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«Homicidio doblemente calificado por alevosía y por la condición de funcionario público de la víctima, por atentado agravado a la autoridad y por abuso de arma de fuego» es el delito por el cual el fiscal penal de turno Aldo Lozano imputó al policía federal Julio Bravo. La víctima es Sergio Lima, un efectivo provincial que permanece internado en terapia intensiva del hospital Pablo Soria tras recibir un disparo en la nuca.
Lozano brindó una conferencia de prensa en la que informó detalles del episodio que ocurrido el viernes por la mañana en la Ruta Nacional 9 y colectora del barrio Sargento Cabral.
“Actué ante un llamado del ayudante del fiscal regional de Alto Comedero sobre un hecho de sangre», relató el fiscal.
Todo ocurrió durante un control policial de alcoholemia, cuando un auto particular provocó un choque en cadena en el lugar. Los que iban dentro del vehículo eran dos efectivos de la Federal, Bravo y otro de apellido Soto, y un particular. El control verificó que tenían un alto valor de alcohol en sangre.
«El jefe del Servicio dispuso que estos tres individuos fueran trasladados a la Seccional del barrio Sargento Cabral, para realizarles las medidas contravencionales de rigor”, continuó Lozano.
En el camino hacia el edificio del Departamento Central de Policía, ya en la colectora, llegaron al semáforo de la Ruta 9. Bravo, que estaba sentado en el asiento trasero del patrullero, sacó su arma reglamentaria y realizó el primer disparo.
«Tiró a matar -describió el fiscal- y el disparo, al chocar con la reja de seguridad que tiene el vehículo policial, dispersa la bala; pero el fragmento más grueso del proyectil ingresa en la parte de atrás del agente Lima entre el cuello y la cabeza, produciéndole severos daños”.
Otro fragmento del proyectil hiere al tercer hombre, el particular. Él es quien declara que Bravo realizó el disparo, como también al acompañante del conductor, que resultó herido por una de las esquirla.
Lozano aclaró que el arma pertenece a la Policía Federal y que los dos agentes se encontraban fuera de servicio. Las primeras pericias hallaron dentro del vehículo dos vainas.
«Después de ese incidente, el agente federal agresor sigue con intenciones de seguir disparando, pero el otro policía federal detenido trata de reducirlo, pero Bravo hace dos disparos más que impactan en otro vehículo policial que estaba detrás del patrullero que llevaba a los detenidos, rompiéndole el parabrisas y la luneta”, detalló el fiscal.
Contó luego que “Bravo es reducido por su compañero detenido, por el agente Sala y otro personal de Radio Patrulla que se acercó para colaborar y ayudar a reducir a este individuo”.
Exonerados
En un comunicado oficial, el jefe de la Policía Federal Argentina, Néstor Ramón Roncaglia, y la institución toda, expresó que «lamenta el grave hecho acontecido en horas de la mañana de la fecha (por ayer) en la provincia de Jujuy, que fuese protagonizado por dos suboficiales de esta fuerza».
«Bregamos por una exhaustiva y profunda investigación judicial para esclarecer y condenar con el máximo rigor de la norma a los involucrados”, señala el comunicado.
Precisa además que «se ha propiciado el inmediato cambio de situación de revista a servicio pasivo y se propondrá la exoneración de la fuerza de estas personas que con su accionar no solo infringieron las normas penales del Estado sino que traicionaron la esencia más profunda de nuestra Policía Federal Argentina”.
Agrega que la institución no les brindará asistencia jurídica en la causa penal que se abrió.
«Acompañamos a la Policía de la Provincia de Jujuy, al integrante de esa fuerza lesionado y a su familia en este difícil momento”, concluye.
