El Gobierno oficializó este lunes el reglamento general para el uso de armas de fuego para los integrantes de las fuerzas de seguridad. Entre otras disposiciones, la resolución 956/2018 que se publicó en el Boletín Oficial, habilita a disparar al delincuente en fuga.
La disposición, que deroga cualquier otra anterior que contravenga la actual, autoriza a actuar como el policía local Luis Chocobar: a tirar contra quien «se fugue luego de haber causado, o de haber intentado causar, muertes o lesiones graves».
De este modo, un efectivo podrá tirar contra un asaltante si posee un arma letal, «aunque luego de los hechos se comprobase que se trataba de un símil de un arma letal». Esto va contra de la jurisprudencia que dispone de moderación en el uso de la fuerza para reducir al mínimo los daños.
También habilita a utilizar armas de fuego en situación de tumulto «cuando la imprevisibilidad del ataque esgrimido, o el número de los agresores, o las armas que éstos utilizaran, impidan materialmente el debido cumplimiento del deber, o la capacidad para ejercer la defensa propia o de terceras personas».
También «deroga toda disposición o normativa contraria a la presente medida dictada en jurisdicción del Ministerio de Seguridad, la Policía Federal Argentina, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval Argentina y la Policía de Seguridad Aeroportuaria».
«Resulta necesario implementar acciones que tiendan a sostener la protección de la vida y la integridad física de la ciudadanía en su conjunto y de los miembros de las fuerzas policiales y de seguridad federales», argumenta la resolución.
‘Confianza’
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, dijo que el nuevo reglamento para la utilización de armas letales destinado a las fuerzas federales de seguridad «va a generar confianza en la defensa de la sociedad».
«Establecimos una normativa objetiva que le va a permitir a las fuerzas de seguridad proteger a la gente y no estar pensando que si toman la decisión que tienen que tomar, van a terminar procesadas o encarceladas», dijo en declaraciones radiales.
Agregó que, con la anterior reglamentación, «los miembros de las fuerzas de seguridad no podían usar las armas para defenderse o defender a la gente, o para detener a un delincuente o para impedir que un delincuente se fugue».
«El delincuente tenía que tirar y recién después lo podía hacer un efectivo de seguridad. Esto claramente lo ponía en inferioridad de condiciones. Acá hubo una doctrina en la que las fuerzas de seguridad sólo tenían que esperar que el delincuente tire primero», disparó.
«Si un delincuente o un asesino va con una réplica de un arma, tendrá que saber que si está apuntando a un policía, éste tiene que actuar. Eso va a generar confianza en la defensa de la sociedad», dijo.
Agregó que quiere «una policía que defienda a la sociedad, esto nos va a llevar a que trabajemos mucho con las fuerzas de seguridad para que entiendan esta filosofía que es internacional y que está basada en los reglamentos de las Naciones Unidas».