Dos nuevos medicamentos vinculados a patologías hematooncológicas y artropatías serán incorporados este año al Fondo Nacional de Recursos (FNR), anunció hoy el ministro uruguayo de Salud, Jorge Basso.
Con este agregado serán más de 10 los medicamentos de alto costo que el Gobierno sumó, junto a otros procedimientos al FNR, una institución que el pasado diciembre cumplió 37 años e integran varios organismos.
Esta iniciativa, de carácter público no estatal, comenzó con el financiamiento de intervenciones de alto valor y desde el año 2006 también sufraga medicinas en esa condición para toda la población residente en el país.
Basso explicó que en este 2018 se incorporó, además, al listado, el procedimiento de reproducción humana asistida, el implante de cardiodesfibriladores y la prevención primaria.
Aseguró que el país está ‘en el permanente desafío de seguir aumentando la canasta de prestaciones’.
El funcionario destacó que en el actual período de gobierno también se creó un mecanismo nuevo sobre la negociación de precios o compras conjunta de medicamentos a través del Mercado Común del Sur o de la Unión de Naciones Sudamericanas.
En ello participa, añadió, el Fondo Estratégico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y se negocia con la industria para ‘compras conjuntas de múltiples países’, lo cual mejora el ámbito de negociación, acotó.
Destacó que la OPS ha jugado un rol muy importante en este procedimiento.
El titular de Salud comentó que hay mucha presión para seguir incorporando otros medicamentos al listado oficial y advirtió que la mayoría de ellos no tienen respaldo científico para tenerlos en cuenta, ya que no han cumplido todas las etapas establecidas por la Organización Mundial de Salud.
Al respecto, afirmó que el país no puede asumir aquellos medicamentos sobre los cuales ‘no existe evidencia o esta no está firme’, aunque expresó pueden incorporarse algunos a través de una reclamación judicial como existe en el mundo, pero que no están en el reglamento.
Remarcó que hay medicinas sobre las cuales existe evidencia científica para mejorar la vida, pero los precios hacen inaccesible la sustentabilidad del sistema.
Prensa Latina