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El Poder Judicial de Brasil separó de los cargos de legislador y titular de la Cámara Baja a Eduardo Cunha por su implicación en casos de corrupción y lavado de dinero en Petrobras.
El Tribunal Supremo Federal de Brasil (STF) aprobó este jueves por unanimidad la decisión del ministro Teori Zavascki de suspender el mandato de Eduardo Cunha como titular de la Cámara de Diputados.
Los cargos vinculados son por corrupción pasiva y lavado de dinero.
El legislador del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), Chico Lopes, estimó que todos los actos ilegales por parte del exdiputado en contra de la presidenta Dilma Rousseff deben ser anulados como el «espectáculo de la sesión de impeachment porque Cunha practicó siempre la venganza, la intimidación y el abuso de poder».
El abogado general de la Unión, José Eduardo Cardozo, anunció ante la comisión del Senado que solicitará al Tribunal Supremo Federal (STF) la absoluta anulación del proceso de destitución de la mandataria de Brasil.
¿Quién es Eduardo Cunha?
Eduardo Cunha de 57 años y economista de profesión fue el presidente de la Cámara Brasileña de Diputados hasta el 5 de mayo, día en el que fue suspendido provisionalmente de su cargo por su implicación en el escándalo de corrupción de la Operación Lava Jato.
La orden fue dada por el magistrado Teori Zavascki del Tribunal Supremo y responde a un pedido de la Fiscalía General de la República, realizada en diciembre pasado, luego de que el Ministerio Público de Suiza confirmase que Cunha poseía cuatro cuentas bancarias no declaradas en el país por un valor de 4,2 millones de dólares.
Al menos tres delatores que colaboraron en la investigación de Cunha, han entregado pruebas que muestran que recibió 5,1 millones de dólares por haber intermediado un contrato ilegal de la petrolera Petrobras.
De acuerdo con Zavascki, hay «elementos más que suficientes» para transferir dinero sucio al exdirector Nestor Cervero en el fletamento de buques de Petrobras.
Juicio político
Cunha, del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), es el principal promotor del pedido de juicio político contra la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff.
Autorizó abrir un juicio político en contra de la mandataria con el fin de destituirla de su cargo, tras considerar procedente una acusación por supuestas irregularidades fiscales ocurridas en 2015.
Según Cunha, la presidenta viola la ley brasileña por alterar el presupuesto del Estado para permitir más gasto público y beneficiarse en su reelección.
Durante una rueda de prensa en la que anunció la decisión de abrir el juicio político, Cunha expresó que no lo hacía “por motivación política”, pero que debía aceptar esta solicitud “porque su argumentación es correcta, no tiene errores formales y acusa a la mandataria de crímenes de responsabilidad ocurridos este año”.
“No lo hago con felicidad, incluso porque se trata de una decisión delicada en momentos en que el país atraviesa una situación difícil, con la economía en crisis y una crisis política”, dijo Cunha.
El dirigente del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) se declaró “independiente” para apoyar las causas de la oposición.
Cunha rompió con la coalición gubernamental del Partido de los Trabajadores (PT) en julio pasado tras la revelación del escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras que lo acusa de pedir y recibir un soborno de 4,2 millones de dólares.
Admitió que la petición presentada por varios juristas se refería a maniobras fiscales del año pasado, pero que sus autores presentaron un anexo para incluir en la acusación irregularidades supuestamente ocurridas este año. “Mi responsabilidad es únicamente autorizar la apertura del proceso, pero no la de proferir juicio de mérito sobre la acusación”, sostuvo.
Presuntos delitos
El representante de la Cámara Baja que ya era investigado por la justicia por presuntos vínculos con el esquema ilícito, rechazó esa acusación y sostuvo que el gobierno de Rousseff pretendía hundirlo.
En el año 2000 salió ileso de una emboscada a tiros contra él y un diputado aliado en Río de Janeiro cuando era acusado de arreglar licitaciones.
En octubre de 2015, las autoridades brasileñas pusieron en marcha una investigación penal por lavado de dinero, luego de que las autoridades suizas proporcionaran a los fiscales brasileños los detalles de cuatro cuentas bancarias suizas en su nombre.
Previamente intentó persuadir a la oficina del fiscal general para proteger a los políticos que sirven con la inmunidad parlamentaria.
Un grupo de parlamentarios de izquierda lo denunció ante el Consejo de Ética de la Cámara para pedir su salida y en paralelo, parlamentarios de la oposición con el prominente PSDB a la cabeza pidieron que Cunha se alejara de su cargo mientras se aclaraba su situación.
Pretenden amnistía
Parlamentarios opositores negocian una posible amnistía para Eduardo Cunha, argumentando que merece el perdón debido a su papel destacado en el proceso de destitución de la presidenta Rousseff.
Las labores por obtener la amnistía de Cuhna comenzaron tras la renuncia del diputado Fausto Pinato, del Partido Progresista (PP), que ejercía como primer relator de los casos de corrupción.
Pinato fue reemplazado en el Consejo de Ética, por la parlamentaria del Partido Republicano Brasileño, Tia Eron, quien se ha declarado abiertamente admiradora del acusado.
Hasta el momento, el perdón de Cunha contaría con el respaldo de unos 200 legisladores de la denominada bancada BBB (buey, bala y biblia).
Entretanto, de acuerdo con una reciente encuesta de Datafolha, el 75 por ciento de los brasileños apoyaría el fin del mandato de Cuhna.
Poderoso evangélico
Es dueño de más de 150 dominios de internet con la palabra «Jesús», impulsó proyectos conservadores como la reducción de la edad de responsabilidad penal a 16 años o la celebración de un «Día del Orgullo Heterosexual».
