Aylan Kurdi es una botella al mar

Por Pablo Dietrich. Siria es un agujero del mundo. Mejor dicho, es un agujero más en el mundo. En Siria el capitalismo juega sus cartas de manera impúdica. Como cuando los patrones hacen un lockout en la fábrica. Poco importa la vida humana y sus necesidades.

Siria es un agujero del mundo, que huele a pólvora. Hoy “existen” 11 millones de desplazados que tienen sed. El acceso al agua potable y al saneamiento no existe. Siria antes de ser transformada en lo que es hoy, contaba con servicio de agua potable que podía abastecer al 99% de sus habitantes. Desde ya, todo un derecho.

Siria es un agujero del mundo, que huele a sangre. En abril de este año eran ya más de 300.000 los muertos en la guerra, de todos estos, más de 60 mil son civiles. 12 millones de sirios necesitan hoy, asistencia humanitaria.

Siria es un agujero del mundo que se queda vacío, en enero de 2012 había 95.000 refugiados registrados, ahora, en agosto de este año la cifra se elevó a 4.088.854 millones. El 38,5 %, es decir 1.500.000 son niños entre 0 y 11 años. Siria es un agujero del mundo donde ya no hay niños. Seguramente ya tampoco hay plazas, toboganes, canchas de futbol, paredes para pintar.

En esta huida desesperada de la guerra, de las guerras, Alemania y Suecia han recibido el 47% de las demandas; el 33% corresponde a Serbia, Hungría, Austria, Bulgaria y Países Bajos, el resto de Europa ha recibido el 20 % de solicitudes que queda.

Mientras esto sucede, las voces hablan, y gritan desaforados; “ilegales”, “peligrosos”, “terroristas” y contra este mal, una acción directa:… un muro de 4 metros de altura y 175 km de longitud, como ya se ha empezado a construir en Hungría. El director de Centro de Política Social de la Universidad Corvinus de Budapest, Pal Tamas, dice que Budapest “se asimila a un pequeño Afganistán”.

Estados Unidos, y toda Europa “analizan”, “piensan”, “debaten”, medidas a tomar y se golpean el pecho, pero con la otra mano financian al estado islámico, negocian con los traficantes de personas, acuerdan el uso de los aeropuertos para sus aviones de guerra, luego bombardean aldeas cercanas donde solo hay civiles bajo el pretexto de que allí se esconden terroristas, lo sabido, lo de siempre. El daño colateral es moneda común, pero hoy, ya es un caos y lo económico se vuelve determinante. ¿Cómo hacer para darle de comer a millones de refugiados que ocupan las plazas de toda Europa?. Es una bomba de tiempo. ¿Quizás estos refugiados se transformen en mano de obra barata para “la sabia” Europa?. Será una bomba de tiempo.

En Siria los medios gráficos y digitales de Damasco, ayer y hoy, no subieron a primera plana la foto de Aylan, priorizaron otras imágenes, autos destruidos por bombas, pueblos desechos y soldados en combate, postales comunes. Niños muertos hay todos los días, ahogados por la pólvora.

En occidente, en cambio desde Europa hasta nuestra América la foto del changuito ocupa cada espacio comunicativo con epígrafes pomposos y dramáticos. «La Humanidad Varada», «Ahogados en el sueño europeo», «Una foto para silenciar al mundo». Dos mundos distintos. El de medio oriente bombardeado sistemáticamente y el de occidente el encargado de bombardear o sea el mundo “hipócrita”. Hipocresía de las grandes y de las más pequeñas, como cuando se dice en el terruño más cercano…”boliviano de mierda”, “negro de mierda”.

Pero no es una cuestión de forma sino de contenido. En las frases culposas pretenden hacernos culpables. La culpa de que Aylan y otros se mueran lejos de sus pagos, es culpa universal, de todos. Culpar al sistema es blasfemo, es mejor repartir las cargas, “todos somos culpables” y listo. Pero aquí una observación Aylan y otros tantos ya están muertos de antemano en el capitalismo. Pero eso no debe decirse, debe ocultarse. Como si el asesino de Aylan fuera el mar, algo intangible, mágico, como si el capitalismo se emitiera en otra sintonía.

Ahora se sabe que Teema Kurdi, tía de Aylan, refugiada en Vancouver había solicitado en Junio la posibilidad de refugiar a toda la familia Kurdi, ¿La respuesta? Una negativa. Así fue que desesperados la familia de Aylan subieron a un bote junto a 17 personas. Rehan la madre de los changuitos, se ahogó, Galip el hermano de 5 años se ahogó, solo el padre Abullah Kurdi sobrevivió.

De Siria partió esta familia. De ese agujero del mundo.
A los lejos….vienen otros.

Si usted quiere observar de donde vienen…¡ venga ! …suba la colina….¡ observe !…..Miré….allá una familia afgana comiendo Palau, detrás de aquella pared un grupo de iraquíes escribiendo poesías, allá !…una pareja de kurdos montando a caballo, más aquí,… muchos palestinos tomándose de los hombros al ritmo del Dabke, un poco más allá mujeres y hombres bolivianos riéndose, libaneses por compartir un cordero!…escuchen la música!…colombianos en Florida, guatemaltecos llenan con su arte los museos franceses, nigerianos con mascaras en Italia, españoles en el Río de la Plata, jujeños coqueando en San Luis, Porteños en Manhatan, Camboyanos en Madrid, Sirios en Jujuy…

Y aquí frente a usted…Aylan con remera roja y pantaloncito azul corto, tipo bermuda, los zapatos azules con planta marrón apenas gastados…¿lo ve?..Venga acérquese…véalo de cerca, tirado en la playa..como botella al mar.