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En la primera reunión de la negociación salarial paritaria entre el gobierno y los sindicatos que integran el Frente Amplio Gremial (FAG), pasó lo que tenía que pasar: los dirigentes sindicales dijeron lo suyo y los funcionarios quedaron en responder. La expectativa es moderada, porque el pedido es de un aumento del 35 por ciento, a lo que difícilmente acceda el gobierno. Solo habrá que ver cuánto está dispuesto a acercarse.
La dirigencia gremial entregó un petitorio donde, además de la recomposición salarial del 35 por ciento, se exigen la devolución de los días descontados por medidas de fuerza en año pasado.
Los ministros de Trabajo y Empleo, Jorge Cabana Fusz, y de Gobierno y Justicia, Agustín Perassi, fueron los funcionarios que encabezaron la reunión. Una vez más, se limitaron a escuchar los reclamos y se comprometieron a dar una respuesta este jueves. También insistieron en describir un panorama sombrío de la situación económico financiera de la provincia.
Cabana Fusz destacó que por disposición del gobernador Gerardo Morales participaron de la reunión todos los gremios estatales, incluso algunos que aún no están «debidamente reconocidos».
El FAG se constituyó como la unión coyuntural de la Intersindical de Trabajadores del Estado (ITE), el Frente de Gremios Estatales (FGE) y la Multisectorial. El Sindicato de Empleados y Obreros Municipales (Seom), que no integra ningún colectivo sindical, solicitó un 38 por ciento de aumento de sueldo.
