Se cumple este martes la segunda jornada del paro de 72 horas de los docentes e investigadores universitarios, que se desarrolla a nivel nacional a instancias de la Conadu Histórica en rechazo de la oferta del 15 por ciento de aumento salarial en cuotas y del recorte presupuestario, entre otras demandas. A las 5 de la tarde, frente a la Facultad de Humanidades, la agrupación docente Resistencia Universitaria realiza una clase pública a la que se suma la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNJu (Adiunju).
La semana pasada fue un paro de 48 horas. Esta semana arrancó con uno de tres días. En la tercera jornada de la medida de fuerza, este miércoles las actividades se centrarán en la peatonal Belgrano, donde habrá una volanteada con el fin de informar a la comunidad los motivos del paro y la situación que atraviesan los docentes universitarios.
En cada medida de fuerza que vienen tomando los universitarios, crecen los niveles de acatamiento. Es que la docencia universitaria está con bastante preocupación porque el gobierno no mejora su propuesta de recomposición salarial y mantiene la oferta del 15 por ciento. «La sola cifra del 15 por ciento es inaceptable, pero además van a pagar el aumento en cuotas, de a 1, 3 o 5 por ciento, de manera que terminaríamos de cobrar en enero de 2019», señaló a El Submarino Radio (91.5) Liliana Louys, secretaria general de Adiunju.
Los docentes universitarios no están solo preocupados por sus salarios presentes. «Hay una preocupación extra y es que desde el gobierno nacional se está poniendo en cuestión el tema de nuestra jubilación -explicó-, que tiene el 82 por ciento móvil, y de la jubilación de investigadores e investigadoras como los del Conicet, con dedicación exclusiva, que también se avienen a ese régimen con el 85 móvil».
«Están haciendo creer que tenemos jubilaciones de privilegio cuando en realdiad aportamos durante más de 25 años un porcentaje mayor, justamente para cubrir ese 82 y 85 por ciento. Además, las personas que nos dedicamos a la investigación científica en general no nos jubilamos a los 60 o 65 años, porque lo que enriquece el conocimiento científico es la experiencia. Entonces nos jubilamos más tarde, con lo cual nuestro aporte es mayor incluso de un trabajador de otras ramas».
A esta situación se suma el recorte en 3 mil millones de pesos en el presupuesto para las universidades nacionales, «en un presupuesto que otorga el Congreso de la Nación y el Poder Ejecutivo reduce unilateralmente, violando la ley, en un 27 por ciento, la cuarta parte, lo que significa reducción de becas, de subsidios a comedores, de subsidios para investigación», detalló la dirigente.
«Esto tiene que ver con una ideología concreta que responde a las demandas de ajuste con las que vienen el Fondo Monetario Internacional para corregir el déficit fiscal», concluyó Louys.
En este sentido, afirmó: «No somos solo los docentes universitarios los que reclamamos, hay un conjunto de cuestiones», y repasó: «El miércoles pasado se realizó la segunda Marcha Federal Educativa, estos días está la Marcha Federal por Pan y Trabajo; la destrucción de la ciencia y la tecnología; el desguace de espacios técnico profesionales que regulan la salud de la población, como el Senasa, el INTI, el INTA, el área de agricultura familiar, todas medidas que según ellos tienen el objetivo de reducir lo que ellos entienden como gasto, pero que además está hecho para que las empresas multinacionales se autorregulen y nadie les ponga un freno, porque detrás de esto está el negocio de los agrotóxicos y los pooles de soja, entre otros».
-Después de todas las medidas de fuerza, ¿puede esperarse un paro por tiempo indeterminado de docentes e investigadores universitarios?
-Si esto sigue así, es probable que no iniciemos el segundo cuatrimestre.