Una comitiva de organismos de derechos humanos visitó hoy a la dirigente social Milagro Sala en la ciudad de La Plata, donde fue vista «esperanzada» mientras realiza un tratamiento ambulatorio luego de haber sido operada en el Hospital Italiano de la capital bonaerense.
«A Milagro le ha cambiado la vida, está tan feliz, tan alegre y esperanzada también», confió en diálogo con Télam la integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Taty Almeida.
La comitiva que visitó a Milagro Sala estuvo integrada por María Elena Naddeo y Eduardo Tavani, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH); Adolfo Mango y Cecilia de Vincenti de los 12 de la Santa Cruz; Elsa Oshiro del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH); y Almeida en representación de Madres de Plaza de Mayo, entre otros.
Los referentes de derechos humanos viajaron hasta la ciudad de La Plata para visitar a Sala en una vivienda alquilada donde realiza un tratamiento ambulatorio por el cuadro de trombosis venosa profunda que padece.
Sobre la reunión de esta tarde, Almeida manifestó que fue «muy cálida, hermosa y militante» y destacó que han hablado de «la situación de hoy y de la esperanza que tenemos todos», en referencia al resultado electoral del domingo que colocó al candidato oficialista Sergio Massa casi siete puntos por encima del libertario Javier Milei.
Sobre Salas, resaltó que se encuentra «muy esperanzada» de que «este gobierno le dé su libertad» y señaló que se trata de «una asignatura pendiente que tiene esta democracia» con la dirigente de la Tupac Amaru.
«No puede ser que existan todavía presos políticos como Milagro Sala», reprochó.
Sobre los cuidados en la salud de Sala, Almeida contó que «está estupendamente bien atendida» y comentó que «ella está en silla de ruedas, tiene que caminar, va todos los días el kinesiólogo».
Señaló que Sala está «encantada con el Hospital Italiano de La Plata y sus médicos y enfermeros».
Sala fue intervenida quirúrgicamente el viernes 6 de octubre en ese nosocomio para intentar colocarle un stent venoso para atender el cuadro de trombosis venosa profunda que padece, algo que no pudo ser concretado en forma completa.
La semana pasada recibió el alta y fue trasladada a una casa alquilada en el perímetro fijado por el Juzgado de Garantías de La Plata, dado que sigue en situación de prisión domiciliaria bajo el control del Patronato de Liberados.
Sala arribó a la capital bonaerense el miércoles 27 de septiembre tras viajar desde el aeropuerto Horacio Guzmán, ubicado en la localidad de Perico, en la provincia de Jujuy, hacia Buenos Aires y luego en ambulancia hacia La Plata, acompañada por médicos del Hospital Italiano.
El jueves 28 de septiembre, en una audiencia por Zoom, el juez de Jujuy Carlos Cattan autorizó a la dirigente social a continuar un tratamiento médico en ese hospital, ante la necesidad de someterla a cuidados de alta complejidad.
Cattan resolvió el pedido de traslado de Sala -quien permanece detenida bajo prisión domiciliaria- durante la audiencia requerida de manera «urgente» por «cuestiones humanitarias» por el equipo que integra la defensa de Sala.
A Sala se le detectó una trombosis en junio del 2022 y esa afección «fue menoscabando su estado físico y emocional», argumentaron los letrados.
El 27 de junio del año pasado Sala, de 59 años, fue trasladada desde su domicilio hasta una clínica privada de la capital jujeña luego de que los médicos le diagnosticaron una «trombosis venosa profunda» y, desde ese momento, fue desmejorando su estado de salud.