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El Tribunal en lo Criminal Nº 3 absolvió y exculpó al suboficial Pablo Eduardo Arrascaeta, responsable de los asesinatos de los menores Pablo Gabriel Obiña y Gonzalo Federico Calderón, sucedidos el 3 de noviembre del 2013 en los alrededores de la ciudad de Libertador General San Martín. Los jueces consideraron que actuó en legítima defensa, a partir de «una reacción lamentable». La familias van a apelar la decisión.
Antes de que se leyera el dictamen, el acusado pidió la palabra: «Nunca hubo intención de matar y hacerle daño a los jóvenes. Solo conteste a los ataques de armas de fuego de los motociclistas que intentaban huir de la policía”, afirmó.
La fiscal Delia Ortiz alegó que «la actuación policial ha sido una reacción lamentable, provocada por los adolescentes que robaron, escaparon y comenzaron con un tiroteo”, y aseguró que “Arrascaeta actuó en legítima defensa». Dijo que el pedido de absolución «se basó en los testimonios ofrecidos durante las audiencias”.
El policía llegó al juicio oral y público acusado de ser el autor del delito de «homicidio doblemente calificado por ser miembro de la fuerza de seguridad» o, alternativamente, como autor del delito de «homicidio doblemente calificado por ser miembro de la fuerza de seguridad con exceso en la legítima defensa».
La fiscal detalló: «El policía, junto a otros colegas suyos, a bordo de una camioneta del organismo de seguridad, recibió la orden de interceptar una motocicleta de color negra que provenía desde la localidad de Calilegua, con dos sujetos a bordo, y que según la instrucción por radio, estos eran protagonistas de un robo de un dispositivo móvil con un arma de fuego a un menor de edad».
Los asaltantes fueron identificados como Pablo Obiña y Gonzalo Calderón, ambos menores de edad, que tras ser individualizados por los efectivos, «lejos de acatar la voz de alto emprendieron una veloz huida por distintos barrios de la ciudad de Libertador General San Martín», describió Ortiz.
Debido a esto iniciaron la persecución de los ladrones, los cuales a fin de evadir al personal policial ingresaron a un camino interno del ingenio Ledesma, paralelo a la ruta nacional 34, conocido por los lugareños como La Pantalla. Calderón manejaba y Obiña disparaba.
Apelación
Los familiares de los chicos asesinados se mostraron indignados y aseguran que van a apelar. Los parientes y amigos de los jóvenes muertos fueron acompañados por distintas organizaciones de derechos humanos, a la espera del fallo. “Fue gatillo fácil, mató a dos chicos, no puede estar libre”, decían.
La querella adhesiva, integrada por Juan Pablo Chouza y Martín Patiño, había acusado a Arrascaeta por considerarlo autor penalmente responsable del delito de «doble homicidio calificado agravado por ser miembro de la fuerza de seguridad», y habían solicitado la pena de reclusión perpetua.
