La diputada nacional radical Natalia Sarapura habló con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5) sobre el «malestar» en el seno del bloque luego de que varios de sus miembros apoyaran el veto presidencial a la reforma jubilatoria que se había aprobado en ambas cámaras.
El lunes último, la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) finalmente suspendió la afiliación partidaria de cuatro de los cinco diputados díscolos que la semana pasada acompañaron el veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria, al menos mientras dure la investigación. Se trata de Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat y Pablo Cervi. Sobre el quinto, José Tournier, no se tomó ninguna decisión porque no está afiliado al partido.
La diputada Sarapura comentó que desde el inicio de la gestión de Milei su bloque acordó se definió como opositor. «Fue una posición que habíamos logrado, por eso molesta más», afirmó.
Sin embargo, aclaró que «preocupa que haya una mirada prioritaria casi excluyente con la UCR», argumentando que otros legisladores de otros espacios también cambiaron su voto y apoyaron el veto presidencial. «A veces es muy difícil entender por qué se ha centrado la mirada en el radicalismo», señaló.
-¿Qué clima hay en el bloque radical después de que algunos de sus miembros apoyaron el veto presidencial a la reforma jubilatoria?
-Hay malestar. Ha habido un debate que nos ha invitado a ratificar la posición que hemos tomado inicialmente, porque nosotros siempre hemos definido que somos un bloque opositor. Y dentro de la agenda parlamentaria del bloque siempre hemos definido llevar dos grandes temas: el tema educación y las jubilaciones. Lo hemos hecho con el presupuesto universitario, el Fonid, la educación como servicio esencial. Y también desde un principio ha sido una posición dura del bloque de ni siquiera dar quorum si en el marco de la Ley Bases se discutía la fórmula de movilidad jubilatoria que fue una protección. Entonces molesta más porque fue una posición que habíamos logrado.
-Quedó en evidencia que no todos pensaban lo mismo.
-En el bloque hay diversidad de posiciones que son entendibles, porque algunos venimos de provincias que gobernamos, otros vienen de provincias que quieren gobernar y tienen posibilidades, y otros que vienen de escenarios más provinciales sin ninguna proyección. Pero ha habido siempre un marco de acuerdo. Así que hay claramente un malestar, una rediscusión de ese rol. Pero además preocupa que haya una mirada prioritaria casi excluyente con la UCR.
-¿En qué sentido?
-Porque posiciones han cambiado diputados de varios bloques. Del PRO han votado la vez pasada afirmativo para la movilidad y ahora negativo; diputados de partidos provinciales han votado así; algunos que han votado ahora se han ausentado para ayudar con el número, y algunos se han abstenido. O sea que no ha habido un cambio de posición solo de diputados radicales. Pero se ha centrado la mirada en el radicalismo, personalmente creo que por el error de la foto con Milei. El presidente ha sido un claro detractor del radicalismo desde el inicio de su gestión, tiene serias diferencias que expresa irrespetuosamente y eso creo que ha generado un proceso de debate de toda la institucionalidad del partido.
-¿Por qué el radicalismo ayuda a Milei, si lo maltrata tanto, incluso a sus figuras históricas?
-Fundamentalmente por el carácter democrático del radicalismo y el respeto a la institucionalidad, donde prima la identidad, la esencia, la vocación republicana del radicalismo. En ese sentido hay un entendido de que un gobierno que inicia debe tener herramientas mínimas. Y por otro lado porque es el estilo provocador de Milei. Es más, si nosotros observamos nuestra conducta, no solo de los que estamos en la política y con responsabilidad, sino en los medios de comunicación, los primeros meses de gestión nosotros nos pasamos respondiendo las provocaciones del presidente y no cuestionando ni poniendo luz sobre el desfinanciamiento, el vaciamiento del estado. Por ejemplo, el Día de la Mujer estuvimos discutiendo el cambio de nombre del Salón de las Mujeres cuando en realidad había una diezma de la institucionalidad de la protección de los derechos de las mujeres, un vaciamiento del presupuesto de la política pública.
-¿Eso cambió?
