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Los vecinos de Punta Diamante y Villa Las Rosas están atentos. Apenas supieron que se reactivaba el proyecto de Ejesa de instalar la estación de rebaje Jujuy Centro en la zona lindante al Cementerio El Salvador, salieron a la calle, marcharon y organizaron una permanencia.
Ya saben que la salud del barrio peligra y no están dispuestos a perder lo que ganaron después de años de lucha, que fue un compromiso firmado por el gobierno provincial, la empresa, los centros vecinales y los Vecinos en Lucha de que allí no se instalaría ninguna estación.
Evelia Lizárraga vive en el barrio. “Pedimos por la salud, que se va a ver afectada por la instalación de esta planta transformadora”, explicó a El Submarino, y recordó que vienen resistiendo desde hace más de cinco años.
Hace unos días vieron llegar un camión de Ejesa que descargó material para empezar la construcción, y operarios cercaron el terreno cortando el acceso al barrio, sin que nadie haya hablado con ellos. “Nosotros estamos impidiendo que se construya la obra, porque no vino ninguna autoridad a mostrarnos ningún papel, los fuimos a buscar y nos los niegan”, relató Lizárraga, y agregó que “hace cuatro semanas que estamos presentando notas firmadas por las instituciones como de la Escuela Pucarita, el centro de salud y los vecinos”.
La marcha es a las tres de la tarde, saliendo de la calle Moscú del barrio El Chingo. De allí se movilizarán hacia la empresa Ejesa y la Casa de Gobierno, para culminar en la Virgen Rosa Mística que está a la entrada del camino a Punta Diamante.
“Nuestra preocupación es en primer lugar la salud, porque todo el mundo sabe el daño que hacen estas estaciones, igual que las antenas, que producen cáncer, leucemia, malformaciones, abortos, problemas de tiroides”, alerta Evelia, y recuerda la situación en el barrio Islas Malvinas, que tiene índices trágicos de casos de enfermedades terminales.
Los vecinos alertan además por la existencia de un polideportivo en las cercanías, que tiene dos piletas de natación. “Estas plantas atraen los rayos, y ese es otro peligro”, advierten.
Recuerdan además los estudios y pruebas que demuestran que este tipo de emisiones son cancerígenas, y quieren evitar la instalación porque las enfermedades graves y las consecuencias sobre la salud aparecen después de años de exposición.
Reconocen que estas plantas son necesarias, pero afirman que “deben construirse lejos de la ciudad”, afirman, pero advierten que “Ejesa nunca invierte, tenemos la energía más cara, y nosotros mismos vamos a tener que pagar lo que quieren construir, que es lo que nos va a contaminar”.
En diciembre pasado, luego haber transcurrido varios años de lucha que incluyó una represión brutal el 17 de octubre de 2012, los vecinos de Malvinas lograron que el Gobierno y la empresa firmaran un compromiso de iniciar un plan para modificar la subestación, soterrar las líneas y reparar la situación de contaminación.
Una situación similar a la de Punta Diamante y Villa Las Rosas se dio en Los Naranjos, donde en 2013 los vecinos lograron que la justicia suspendiera la construcción de una subestación similar dentro del predio de la propia empresa Ejesa.
