Desde la Agrupación H.I.J.O.S. Jujuy (Hijas e Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) manifestamos nuestro enérgico repudio al reciente decreto impuesto por Mauricio Macri en relación a las nuevas reformas en los roles y accionar que tendrían de ahora en más las Fuerzas Armadas Argentinas (FFAA).
Esta arbitrariedad no apunta a otra cosa que a otorgarles poder con el fin de aplicar los brutales ajustes ordenados desde el Fondo Monetario contra el pueblo y poner freno al irremediable conflicto social que se avecina por la crisis económica que generan los mismos. Las FFAA vienen a disciplinar a nuestro pueblo y particularmente, a la protesta social que, en términos militares y el con aval ejecutivo, podría ser enmarcada dentro de la categoría de “terrorismo” o “amenaza”, montando así nuevamente la falaz teoría del enemigo interno, que no es otra cosa que el enemigo político de este sistema desigual e inequitativo.
La historia de nuestro país nos enseña que cuando las Fuerzas Armadas ejercen el poder lo hicieron siempre en desmedro de nuestros derechos y de las expresiones democráticas. Este accionar del Poder Ejecutivo Nacional no es nuevo, es un aggiornado Plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado) creado en 1958 por Arturo Frondizi para poner fin a las protestas obreras haciendo uso de la represión estatal y otorgándole, a su vez, “una amplia jurisdicción a las Fuerzas Armadas en la lucha contra los disturbios internos”. Este siniestro plan fue la antesala al terrorismo de estado en Argentina.
De la historia más reciente, cuántas veces nos han contado les sobrevivientes de la última dictadura militar, de las punzantes y dolorosas experiencias, de crueldades sin límites, de derechos avasallados, de una generación diezmada, de sueños de un mundo más justo despedazados, de desapariciones, de asesinatos, de robos de bebés y del padecimiento de nuestros seres amados, que nos siguen faltando cada día. Hasta hoy, las FFAA siguen ocultando, en la mayoría de los casos, sus cuerpos y los destinos de niñas y niños que nos robaron. Qué nos puede esperar acá en Jujuy, una provincia limítrofe, de los bordes con el hijo del genocida Hugo José Alfredo Tabbia como jefe del RIM 20.
Estas mentiras de “transformación profunda” o “de actualización” ocultan los resultados que en países como México y Colombia se obtuvieron gracias a la aplicación de este tipo de políticas y que solo cosechó fracasos y estimuló la convivencia de las fuerzas armadas con el narcotráfico, aumentando la violencia, las muertes y la ausencia de justicia.
La derecha, junto a los represores, celebra. Este gobierno, que dentro de sus filas tiene a sostenedores y aliados de la última dictadura militar, complace a Ricardo Bussi, hijo de Antonio Domingo Bussi, genocida fallecido, quien expresó que se siente “exultante” porque “la tranquilidad y la seguridad, volverán” a nuestro país.
Llevamos 30 años de Democracia, la que sostuvimos poniendo el cuerpo, con la lucha en la calle de sindicatos, organismos de DD.HH., movimientos sociales y de mujeres. No apoyamos las declaraciones del ejecutivo sobre la modernización para el derrumbe institucional y vamos a luchar y a dar pelea para virar el curso nefasto que “Cambiemos” pretende para nuestra historia.
Por todo esto decimos: ¡No a la construcción de un “enemigo interno” en perjuicio del pueblo! Y exigimos juicio político a Mauricio Macri por atribuirse potestades que solo debieran recaer en el Congreso de la Nación para dictar, modificar o ampliar normas o roles de las fuerzas.
Por todos y todas aquellas víctimas de las fuerzas armadas y de seguridad que hoy nos faltan decimos: ¡Nunca Más!