-El presidente tiene un estilo provocador que casi es una invitación al agravio permanente, a entrar en el juego del personaje, pero nosotros nos salimos de ese lugar porque creemos que tenemos una responsabilidad, que el pueblo ha tomado una decisión que es buscar soluciones en el marco económico pero que no significa el aval a todo y de cualquier manera y con todos los temas. Nosotros tenemos una cultura de derechos humanos, creemos que los derechos de las mujeres no son una cuestión ideológica sino que son una obligación del estado, y sostenemos esos debates. Creemos que tiene que haber una construcción de participación con dignidad y acuerdos que le sirvan a la gente. Nosotros intentamos llevar una agenda que le dé solución a las problemáticas de la gente y eso para el Ejecutivo es un problema.
-Milei los llamó degenerados fiscales, ratas, valijeros. Usted mencionó la foto de los diputados con el Presidente, y convengamos que despertó muchas suspicacias.
-A veces es muy difícil entender por qué se ha centrado la mirada en el radicalismo. Nosotros podemos dar cuenta con nuestras acciones mayoritariamente de llevar a la agenda los temas que preocupan a la sociedad y que son de interés de la gente.
-La UCR tiene el número como para inclinar la balanza, pero da la impresión de que hacen equilibrio, porque no quieren votar con Milei pero tampoco quieren quedar pegados a Unión por la Patria, el kirchnerismo. ¿Qué opina?
-Hay un grupo importante de diputados radicales que construye agenda y va buscando mayorías. A veces esa mayoría ha sido con el bloque de Pichetto, a veces ha sido con otros diputados. Por ejemplo, hemos logrado lo del fondo del tabaco con acompañamiento de Unión por la Patria, y eso lo hemos liderado nosotros. Los diputados de la UCR de Jujuy podemos dar cuenta de que cuando se trata de un tema que responde al interés de nuestra provincia, priorizamos construir mayorías, que es lo que nos toca. Todo esto en un contexto difícil, porque por ejemplo, los diputados que quieren llegar a gobernar, cuando nosotros planteamos la recuperación de Ganancias o de recursos para la provincia, ellos nos dicen ‘no los podemos acompañar en temas que es darle insumos a con quienes competimos’. Entonces hay una diversidad. Nosotros nos aferramos a que el punto de unidad sea nuestros principios como partido.
-¿Se va a romper el bloque?
-Hemos quedado bastante diversos, con discusiones. Algunos decimos que como opositores queremos que el que integre el bloque tenga eso y si alguien quiere ser oficialista, no es este el lugar. En la última reunión antes de la votación hemos definido ese rol opositor y hemos hecho una invitación a los diputados para que revisen su posición.
-Ahora los invitan a que se vayan.
-Ahora hay todo un proceso del propio partido. Para nosotros es importante que se sepa que no todo el radicalismo cambió su posición. Estamos centrando la energía en dar cuenta de eso. Fundamentalmente, en ratificar la línea de bloque opositor. De esa no nos vamos a salir porque ese es el rol que nos dio la sociedad y el rol que históricamente nos toca. Respetamos que la gente quería un cambio, pero nosotros tenemos el mandato de cuidar temas que son trascendentales para la historia de nuestro partido. No compartimos todo el accionar del presidente Milei. Tenemos miradas distintas del rol del estado, del lugar que le quiere dar al mercado, de cómo está desfinanciando a las provincias. De ninguna manera podemos dejar de tener una clara posición de oposición.
-Hasta ahora mucho no se notó esa posición…
-Nosotros hemos recibido una ley bases con 650 artículos y quedó en 200. Tenía más de 12 emergencias y quedó con cuatro. Fuimos los que promovimos que no se incorporen los derechos de las mujeres, que no se toque el tema ambiente, los derechos culturales. El trabajo ha sido muy arduo y el papel del radicalismo ha sido muy importante en dejar un marco de ley acotada a la situación, que son herramientas económicas. Hemos jugado un papel que ahora se desconoce. Ahora por ejemplo estamos sosteniendo el debate sobre la baja de imputabilidad a 13 años que propone el Ejecutivo y nosotros no estamos de acuerdo. Lo que pasa es que ser opositor no es ser obstructor, la gente no necesita eso. Pero el Ejecutivo también logra construir acuerdos o mayorías sin nosotros. En la comisión de Turismo discutimos un dictamen de Unión por la Patria sobre la defensa del turismo social. El PRO tenía una posición y los libertarios otra. A nosotros nos tocó hacer una defensa del turismo social y firmar junto a Unión por la Patria un dictamen que por ley declara las instalaciones de Chapadmalal solo para uso social y así evitar que se privatice. Lo digo sin ninguna incomodidad.
La UCR suspendió a los diputados que apoyaron el veto de Milei a la ley de movilidad jubilatoria