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Este martes 27 a las 20, en el Cine Teatro Select (Alvear 665) se llevará a cabo la proyección del documental «Calles de polvo», del fotógrafo y realizador paraguayo Fernando Allen Galiano, con entrada libre y gratuita.
Desde tiempos inmemoriales el Chaco Central es el territorio tradicional de los Enlhet. Ellos llamaban Lhaapangkalvok al lugar donde ahora se encuentra Filadelfia y Peetempok al actual Centro de la Colonia Neuland.
En el oeste del Chaco Central habitaban también los Nivaĉle.
Ambos pueblos vivían en paz, disfrutando de todos los recursos naturales de la región. Esta situación cambió cuando los menonitas irrumpieron en su hábitat a partir del año 1927. Los menonitas llamaron a los indígenas «salvajes» o «indios», y más popularmente «marrones», «oscuros» o «negros».
Al comienzo, los Enlhet se relacionaban horizontalmente con los menonitas. Sin embargo, entre 1927 y 1950 perdieron la totalidad de sus tierras. Es así que los Enlhet fueron desposeídos de sus recursos naturales y la mayoría se convirtió en obrero sin tierra de las colonias menonitas. Un proceso similar experimentaron los Nivaĉle.
La vinculación entre indígenas y menonitas se fue reduciendo a lo laboral, condicionada por un proceso de evangelización indígena y de renuncia a su cultura.
A partir de los años 1950 se fueron formando en los ámbitos urbanos de Neuland y Filadelfia los «campamentos de indios» o «campamentos de trabajo», actualmente llamados «barrios obreros».
Hoy en día el Chaco Central es una máquina de generación de riquezas para la población no indígena. Boquerón, departamento al cual pertenecen las zonas urbanas de Filadelfia y Neuland, cuenta con el mayor índice de desigualdad del país. Es el departamento con el mayor ingreso per cápita, y al mismo tiempo acusa la mayor pobreza y un alto grado de insatisfacción de las necesidades básicas de la población indígena. La diferencia abismal entre dos niveles de calidad de vida sigue siendo condicionada por las respectivas pertenencias étnicas.
Filadelfia y Neuland, cuentan actualmente con 16.500 habitantes en sus zonas urbanas. Unos 4000 de estos habitantes son menonitas de origen alemán, unos 5300 son los así llamados «latinos» o «paraguayos» y unos 7200 son indígenas. Estos tres grupos sociales habitan en barrios separados unos de otros.
En las condiciones actuales resulta difícil vislumbrar una perspectiva positiva para el sector de la población urbana más numerosa: el indígena. En este ámbito urbano, ¿la frontera de la pobreza se manifiesta como «situación colonial», o como un sistema de «apartheid» de hecho?
Fernando Allen Galiano nació en Asunción el 3 de marzo de 1959. Su actividad principal es la fotografía, editorial y artes gráficas. También es abogado. Como fotógrafo profesional, se ha desempeñado desde 1984 hasta la fecha en áreas como la fotografía documental y de reportaje. En 1989, a pedido del Ministerio de Cultura de España, realizó un reportaje fotográfico en Iturbe, Yegros, Borja, Itapé, y otros pueblos, escenarios constantes en la obra literaria de Augusto Roa Bastos, Premio Cervantes de literatura 1989. Estas fotografías en blanco y negro fueron expuestas en Madrid, y publicadas en el catálogo del Premio Cervantes.
Trabaja para organizaciones como la WWF, realizando reportajes fotográficos sobre el Bosque Atlántico, preservación del medio ambiente y grupos indígenas originarios, entre otros.
En el área de Patrimonio Histórico y cultural, realiza fotografías de monumentos históricos en el Paraguay, Brasil. Bolivia y Argentina. Además está llevando un registro de las festividades religiosas y populares que se desarrollan en la república, trabajo que se ha editado en un primer volumen lanzado en septiembre de 2002, y reeditado en 2006.
Ha editado además una importante cantidad de libros sobre temas de Patrimonio Cultural e histórico: Misiones Jesuíticas; El Barroco Hispano-Guaraní; Misiones Jesuíticas en Bolivia; Imaginería Franciscana, y otros.
