la intención de “evitar la tercerización, porque hay temas de los que se pueden ocupar los trabajadores y llegar a la zafra y poner todos los recursos para que no se caiga el ingenio”.
Ahora algo parece haberse quebrado al menos en la confianza de los trabajadores sobre su futuro laboral.
