El oficialismo aspira a comenzar a debatir esta semana el proyecto del Poder Ejecutivo enviado por el ministro de Economía, Sergio Massa, para modificar el impuesto a las Ganancias para trabajadores y jubilados, que ingresó este miércoles a la Cámara de Diputados.
La intención del oficialismo es empezar a debatir mañana mismo el proyecto en un plenario de comisiones de la cámara baja, con la presencia de funcionarios, y llevarlo al recinto el martes o miércoles de la semana próxima, en una sesión especial.
La medida había sido anticipada el lunes por Massa junto con sindicalistas: «Allá por el 2015, un candidato a presidente les prometió a ustedes que ningún trabajador iba a pagar el impuesto a las Ganancias, y sin embargo, cuatro años después, el doble de los trabajadores argentinos pagaban el impuesto», recordó.
«Nosotros en el 2019 empezamos un recorrer un camino de disminución y llegamos a este momento en el que menos de 800 mil trabajadores están pagando el impuesto a las Ganancias», aseveró Massa, quien dijo que, con este proyecto enviado a la Cámara de Diputados, lo que se busca es «marcar el sendero claro» de que una eventual nueva gestión del oficialismo, con él como presidente, «va a estar marcada por la recuperación del salario y el ingreso en la Argentina».
Si bien la oposición había respaldado en principio la medida, tras el anuncio de Massa, los principales dirigentes de Juntos por el Cambio calificaron el proyecto de «electoralista», y aún no definieron qué actitud adoptarán en el ámbito legislativo.
Fuentes parlamentarias de Juntos por el Cambio (JxC) anticiparon que esa bancada resolverá en las próximas horas su postura, ya que admiten que la medida «beneficia» a buena parte de su electorado y, en plena campaña de cara a las elecciones generales del 22 de octubre, no sería conveniente ir en contra de ese sector.
El propio presidente del bloque de diputados del PRI, Cristian Ritondo, había puesto en duda la posibilidad de que la iniciativa fuera enviada al Congreso y desafió: «Mandá la ley que la votamos».
Se trata de un reclamo de la oposición y una promesa del propio expresidente Mauricio Macri que en septiembre de 2015, en plena campaña, había anunciado y que luego incumplió: «En mi Gobierno, los trabajadores no van a pagar Ganancias».
Sin embargo y al conocerse el anuncio formulado por Massa el lunes último, el presidente de bloque de diputados nacionales de la UCR, Mario Negri, sostuvo que «lo que propone Massa es otra maniobra desesperada del oficialismo, un manotazo de ahogado».
«La baja del impuesto a las Ganancias se financiará con la suba del impuesto inflacionario. La medida es irresponsable, inequitativa y sumamente regresiva», había sostenido el diputado nacional Luciano Laspina (PRO), uno de los principales asesores económicos de la candidata presidencial de JxC, Patricia Bullrich.
Las fuentes adelantaron que la bancada opositora se inclinaría finalmente por no acompañar el proyecto del Poder Ejecutivo y presentaría su propio dictamen.
La presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, anticipó ayer que buscará que mañana se dé el puntapié inicial al tratamiento del proyecto, en el ámbito de la Comisión de Presupuesto del cuerpo, con la idea de «ver si los próximos días se puede tener un dictamen favorable, para la semana que viene llevarlo al recinto para tener una media sanción».
En tanto, en esa misma línea el jefe del bloque oficialista, Germán Martínez, dijo que tras tener número de expediente «el proyecto tendrá el giro respectivo para empezar prontamente su tratamiento», anunció esta mañana en su cuenta de la red social X, antes conocida como Twitter.
El proyecto del Poder Ejecutivo para modificar el impuesto a las Ganancias que ingresó hoy a la Cámara de Diputados crea un nuevo impuesto sobre los ingresos a partir del equivalente a 15 salarios mínimos, vitales y móviles (SMVM) al mes, con una alícuota progresiva sobre el excedente que va de 27% a 35% y se actualiza con el valor del SMVM dos veces por año.
De esta forma sólo, pagarán el impuesto 88.000 contribuyentes, lo que representa menos del 1 % del total de las remuneraciones, jubilaciones y pensiones, «quedando así
alcanzados únicamente los mayores ingresos del trabajo en relación de dependencia y las jubilaciones y pensiones de privilegio», según los fundamentos del texto.
A través de la iniciativa se busca que el impuesto recaiga, únicamente, «sobre los mayores ingresos en relación de dependencia y por las otras rentas aludidas».
La determinación del impuesto se efectúa de acuerdo con el siguiente mecanismo: se considera, al comienzo del período fiscal, el valor del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) vigente el 1° de enero de ese año, el que se actualizará el 1° de julio de cada año fiscal, considerando el valor del SMVM vigente a esa nueva fecha.
De acuerdo con el texto, las retenciones realizadas sobre las ganancias netas percibidas durante el primer semestre del año fiscal se ajustarán considerando el valor del salario mínimo, vital y móvil vigente en julio, toda vez que la escala progresiva que, en definitiva, aplique para todo el período anual, es la de los montos del salario mínimo vigente en el mes de julio.