La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados comenzó a debatir ayer los proyectos de ley para aumentar las penas por manifestaciones y actitudes negacionistas de genocidio y de crímenes de lesa humanidad, y la creación del Observatorio para la Convivencia Democrática.
Además de esos proyectos, también se dio inicio al análisis del texto que incorpora la figura del antisemitismo en la ley antidiscriminación, iniciativa elaborada por la Coalición Cívica.
Al abrir el plenario, el presidente de la comisión, Hugo Yasky, dijo que harán varias reuniones sobre negacionismo, sostuvo que «nos proponemos tratar de escuchar el arco posible más amplio y plural representativo de la sociedad» y destacó que Argentina «pudo construir una convivencia democrática basado en la política de memoria, verdad y justicia».
El debate sobre el negacionismo se reflotó a partir de los cuestionamientos de La Libertad Avanza (LLA) al número de desparecidos en la última dictadura cívico militar y las críticas a la política de derechos humanos de los últimos 40 años.
Yasky anunció que el martes próximo concurrirán a exponer a la comisión integrantes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y otras organizaciones de derechos humanos, y que ingresarán dos nuevos proyectos que contemplarán las posiciones de organismos de derechos humanos, con el objetivo de poder conseguir dictamen «en lo que resta del año».
Entre los testimonios de los invitados, tanto los abogados Pablo Llonto y Valeria Thus así como el sociólogo Daniel Feierstein plantearon que la solución no es aumentar las penas previstas en el Código Penal, plantearon algunos reparos vinculados a la libertad de prensa y se mostraron partidarios de insistir con la concientización del problema del negacionismo en la sociedad.
Llonto sostuvo que «los discursos negacionistas existieron siempre a lo largo de estos 40 años de democracia» y afirmó que «debemos reforzar las herramientas con las que contamos para hacerles frente pero no se soluciona engordando el Código Penal».
Feierstein señaló que «el primer problema que veo es que recurrir a una penalización» es «asignarle al derecho penal una función para lo que no fue creado, porque hablamos de negacionismo y no de apología de la violencia política, que ya está penalizada».
Thus manifestó que «en la actualidad se produjo un ingreso en el orden de lo decible de tópicos y expresiones de violencia» y señaló que «hay una discursividad social sobre la cual deben diseñarse políticas públicas abordando la discusión por la criminalización».
En la reunión expuso en primer término sobre la incorporación de la figura del antisemitismo a la ley Antidiscriminación la diputada Mariana Stilman (Coalición Cívica), quien sostuvo «la necesidad de incorporar esta causal que se da frente a insistentes conductas discriminatorias y antisemitas. En el contexto internacional hay una ola de odio y en la Argentina se tuvieron que recrudecer las medidas de seguridad».
Finalizados los testimonios de los expositores, fue el turno de los diputados del Frente de Todos, que dejaron sus impresiones en un contexto en el que no se encontraba en la sala ninguno de los 14 representantes de Juntos por el Cambio que integran la comisión, ya que Stilman y Maximiliano Ferraro se habían retirado.
La massista Mónica Litza, autora también del proyecto sobre la creación del observatorio, expresó: «El negacionismo es un delito y debe ser castigado y también debemos prevenirlo con educación y capacitación. Los hechos aberrantes como la desaparición forzada de personas, la represión ilegal, el genocidio y lo ocurrido en la última dictadura militar, no puede ser negado para su uso ideológico».
Por su parte el cordobés Eduardo Fernández dijo que «muchos diputados hemos vivido la dictadura, la hemos sufrido en nuestra familia, y también hemos visto como ha ido avanzando el negacionismo» y manifestó que «el Código Penal tiene artículos que lo contemplan, y lo que este proyecto viene a aportar es la mirada de representantes de derechos humanos que sienten un poco de impotencia ante este avance de las proclamas negacionistas».
La bonaerense María Rosa Martínez, recordó que «cuando salíamos de la dictadura la teoría de los dos demonios impactaba fuerte en nuestra vida cotidiana, y creo que llevamos cuarenta años de batalla, en el sentido de pelear contra el negacionismo y de imponer y de lograr que nuestro pueblo siga luchando».
Daniel Gollán, en tanto, apuntó: «Hoy los que estamos acá somos casi iguales, se han ido los que están con dudas sobre estas cosas, y no quieren discutir porque se les genera un problema, porque en esta piensan como nosotros, pero están en otra alianza que los pone en otro lugar» y sostuvo que «para mantener viva esa conciencia mayoritaria de nuestro pueblo que se expresó en la salida masiva a las calles cuando se dio lo del 2×1, hay que mantener vivos el espíritu de movilización de nuestros movimientos nacionales».
El jefe de la bancada del FDT, Germán Martínez, dijo que «no es la primera vez que este Congreso aborda una cuestión como esta» y recordó «cuando se trató la expulsión de -el entonces diputado y genocida- Luis Patti. Flor de tema, en diciembre de 2005, y no había unanimidad respecto de la herramienta utilizada, por lo que prevaleció la decisión política de, no permitir la jura primero, y avanzar después en un dictamen sobre ‘inhabilidad moral sobreviniente'».
«Fue un debate donde las bibliotecas jurídicas no estaban partidas en dos, estaban partidas en 20. Y fue un debate muy profundo porque algunos se preguntaban si la decisión de la Cámara podría estar por encima de la voluntad popular generada en un determinado momento, y generó muchísimo debate», afirmó Martínez.
Y agregó: «Pero tenemos un problema, porque tenemos entre 35 y 40 diputados que van detrás de una propuesta que compite ahora en el balotaje (La Libertad Avanza). Y que está más cerca de expresar las posturas negacionistas de -el candidato presidencial- Javier Milei y -su compañera de fórmula- Victoria Villarruel, que ahora tienen otros diputados que no están en esta reunión justamente por eso».
Entre los proyectos referidos a la penalidad del negacionismo se buscará aunar criterios sobre iniciativas de los oficialistas Estela Hernández, el mencionado Fernández, Gisela Marziotta Blanca Osuna y Carolina Moisés, a partir de un borrador de consenso elaborado por el propio Yasky.