La justicia benefició con prisión domiciliaria a María Cielo Regazzoni, la mujer condenada a 10 años de prisión por haber entregado a una niña de 10 años al sacerdote Ricardo Quiroga, conocido como Padre Coco, para que la violara. Este viernes hay una audiencia en la que el abogado de la familia de la víctima, la fiscalía y la Defensoría de Niños, Niñas, Adolescentes y Discapacitados van a rechazar la medida y solicitar que la mujer de 27 años vuelva a la cárcel.
En mayo pasado, el Tribunal en lo Penal N° 3 condenó al sacerdote Quiroga a 15 años de prisión por el delito de “abuso sexual con acceso carnal doblemente calificado por ser cometido por dos personas y ser miembro un culto religioso”, por haber abusado de una nena por lo menos en dos ocasiones en 2020 en la casa parroquial de la ciudad de El Carmen. En el mismo juicio, Regazzoni recibió la pena de 10 años por el mismo delito en calidad de partícipe necesaria. Un tercer imputado, Leandro «Lean» Torres Barrozo, un monaguillo que estaba señalado como participante de los actos de abuso junto al cura, fue absuelto por el beneficio de la duda.
El 17 de octubre pasado, el juez de ejecución penal Emilio Cattan dictó la prisión domiciliaria de Regazzoni.
Jorge Toconás, abogado de la familia de la víctima, consideró en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91,5), que la decisión del magistrado constituye «una tragedia, porque desnuda un privilegio y un desequilibrio entre lo que tuvo que pasar la familia que yo represento, por un lado, y el alivio en el cumplimiento de una pena, por otro».
«Esta mujer es la principal cómplice de este hecho aberrante y ahora está gozando de este privilegio», remarcó el letrado, y explicó que la decisión de Cattan se apoyó en un retraso madurativo leve que padece Regazzoni, que fue confirmado por el Departamento de Sanidad del Servicio Penitenciario, que en su informe sugirió la domiciliaria.
No obstante, Toconás señaló que «no se han tenido en cuenta otras circunstancias», y recordó que la situación de la condenada ya había sido planteada en el juicio oral, donde los tres jueces que integraron el tribunal -Ana Carolina Pérez Rojas, Pamela De Las Cruces y Mario Ramón Puig- decidieron de todos modos que la mujer fuera alojada en una penitenciaría.
«Ahora tenemos un juez que emite este dictamen de forma unipersonal, permitiendo que esta persona purgue su condena en el domicilio donde cometió parte del delito, porque es el mismo domicilio donde bañó y golpeó a la nena, y donde quemó la ropa», sostuvo el abogado.
De acuerdo a la acusación, el hecho ocurrió el 24 de octubre de 2020 a la hora de la siesta, cuando Regazzoni llevó a una niña de 10 años a una casa donde la dejó con el padre Coco. Allí, el sacerdote y Torres abusaron de ella. Regazzoni se ocupó luego de bañar a la nena y quemar su ropa interior, para luego llevarla a su casa con su madre.
«Esta mujer, además, vive a 600 metros de la casa de la nena. La familia está indignada e incluso con temor. El Carmen es una localidad muy pequeña y esta persona está en el centro de la ciudad, a media cuadra de la iglesia y a una cuadra de la plaza central. Es un daño irreparable a la salud psicofísica de la nena. Esto es reprochable por donde se lo mire», afirmó el abogado.
Para este viernes a las 8.30 está prevista una audiencia en la que Toconás, el fiscal y la Defensoría de Niños, Niñas, Adolescentes y Discapacitados van a rechazar la medida que dispuso el juez Cattan. También va a participar la madre de la niña, quien va a exponer su preocupación por la situación de su hija.
«Esta decisión es legítima porque la emitió un juez, pero para nosotros es injusta porque afecta los intereses del niño, privilegiando los de la condenada», precisó Toconás.
En tanto, tramita ante la Suprema Corte de Justicia de la provincia un recurso presentado por las defensas de Quiroga y Regazzoni, luego de que la Cámara rechazara una primera apelación de las condenas.
La justicia penal condenó al cura pedófilo a 15 años de prisión
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